Para los románticos de la música

La música suena mejor si se reproduce en tocadiscos. Eso es algo en lo que la mayoría de los románticos de la música concuerdan. Un invento casi centenario, sucesor del fonógrafo de Thomas Edison, que ha sobrevivido a los avances tecnológicos, por suerte para los melómanos, porque las cintas de cassette de los “walkmans” y los CD’s de los “discmans”, mucho más jóvenes, quedaron pronto desplazados por el éxito de los formatos digitales.

El aspecto de The Vinyl Table (La mesa de vinilo) también transporta al pasado. Inspirada en la decoración de mitad del siglo XX, época dorada de los vinilos y sus tocadiscos, este modelo del diseñador noruego Stian Herdal del estudio HRDL (en la ciudad de Kristiansand, Noruega), está fabricado en madera de roble y tableros de “look” sesentero de Valchromat, con los que este fotógrafo comercial de profesión crea la puerta de persiana de la mesa.

El modelo -que no incluye el aparato- incorpora dos espacios con una amplia capacidad de almacenaje para una nutrida colección: caben hasta 200 vinilos, colocados de manera cómoda para pasar de un título a otro rápidamente, como se hace (o hacía) en los estantes de las tiendas de música, y escoger el que se quiere reproducir. El cliente puede solicitar las personalizaciones y cambios que quiera.