Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Toda la semana |REALEZA ROMÁNTICA

Alfonso y Mercedes: amor y tragedia en la corona española

El tatarabuelo del actual monarca de España se casó con una prima a la que amó profundamente, aunque por muy poco tiempo

Alfonso y Mercedes: amor y tragedia en la corona española

El casamiento de Letizia y Felipe VI en la Catedral de la Almudena

VIRGINIA BLONDEAU
Por VIRGINIA BLONDEAU

23 de Febrero de 2020 | 07:52
Edición impresa

¡Oh, el amor, el amor! Ese sentimiento que mueve montañas celebra su mes en febrero. El 14, para ser exactos, se conmemora la muerte de un sacerdote romano, luego santificado, llamado Valentín. Parece que el buen hombre casaba a las parejas enamoradas a pesar de que el emperador Claudio Gótico había prohibido las bodas para que los jóvenes estuvieran mejor dispuestos para ir al frente de batalla. Es ésta, una de las tantas leyendas que rodean al santo y nos valdremos de ella para conmemorar una de las historias más románticas del siglo XIX, protagonizada por dos integrantes de una familia real.

Quieren hoy con más delirio
A su rey los españoles
Pues por amor va a casarse
Como se casan los pobres

El rey al que reza la copla es Alfonso XII, tatarabuelo de Felipe VI, y la novia es la dulce, hermosa y joven María de las Mercedes de Orleáns. Queda demostrado así que, aunque la mayoría de las bodas celebradas en la realeza eran por conveniencia, en algunos casos existió el amor.

Los españoles, contentísimos ya que estaban muy acostumbrados a casar a sus reyes y reinas con advenedizos, aprovechadoras y contrahechos y veían como normal cuernos, desplantes y asesinatos. Sin ir más lejos a la madre del mismo Alfonso, la reina Isabel II, la habían obligado a casarse con su primo a quien describió perfectamente con estas palabras: “qué voy a decir de un hombre que en la noche de bodas llevaba en su camisa más bordados que yo en la mía”. Isabel, que necesitaba herederos, tuvo que buscarles un padre entre generales, cantantes y secretarios. Doce hijos tuvo y no se sabe si alguno fue de su legal marido.

Pero volvamos a Alfonso y María de las Mercedes. Aunque no podían recordarlo, los novios se habían conocido en el bautismo de ella, en 1860. Y es que eran primos hermanos: la reina Isabel II de España tenía una hermana, Luisa Fernanda, casada con Antonio de Orleans, un príncipe francés. Eran los padres de María de las Mercedes, entre otros muchos niños. La pareja residía en Sevilla en donde eran muy populares y donde, para disgusto de Isabel, habían creado una especie de corte paralela.

Es posible que Alfonsito y Mercedes se hayan encontrado alguna vez más en su infancia pero en 1868 una revolución mandó al exilio a ambas familias y no volvieron a verse hasta que ella tenía 12 años y él 15, en París. Y allí surgió el flechazo. Pero claro… demasiado jóvenes. A Alfonso le esperaba aún formarse y estudiar por si la revolución fracasaba y lo convocaban para ser rey de España. Bueno… y también le esperaban largas noches de juerga y buen beber. Noches parisinas que con frecuencia se transformaban en día. No estaba solo en este cometido. Un argentino ¿cuándo no? lo acompañaba en sus desmelenes. Fabián Gómez y Anchorena había nacido en Buenos Aires en 1850 y pertenecía a la élite porteña. Era rico, muy rico, ya que sus padres habían muerto cuando él tenía cinco años y había heredado sus fortunas. Siguiendo un amor había viajado a Italia pero el amor falló y decidió saborear las mieles de un París en su apogeo. Allí lo conoció a Alfonso y se hicieron íntimos amigos. Bancó Fabián las salidas pero también puso a disposición su dinero para la gran causa: el regreso de la monarquía a una España convertida en república.

No sabemos cuánto tiene Felipe VI que agradecerle a Fabián estar hoy en el trono pero lo cierto es que la revolución fracasó y en 1874 el jovencísimo príncipe fue llamado a reinar en su país con el nombre de Alfonso XII. Y se llevó con él a Fabián ¡faltaría más! Las noches madrileñas también supieron de sus aventuras pero el rey sabía que su vida de calavera tenía los días contados: por más hijos que tuviera con actrices de dudosa calaña (para los cánones de la época, se entiende) debía casarse y tener herederos. Así que, una vez asentado en el trono, trajo del exilio a sus tíos Orleans con todos sus hijos. Y comenzó, ya sin reparos, el cortejo a Mercedes.

A la madre, la ex reina Isabel, no le gustaba ni pío el asunto. Y es que odiaba a su cuñado, el padre de Mercedes. Y no era para menos: Antonio de Orleans era un traidor, un arribista. Tampoco la corte y el gobierno estaban de acuerdo con el compromiso hasta que apareció en escena la propia Mercedes. Era tal su gracejo (no por nada se había criado en Andalucía) y su hermosura que todos llegaron a la conclusión que los pecados de los padres no tienen por qué pagarlos sus hijos. Si hasta cuando se discutió la posible boda en el Congreso, un diputado sentenció: “Mercedes es un ángel y los ángeles, señores, no se discuten”.

Un argentino acompañaba a Alfonso XII en sus desmelenes: Fabián Gómez y Anchorena

 

A la suegra, eso sí, nadie la pudo convencer y decidió que por nada del mundo asistiría a ese enlace. Fabián Gómez, ahora conde del Castaño por gracia del rey, la aceptó encantado aunque sabía que, por lo menos por un tiempo, se terminarían sus correrías.

Por fin, el 23 de enero de 1878 el rey y su prima contrajeron matrimonio y pasearon por las calles su amor ante un pueblo que los aclamaba. Nunca, ni antes ni después, fue una pareja real tan popular en España.

Dos meses después la reina sufrió una hemorragia por un embarazo perdido. No había nada que temer… eran ambos muy jóvenes y ya vendrían otros niños. Pero Mercedes nunca se repuso. Alfonso trajo a los mejores médicos de la corte y mandó a llamar a los padres de su esposa quienes muy pronto se dieron cuenta que tenía tifus, la misma enfermedad que ya les había arrebatado a dos de sus hijos. El 26 de junio de 1878, cinco meses después de su boda y dos días después de haber cumplido 18 años, Mercedes murió. Y se convirtió en mito.

Ahora los miembros de la realeza pueden elegir a quién los acompañará toda la vida

 

Alfonso no podía con su pena, la velaba y se negaba a darle sepultura. Recordaba con su actitud a la reina Juana, conocida por la historia como “la Loca”, quien deambuló por España durante meses con el féretro de su marido negándose a enterrarlo.

Pero Alfonso tuvo que reponerse a la fuerza. Era el rey de España y como tal debía ejercer. Lo ayudó (o no) ahogar sus penas en alcohol en las juergas madrileñas a las que volvió con su amigo Fabián. Hasta que, por obligación, tuvo que buscar una segunda esposa… y no podría haber elegido una más distinta que la primera. María Cristina de Habsburgo-Lorena era fea y antipática, de una moral intachable (pasó a la historia como doña Virtudes) pero sana y fértil. Cuando la conoció estaba acompañada de su madre, la bella archiduquesa Isabel, y cuenta la leyenda que cuando su secretario y amigo quiso hacerle ver las virtudes de su futura esposa, Alfonso le respondió “No te esfuerces en querer quedar bien, Pepe, a mí tampoco me ha parecido muy guapa... pero te habrás dado cuenta de que la que está cañón es mi suegra”. La austríaca y el rey se casaron, tuvieron dos hijas y, cuando ella estaba embarazada por tercera vez, Alfonso XII, murió. Tenía 28 años. Su hijo póstumo reinó como Alfonso XIII.

¿Y qué fue de los otros protagonistas de esta historia? Fabián Gómez, conde del Castaño, no tenía cabida en esa austera y recta corte de María Cristina y mucho menos cuando el rey murió, así que regresó a Buenos Aires. No haré spoiler del desenlace para que los lectores que se sientan motivados a leer el excelente libro “Un dandy en la corte del rey Alfonso” de María Esther de Miguel, una semblanza novelada sobre la vida de Fabián.

El 23 de enero de 1878 el rey y su prima contrajeron matrimonio ante un pueblo que los amó

 

El cuerpo de María de las Mercedes debía reposar en el panteón de El Escorial pero, durante su noviazgo, lo había visitado con Alfonso y había salido espantada por lo lúgubre y oscuro. De modo que Alfonso decidió construir, a instancias de su futura esposa quien donó cuantiosas joyas y dinero, la Catedral de la Almudena para que un día muy lejano, reposaran sus restos. Quiso el destino que en menos de un año, cuando aún ni siquiera habían comenzado las obras, Mercedes necesitara una tumba. La Almudena fue terminada y consagrada recién en 1993 y en 2000 los restos de Mercedes fueron trasladados. Justo para ser testigo, cuatro años después, de una boda celebrada allí y que, como la de ella, también fue por amor: la de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, hoy reyes de España.

El círculo parece cerrarse y es gracias a que en pleno siglo XXI los miembros de la realeza pueden elegir al hombre o la mujer que los acompañará toda la vida. Es posible que este nuevo orden los baje del pedestal regio al que estuvieron subidos durante siglos y, de alguna manera, los convierta en “uno más de nosotros”. Incluso hasta pierdan su condición de reyes y las monarquías se conviertan en repúblicas. Pero el amor es el amor…

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

Multimedia

El casamiento de Letizia y Felipe VI en la Catedral de la Almudena

El rey Alfonso XII y María de las Mercedes de Orleáns, el día de su boda en España

Alfonso XII, tatarabuelo de Felipe VI

María de las Mercedes de Orleáns

La corona y el cetro reales, símbolos de la Monarquía española

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla