“En este ciclo quiero tratar de ser un poco más pacificador dentro del Club”

Por WALTER EPÍSCOPO
wepiscopo@eldia.com

Amado por muchos, criticado por otros, Pedro Troglio está de vuelta en Gimnasia y Esgrima La Plata. Su tercer ciclo está en marcha. Un tercer ciclo que -él mismo cuenta- jamás pensó que se le iba a dar tras su salida, hace solamente dos años.

Por momentos se muestra más calmo, pero su forma de ser está intacta. No cambia antes o después de empezar a grabar la charla.

- Llegaron y no pararon, a pesar que la pretemporada arranca el 18 de junio.

- Sí, porque se dio la posibilidad de tomarnos un mes y pico para dedicarnos pura y exclusivamente a los chicos de las inferiores, que a veces en el momento del trabajo no lo vas a poder hacer diariamente. Pero esta etapa me da la posibilidad de ir, de ver, y de empezar a elegir, y que cuando tenga que subir a alguno, no me pase como me pasaba con Meza, que tenía que mostrarle el video y explicarle en un salón lo que queríamos. Estos chicos ahora van a saber todo cuando suban.

- ¿Viste partidos y prácticas, te sorprendieron pibes como Melluso o Gómez, por ejemplo?

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- Saquemos a los chicos que jugaron en Primera que esos lo han hecho con creces, lo han hecho muy bien, y ya los cuento como que son jugadores que van a presentarse en el primer equipo. El trabajo diario con los chicos me sorprendió realmente. Porque los trabajos que hicimos son intensos y generalmente salen bien si hay una jerarquía importante, porque son trabajos de mucha intensidad, de mucha presión, y la verdad que han salido muy bien. Quiere decir que hay mucho material. Hay material. Lo que pasa es que estamos en un año difícil para Gimnasia. No es un año como por ejemplo hace dos años atrás, que por ahí decías, “vamos a probar”. No. No podés probar nada. Nosotros este año tenemos que hacer muchos puntos, entonces necesitamos que los chicos estén bien y así tratar de ir llevándolos de a poco. Pero a mi me parece que hay buen material, que se ha trabajado bien.

- ¿Qué pensás de lo que le pasó a Facundo Sava?

- A veces hablamos de la suerte, y el Colo sinceramente no ha tenido suerte me parece. Existe el factor suerte también. El Colo ha perdido partidos increíbles, donde merecía ganar, y yo pienso que he ganado partidos increíbles que no merecía ganar a veces. Entonces, creo que simplemente fue un bajón que le tocó a Gimnasia y que le tocó vivir a un par de entrenadores.

- En 2005 llegaste luchando por mantener la categoría; en 2011 en la B Nacional; y ahora donde hay que sumar mucho para no tener problemas con el Promedio. ¿Cuál ves que es la peor de las tres?

- (Casi sin dejar de terminar la pregunta) La primera, la de 2005 creo que fue la peor. Quedaban doce fechas y terminaba el campeonato. Estábamos en la séptima fecha del torneo que definía el descenso y estábamos abajo. Y me acuerdo un partido que jugábamos en cancha de Argentinos Juniors. En esa fecha Olimpo le gana a River en el Monumental, Instituto le gana a Boca en Córdoba. Si perdíamos quedábamos en descenso directo, pero ganamos 2 a 1, volcamos a Argentinos abajo, y empezamos a afianzarnos. Pero antes, tené en cuenta que habíamos perdido tres partidos seguidos apenas llegué. Y después metimos siete victorias, dos empates y una derrota, y con eso nos salvamos del descenso. Esa fue la peor.

- Después de irte en 2016, ¿hiciste una autocrítica de lo que pasó? ¿Pensaste, hice mal esto, la próxima vez voy a hacer tal otra?

- Creo que tengo que tratar de entender que tengo una historia muy grande en este Club como jugador y como técnico. Y que como tengo una historia tan larga, me ha tocado vivir todo. Éxitos rotundos, fracasos rotundos, momentos difíciles a nivel clásicos. Hay un montón de situaciones que me han tocado vivir. Y lo de los clásicos lo emparento desde 2003 a esta parte, pasaron 15 años y ganamos tres clásicos, de los cuales nosotros ganamos dos y el otro lo ganó Cocca. En las dos veces que me fui, en el medio se jugaron nueve clásicos una vez, y cuatro ahora y tampoco se ha logrado ganar, salvo el de Cocca. Entonces, es un problema generalizado que tenemos y que tenemos que tratar de romper. Pero lo que sí quiero tratar de hacer este año es ser un poco más pacificador dentro del Club. Yo me volvía loco con los contras míos dentro del Club, no entendiendo porqué eran benévolos con otros cuerpos técnicos, y me castigan tanto a mí. Pero sí, tantos años me ponen en un lugar donde hay muchos que te aman y otros que te odian, y esto hay que tratar de pacificarlo, entenderlo, soportarlo, y pensar pura y exclusivamente en Gimnasia y sacarlo adelante.

- Hay hinchas que decían, “hasta que no vuelva Troglio no voy más a la cancha”; y también están los que dicen “hasta que no se vaya Troglio no vuelvo a la cancha”.

- Están los que te quieren demasiado, como están los que creen que sos dañino para el Club. Gracias a Dios creo tener muchísimo apoyo, pero también creo que el que no me quiere, a su vez quiere que le vaya bien a Gimnasia. Y eso en definitiva, es lo que queremos todos... (Pedro hace una nueva pausa y sigue) ¿Qué pasó? Yo en un momento me volvía loco, me enojaba, eran los inicios de las redes sociales en mi anterior etapa en Gimnasia hace unos años, del twitter. Me volvía loco y capaz que salía a enfrentarme con hinchas del Club porque no te quieren. Y bueno, no te quieren, y no te quieren, “ya está Pedro, qué va a ser”, me decía, “listo”. Quedate y pensá solamente en el Club y esa es mi idea hoy. De venir más pacificador, pensar en ganar y nada más.

- ¿Tampoco de involucrarte tanto, si falta un botellón de agua, que lo vaya a comprar un dirigente?

- No. Porque eso lo haría. Eso sí que lo haría. Un día faltaba el hielo y no había nadie que tuviera plata, yo tenía plata, entonces lo voy a comprar. Porque es más fácil que lo compre yo a que lo compre un jugador o un utilero, que por ahí no tienen capaz. Entonces, eso sí. Lo lógico es que no pase. Sería ideal que no pase. La verdad encontré al Club muy bien, creo que no es el problema ese hoy.

- Pellegrino dijo que quería darte herramientas que no habías tenido antes.

- Está bien, pero hoy el Club está mejor. En aquel momento no estaba tan bien y se dio esa situación. Después es como todo, cuando vos ganás, dicen todos “qué fenómeno Pedro, hace todo...”. Y cuando perdés, dicen “ocupate del equipo nada más...”. Pero a mí no me importa eso, yo estaba feliz de hacer todo, lógicamente que prefiero dirigir el equipo y nada más.

- ¿Qué pasó en tu familia cuando tiraste que volvías a Gimnasia? Por que tus hijos seguían viniendo al Bosque.

- Sí, ellos seguían yendo, van a la popular. Tené en cuenta que vine a fines del ´96 y Gianluca es categoría ´95. Entonces el mamó Gimnasia. Cuando yo jugaba entraba conmigo a la cancha, y se fue enamorando del Club y de chiquito su equipo era Gimnasia. Y las chicas lo mismo, Iara no había nacido. Ahora, Pedrito y Mirko son socios al minuto. Y Ale, mi mujer, lo mismo. Después que me fui la última vez, era tabú hablar de la posibilidad de volver a Gimnasia. Cuando nos fuimos, nos fuimos heridos, tristes. Fue muy duro.

- ¿Te costó levantarte en esos meses?

- Sí, claro. Me costó hasta hoy. No es que yo digerí el momento de cómo me tuve que ir, y de que me hagan responsable de un montón de situaciones que no tengo nada que ver. Porque cuando te vas, te vas salpicado y sos la peor lacra del mundo. Y yo digo, “qué locura”, porque uno lo único que siempre esperaba, era el bien del Club. Pero claro, vivo de esto, qué querés también... Si mañana tengo cien edificios, vengo a Gimnasia a divertirme, a dirigir tranquilo, pero tengo que seguir laburando porque tengo seis hijos y tengo que seguir dándole de comer. Pero me costó digerirlo, el pensamiento era, “no creo que haya que volver, ya está”, “es un capítulo cerrado”, pero después cada día que empezó a salir la posibilidad ya era “y bueno... pero”. Y un día, Ale me da un visto bueno que es terrible. Ella era la que me veía sufrir, la que estaba al lado mío, y me dice, “mirá, si vos tenés ganas de volver, volvé”. Entonces es como que me abrió la puerta a la tranquilidad, y justo ahí me llamó Pellegrino. Y otra vez...

- Se habla de la espalda de los técnicos. Alguna vez pasó con Griguol, hoy parece que la espalda de Troglio es la que se banca ciertos momentos. ¿Sentís que es así?

- Yo creo que me avalan el 53 por ciento de los puntos hechos en el Club. Hemos sido, junto con Griguol, los que más puntos hicimos, los que más ganamos y los que más jugadores se vendieron en nuestra época. Entonces, ¿tuviste cosas malas? Y sí, qué querés, dirigí 8 años, un Club que nunca ha estado económicamente estupendo, algo malo me va a pasar. Es difícil también que todo te salga perfecto, pero tener tantos puntos en tantos partidos es bueno. Y después, tengo una aceptación que se da por lo que he sido como jugador y que se trasladó a mi etapa de técnico, y seguramente que en un momento difícil es más fácil contar con alguien que tenga un poco más de aguante o de banca de mucha gente, que un improvisado o uno nuevo que no sabés qué puede pasar.

- Vos solo hablaste del clásico. ¿tanto te pesa?

- No, a mí no me pesa. Tengo una historia como jugador ganando clásicos y haciendo algún gol. Pero además, jugué una final del mundo, que me vengan a decir el clásico esto o lo otro... Nosotros jugamos un clásico en 2005 cuando Estudiantes luchaba el título y nosotros estábamos abajo y ganamos 4-1. Después sí, perdí un clásico terriblemente duro, me fui y se jugaron creo nueve u once clásicos y Gimnasia no ganó ninguno, salvo uno con Cocca. Luego volví, y es verdad, jugamos ocho clásicos oficiales donde empatamos cuatro y perdimos cuatro, ganamos uno por Copa de Verano en Mar del Plata. Me volví a ir, se jugaron cuatro clásicos más y a Gimnasia no le tocó ganar. Entonces, digo que es una historia negativa que se dio durante 15 años, donde estoy involucrado yo también en ese momento negativo, pero no es propiedad pura y exclusivamente mía. Es mía y de un montón que hemos pasado. Al menos a mí me tocó ganar dos veces aunque sea. Hay otros que han jugado dos o tres y no han podido ganarlo. Más allá de esto, siento que es un compromiso y una de las deudas pendientes, que tengo que tratar de empezar a cambiar esa historia. Aparte de sumar puntos, cambiar esa historia también.