Menos preguntas al comprar: el “dólar colchón” llama al crédito y suma metros

El reciente anuncio del Gobierno nacional introdujo al mercado inmobiliario medidas que buscan simplificar la compra de propiedades con dólares no declarados al eximir a los escribanos de informar la actividad notarial y liberar a compradores y martilleros de declarar la puesta en venta de inmuebles, entre otros puntos. Con todo, en el sector hay otro motivo para el optimismo y se anticipa que estas medidas podrían favorecer la aplicación de dinero a propiedades hasta ahora menos elegidas, como las de tres ambientes, tanto con los billetes atesorados como mediante créditos hipotecarios, permitiendo a los interesados aplicar sus ahorros a la porción del valor de la propiedad que no cubre el préstamo bancario.

No obstante, se sigue con atención el refuerzo de la estructura jurídica del esquema en el Congreso Nacional.

La martillera Gisela Agostinelli, de “Agostinelli Propiedades”, analizó sobre el final de la semana que “había una gran expectativa con respecto a lo que anunciaría el Gobierno con respecto a los dólares bajo el colchón, lo cual incentivará aún más el mercado inmobiliario”. Esta declaración refleja el sentir de muchos actores del sector, que ve otra oportunidad para reactivar un mercado que en los últimos tiempos se ha visto afectado por las restricciones y la incertidumbre económica.

El denominado “plan de reparación histórica de los ahorros de los argentinos”, permitirá a los ciudadanos utilizar sus dólares sin necesidad de justificar su origen. En el ámbito inmobiliario, esto se traduce en las medidas que detalló Agostinelli: “Los escribanos ya no deberán informar la actividad notarial, el comprador o el martillero no deberá informar cuando una propiedad se pone a la venta, y el régimen de pago de expensas también queda exento de ser informado.”

La martillera subraya el potencial de las modificaciones: “Permitirán que se concreten operaciones que antes se frenaban por las restricciones y la exigencia de información”, dijo. Actualmente, explica Agostinelli, “cuando se pone en venta una propiedad si supera el valor del COTI (Código de Oferta de Transferencia de Inmuebles) se debe informar a ARCA (exAfip) y el escribano, una vez cerrada la venta, también debe informarla. Ahora, con las nuevas medidas, eso ya no será necesario. Tampoco será necesario el pedido del certificado de origen de fondos. Es decir, el comprador no deberá justificar de dónde obtuvo el dinero para la compraventa”, precisó.

Por su parte, el martillero Ramón Penayo, propietario de “Penayo Propiedades”, considera a las medidas como “un gran aliciente” para quienes tienen dólares fuera del sistema aún, pero considera necesario robustecer el marco en el Congreso Nacional: “Lo más saludable para esta medida es que salga una ley cubriéndola. Todavía falta el respaldo jurídico como para que quien acceda a blanquear ese dinero no esté pendiente de una penalidad que pueda venir en administraciones futuras”.
En las inmobiliarias ya se perciben ciertas dinámicas relacionadas con este anuncio. En ese tren se empieza a delinear un perfil de inversor y de propiedades que pueden tener más salida. “Estimo que pueden aparecer trabajadores que ante la presión tributaria tan alta generan dólares informales”, indicó un operador y relativizó así el riesgo de blanqueo de dinero por actividades como el narcotráfico.

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Lo que más se está buscando ahora son departamentos monoambiente, de uno y de dos dormitorios. Sin embargo, últimamente se reavivó el interés por departamentos de dos dormitorios. “Quizás, esta nueva disponibilidad de fondos esté permitiendo a algunas familias aspirar a propiedades un poco más grandes”, se apuntó.

También hay consultas sobre la potencia de la medida y el cruzamiento de datos entre jurisdicciones. “Aunque no se declare en ARCA, en el Registro de la Propiedad de la Provincia los datos cruzan cuando se piden los informes de dominio e inhibición para la venta. Eso es una realidad que los clientes preguntan, pero igualmente entienden que se facilitarán mucho las operaciones de compraventa y se incentivará la demanda”, se explicó desde otra inmobiliaria platense.

Este comentario refleja una preocupación latente sobre el registro de las operaciones, aunque se reconoce el potencial para agilizar las ventas. Coinciden en el mercado que la percepción del inmueble como un refugio de valor se mantiene fuerte, y la flexibilización del uso de dólares podría activar a inversores.

“Estamos viendo aparecer personas que antes no podían acceder al mercado inmobiliario. Primero fue por la aparición de los créditos, que les dio una opción de financiamiento, y ahora esta medida con los dólares podría ser una nueva puerta para muchos.”

La combinación de créditos hipotecarios y dólares no declarados amplía el espectro de potenciales compradores. Puntualmente, se habla del 25% al 30% del valor que debe cubrir quien toma el crédito. Eso, en una operación por un departamento de tres ambientes o una casa familiar puede representar entre 20 y 30 mil dólares, se calcula en el mercado inmobiliario.