Tras la angustia, ponen bajo la lupa a la “embarazada” que se había esfumado

Sandra Sepúlveda (40), la mujer que, según su esposo, desapareció por un “túnel” que une la Maternidad del Hospital San Martín de La Plata con otro pabellón fue ubicada sana y salva en el barrio porteño de La Paternal.

Ninguna conjetura de mediados de la tarde de ayer, tras casi un día y medio de ausencia, indicaba que podría estar en la casa de su hermana, donde también estaba el padre.

Según el relato que hizo ante el fiscal Marcelo Romero, a cargo de la causa judicial en la UFI Nº 6, ella estaba embarazada de 40 semanas y el jueves fue al San Martín porque le iban a hacer una cesárea. Tenía turno a las 8 pero unos minutos antes fue al baño y sintió que una mujer con ropa de médica le tocó un hombro y se desvaneció. Cuando volvió en sí estaba en Constitución y en su vientre no estaba el bebé que se desarrolló en 9 meses.

Eso fue unas cuantas horas de que la Policía la encontrara con los familiares. Tras un parto o una cesárea clandestinos de los que no tuvo registro hasta pudo hacer trámites en capital. En ese lapso no se sentía bien emocionalmente como para llamar a su pareja, Mauricio Martínez Paz (38) ni prestó atención a la enorme trascendencia pública que tomó su búsqueda.

“Inverosímil”. Así calificó una fuente de Tribunales vinculada con la investigación todo lo que, según indicó la fuente, declaró la mujer ante el fiscal Romero. La mujer llegó de capital federal escoltada por policías y estuvo a disposición del fiscal hasta pasadas las 21. Afuera esperaba su compañero, quien dio una versión coincidente sobre el momento y lugar de la desaparición, pero tampoco convenció a Romero y a los policías.

La versión del hombre sobre el baño y el túnel había sido puesta en duda por el director del Hospital, Alberto Urban, quien explicó que al lado de esos sanitarios de la Maternidad hay policías y guardias de una agencia privada. También dijo que no había registros del ingreso de la pareja al enorme complejo de 53 mil metros cuadrados distribuidos en 4 manzanas, pero aclaró que hay accesos sin cámaras.

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También informó ante la Justicia que Sepúlveda no es paciente del servicio de Obstetricia del San Martín. “No hay registro de que se haya atendido acá ni tenía turno” para una intervención declaró ante la prensa y ante el fiscal Romero.

En una jornada cargada de angustia la Policía también analizó los celulares del matrimonio. Se determinó que el teléfono de la mujer se había encendido en la esquina de 2 y 51 a las 7.58 del jueves y luego en Constitución y San Telmo, cuatro veces entre las 9.57 y las 10.40.

Según Martínez Paz, al volver de fumar en un patio del Hospital y no encontrar a su mujer en la zona de los baños, le sonó el teléfono. Atendió y escuchó la voz de Sepúlveda, en tono dramático, diciendo que se la estaban llevando.

Según pudo saber este diario, tras escuchar el relato de la mujer, el fiscal Romero profundizó con respecto al embarazo y las circunstancias en las que pudieran robarle a su hijo. “¿Usted cómo sabe que estaba embarazada?”, le habría preguntado el fiscal y la mujer habría respondido que algunas “pérdidas” que había tenido indicaban ese estado.

La conversación, con un fiscal que insistía se puso tensa. Tanto que la mujer se “enojó” y en ese momento Romero decidió suspender la comunicación.

Le aclaró luego a ella y a su pareja que no tienen impedimentos legales y podían irse a su casa, en Villa Argüello. Por fuera de esta pesquisa el hombre está acusado en la causa por presunto abuso sexual contra una hija de una ex.

Al margen de eso, el fiscal solicitó la opinión de expertos en ginecología para determinar si la mujer, que tiene dos hijas, estuvo embarazada. Además, solicitó que se le realice un peritaje psiquiátrico para determinar si está en condición de declarar.