Estudiantes revivió con todo

Fue "la" noche de Estudiantes. Además de la de Alejandro Sabella, en su debut como técnico. Sin duda que también la de Mauro Boselli que volvió al gol con un triplete, nada menos. Y la de un equipo que recuperó la memoria y todo lo hizo bien aunque, hay que remarcar, enfrente tuvo a un muy endeble rival.

"Sucedió que Estudiantes hizo todo bien y nosotros todo mal", fue la amarga reflexión del técnico visitante Rubén Darío Insúa y que, sin duda, refleja crudamente lo que sucedió en el Estadio Ciudad de La Plata en cuanto a diferencia de actitudes.

Antes de que se cumpliera el primer minuto ya había anunciado el equipo albirrojo con un desborde de Boselli por izquierda con centro al área que no pudo conectar la Gata Fernández con todo el arco a su disposición.

Fue el preámbulo de lo que después vendría, una actuación impecable de Estudiantes que dio una lección de presión, toque y efectividad, con aditamentos invalorables de actitud y predisposición, con lo que le desnudó al conjunto ecuatoriano marcadas limitaciones defensivas, mucha endeblez en el medio y una escasa presencia ofensiva.

Y en la noche también de las asistencias estupendas, el equipo de Sabella, cuando apretó el acelerador, dio cátedra en cuanto a precisión y contundencia.

Dueño de todo desde el arranque, en el minuto cuatro, tras un centro de Pérez desde la derecha, Verón capturó una pelota fuera del área, se metió en ella por la derecha, levantó la cabeza y el puso un centro exacto a Boselli que solo tuvo que poner la cabeza para mover el tanteador y después quedara ronco de tanto gritar su primer gol en la temporada, después de poco más de mil minutos de sequía personal.

El monólogo de Estudiantes siguió proyectándose en el tiempo, la visita se veía desbordada por todos lados y era cuestión de un nuevo acierto, de otra asistencia, para que se ampliara el marcador.

Veinte minutos después de aquel primer grito, fue Benítez el que le puso un pase perfecto en profundidad para Boselli que rompió por derecha y cuando enfrentó al golero García lo superó con un toque preciso por sobre su cuerpo buscando el palo derecho.

No sacó el pie del acelerador Estudiantes. Siguió buscando. Como si el partido estuviera empatado. Dueño del medio con un Braña cortando y apoyando, dándole a Verón la posibilidad de abocarse más a la creación de juego, aunque el capitán no podía con su genio y también dio una mano en la marca, fue dueño y señor del partido.

A la visita le costaba horrores poder desplegarse en ataque. Partido en dos, perdía ante la presión y la marca albirroja, y en la única llegada que tuvo en el primer tiempo, la pagó con el tercer gol de Estudiantes.

Mandra, de media vuelta, obligó a Andújar a mandar la pelota al córner contra su palo derecho. El córner llegó desde la izquierda y la pelota la atrapó arriba otra vez Andújar que sacó largo, bien largo, habilitando a Enzo Pérez que se metió en el área como total libertad, tan mal parado estaba el fondo de Quito, y después ante la salida de García lo superó con remate cruzado al parante derecho.

Tres a cero y partido liquidado. El segundo tiempo estuvo demás. Estudiantes graduó el ritmo pero siempre siendo el dueño de todo. La única modificación que tuvo que realizar su flamante técnico, ante la salida por lesión de Alayes (esguince grave de rodilla izquierda) fue la de correr al centro a Cellay para que Díaz pasara a cubrir el lateral izquierdo.

Con dos cambios al mismo tiempo, la visita trató de reaccionar, pero siguió adoleciendo de singular intrascendencia a la hora de generar juego y de una tibieza notable a la hora de atacar. Ni hablar cuando le tocada defender, donde mostró fallas individuales y colectivas muy groseras.

Daba entonces toda la sensación que el cuarto gol estaba por caer. Debía mediar otra asistencia. Hubo un cabezazo de Desábato que Corozo rechazó de cabeza sobre la línea, y a los 23' Benítez, desde la izquierda, le puso una pelota en la cabeza de Boselli que la terminó clavando en el ángulo superior derecho de García.

Y el partido se fue apagando como arrancó, con Estudiantes dueño y señor de todo. El equipo albirrojo, en la noche del debut de Sabella, de la aparición goleadora de Boselli, en la noche de las estupendas asistencias, y del rendimiento equilibrado en todas las líneas, demostró que está vivo y con hambre de meterse en los octavos de final de la Copa Libertadores.