De bote en bote

-Ay, chicas! ¡No saben lo que se perdieron por no acompañarme a Buenos Aires!

-¿Qué? ¿Derretirnos en el Obelisco? Para eso ni cruzo la 32 Yoli.

-No, Pelu. Ni te imaginás lo que fue la "Argentina experience", para los 1.500 pasajeros del Infinity, el crucero gay que llegó hace una semana al puerto.

-Y vos, ¿en calidad de qué fuiste?

-Me conchabé como traductora.

-¿Traductora? ¡Caradura! Si apenas manejás un "Tarzan English" básico.

-Y bueno, pero para pasear turistas, alcanza y sobra.

-Dejame adivinar qué incluía esa famosa "Argentine experience": un par de asaltos a mano armada, uno en el hotel y otro en algún bolichón de San Telmo; un tachero avivado que los "paseó" en más de un sentido; un motochorro que se alzó con alguna camarita digital y/o notebook; un punga de la calle Florida que los bolsiqueó y se quedó con varias "hojas de lechuga"; mozos, camareras y boutiqueras con un inglés más patético que el tuyo; miradas y comentarios homofóbicos de más de un portero de edificio; trekking por veredas rotas y baches porteños; sauna al aire libre en el microcentro; carne "marcada" del día anterior y chorizos de dudosa procedencia...

-¡Qué negativa que sos, Gina! ¿O acaso no sabés que Buenos Aires es super "gay friendly"? Les encanta venir.

-Eso de "gay friendly" ya me suena discriminatorio. Es como el que dice que es amplio de criterio porque tiene un amigo judío, otro negro y otro asiático.

-Che, Yoli, ¿y es cierto que en el Hotel Axel hubo una "botox-party"?

-Porsu! ¿O acaso no me ven más lisita? Yo me "presté" para la demostración, y me ahorré 150 dólares.

-Vos no te prestás, Yoli. Te regalás. Sos una rata ventajera.

-Miren, chicas, cuando una es pobre, tiene que agudizar el ingenio. Gracias a eso, me pasé una semanita de película, chupando, morfando y moviendo el esqueleto a cuerpo de rey.

-¿Ustedes sabían que el turismo gay nos deja 600 palos verdes por año?

-¿Y se puede saber por qué son tan ricos?

-Entre otras cosas, porque no tienen hijos. Se ahorran, por ejemplo, los 1.000 mangos de promedio que tenemos que gatillar al comienzo del ciclo lectivo, entre matrículas, cuotas, uniformes, útiles, calzado, transporte, y la mar en coche.

-Leí que algunas de las comodidades del modesto crucerito en el que vinieron son: pileta, cancha de tenis, mini golf, pista de patinaje sobre hielo, gimnasio, spa, casino, cine, discoteca. Diez luquitas verdes por persona. Una bicoca.

-Lo voy a tener en cuenta para mi próxima vida. En ésta, ya perdí.

-No por nada, "gay" quiere decir "alegre". Claro, con tanta guita y placeres, ¿quién puede estar triste?

-Nosotras: secas, solas y aburridas como ostras.

-Che, ¿y si organizamos un crucero hetero? Digo, para "Solos y Solas".

-No creo que nos dé el bolsillo ni para una barcaza o un chinchorro. Con suerte, un catamarán.

-Yo no ligué nada ni en el "Malón del Pirata". Y eso que estaba oscuro.

-Más que "Infinity", el nuestro se tendría que llamar "Infortunio".

-¡Qué no se diga, chicas! ¿Por qué no "Inflamable" o "Infartante"?

-No, amigas. Si el objetivo es la trampa, voto por "In Fraganti". Da más el target. Chin, chin!


airinbianchi@yahoo.com.ar