Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Código de Convivencia se llama y, aunque suene obvio remarcarlo, sirve para ordenar la vida en sociedad.
No debiera llamar la atención que se intente reformarlo para, así, adecuarlo a las nuevas demandas que requiere la Ciudad.
Las aspiraciones del Poder Ejecutivo local -que desde el recambio en diciembre de 2015 promete un nuevo Código- deberá ahora pasar el tamiz del Concejo Deliberante.
La letra fría del acuerdo al que se llegue por consenso -o por la imposición de las mayorías en el cuerpo deliberativo- podrá aumentar las penas y las multas para diversas actividades que se consideren fuera de toda norma; se podrá penar a los vecinos por ruidos molestos, o se podrá regular o castigar la protesta social. Pero nada de lo que contenga el texto final del Código tendrá valor si no existe un generalizado convencimiento de que debe ser cumplido.
El poder político, entonces, tendrá la responsabilidad de castigar las faltas y los ciudadanos, a su vez, deberán asumir la no menos importante obligación de respetarlo.
No son leyes, códigos y ordenanzas las que faltan en la sociedad. El bien, por cierto escaso en estas tierras, es el de la voluntad de cumplir lo que esas normas dictan.
LE PUEDE INTERESAR
La recuperación del poder de policía para la Justicia de Faltas
LE PUEDE INTERESAR
Contempla arrestos por no pagar en término las multas
No es lógico, ni tampoco habla de una sociedad sana, una sociedad en la que en las calles sólo se impone la ley de la selva.
No es lógica una Ciudad en la que cuatro manifestantes se arrogan el derecho a cortar durante toda una mañana la esquina de 7 y 49. No habla de una sana convivencia social una urbe en la que los manteros toman las veredas como propias. Flaco favor le hace al bien común la desaprensión de los vecinos que, sin importarle siquiera la molestia que le ocasionan a quien vive puerta de por medio, hace y desahace a gusto y placer.
Fijar normas y reglas claras de convivencia, seguramente, servirá y mucho. El poder político debe, sin embargo, saber que si la comunidad aprende a respetar los límites que se le fijen, luego premiará o castigará con votos, a quienes no hagan cumplir las normas que se les imponen.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Básico Promocional
$120/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Full Promocional
$160/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2024 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro D.N.D.A Nº RL-2019-04027819-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí