Ataron con precintos a una familia y le robaron una gruesa suma en dólares y en pesos

Promediaba la tarde del jueves cuando en una vivienda de 80 entre 4 y 5 estaba en su interior, tomando mate, un matrimonio con la nuera de su hijo de 30 años, quien a su vez se hallaba en la puerta del inmueble haciendo una instalación electrónica en un auto.

Esta última circunstancia no pasó desapercibida para tres delincuentes fuertemente armados, quienes lo redujeron encañonándolo y lo obligaron -bajo amenazas de muerte- a entrar con ellos a la finca.

La banda conocía los nombres de las víctimas. Y hasta que en el quincho tenían un pool

Durante media hora ambas parejas quedaron a merced de la banda, que ató con precintos plásticos a tres de los cuatro integrantes de la familia. Por expreso pedido de las otras víctimas, sólo se apiadaron de la mujer mayor, debido a que padece una discapacidad neurológica.

Y luego se abocaron a revisar las habitaciones y otras dependencias de la vivienda, a la que dejaron en un completo desorden, apoderándose de una fuerte cantidad de dinero nacional y de moneda extranjera, así como también de algunas joyas, tres estéreos, un parlante de auto, un celular y hasta algunos psicofármacos.

LE PUEDE INTERESAR

Pese a que le dañaron el frente de su farmacia, luego los invitó a comer sandwiches y tomar café

LE PUEDE INTERESAR

Desbaratan una red de trata de personas y liberan a cuatro mujeres

“ME ARRUINARON”

En la tarde de ayer, el dueño de casa, Hugo Meléndez (56), recibió en su domicilio a EL DIA y relató en detalle cómo se desarrolló el asalto que sufrió junto a los suyos.

“Esto pasó entre las 16.30 y las 17, cuando sorprendieron a mi hijo en la puerta de casa. Los delincuentes eran tres, de entre 20 y 26 años, todos con una pistola, y uno de ellos cubría la mitad de su cara con un cuello polar. Cuando vi entrar a uno de ellos que nos apuntaba, no lo podía creer”, reflejó el hombre.

También citó que les ataron las manos con precintos. “Al menos no lo hicieran con mi mujer, que padece una discapacidad por una enfermedad neurológica. Pero a mi hijo lo llevaron dos de ellos a uno de los dormitorios, donde le taparon la cabeza con una sábana y en el piso le pegaron un par de patadas, pese a que estaba atado”.

Sobre lo sustraído por esta banda, reveló que “a mí me robaron 6.500 dólares y 11.000 pesos, dos alianzas de oro, otro anillo de oro, aritos de oro, una cadena con una cruz y el celular”.

Acotó que a su hijo le quitaron 70.000 pesos y 4.000 dólares. “Nos arruinaron, se llevaron todos mis ahorros”, se lamentó.

Sin poder ocultar su bronca e indignación, no dudó en afirmar que “esto fue una batida”.

Y para fundamentar esa apreciación, aludió a que “los mismos delincuentes me decían que nos habían entregado. Y nos llamó la atención que conocían los nombres de cada uno de los que estábamos en casa, e incluso, tenían hasta el dato preciso de que en el quincho tenemos una mesa de pool”.

“Inclusive -continuó Meléndez- me decían que había cambiado 100.000 dólares con un `arbolito`, lo cual es un disparate porque nunca tuve ese monto de dinero”.

Asimismo, indicó que cuando los ladrones huyeron “en una camioneta Chery blanca”, un vecino “los siguió en su moto hasta 117 y 90, donde los perdió”.