A las patadas y con armas largas asaltan una agencia de autos

Los robos a concesionarias de vehículos no suelen ocurrir con frecuencia. El espacio es grande, hay muchos empleados y, por lo general, están ubicadas en sectores de mucho tránsito. Los robos en este tipo de comercios, al menos en La Plata, se dan “por rachas”: entre septiembre y octubre de 2019, un grupo de adolescentes y menores atacaron diversos locales de Tolosa, Ringuelet y el casco urbano. La situación se repitió en diciembre del año pasado, con otros tantos hechos. Sin embargo, en las últimas horas un asalto comando en la sede de Esprit Portau situada en 32 entre 20 y 21, superó con creces los casos mencionados.

El atraco sucedió el viernes por la mañana, quedó filmado por las cámaras de seguridad del comercio y tuvo todos los condimentos de una cinta cinematográfica. Las imágenes muestran a parte de la banda en acción, y no faltan las patadas, las amenazas, las armas largas y “el cuerpo a tierra”.

En la breve secuencia no se observan los rostros de las víctimas, aunque queda claro que se trató de minutos en los que la tensión y el miedo tuvieron un papel preponderante.

“¡AL PISO!”

Conforme revelaron fuentes oficiales a este diario, todo comenzó en el horario de apertura de la agencia. Los empleados se disponían a empezar una jornada laboral como cualquier otra, pero cuatro sujetos encapuchados los interrumpieron. Las armas que llevaban eran variadas, desde pistolas hasta un fusil con los que no dudaron en amenazarlos.

La banda se dividió en parejas y así redujeron a las personas que estaban trabajando en distintas áreas del lugar. En el hall principal dos de los delincuentes se separaron, y mientras uno juntó a cuatro de los damnificados para no perderlos de vista, el otro se dedicó a patear las puertas de las oficinas en busca de algún rezagado.

Luego obligaron a tirarse al piso y colocar las manos detrás de la cabeza a todo el personal retenido, sin dejar de apuntarlos en todo momento.

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El objetivo de los malvivientes era claro. Estaban interesados en hacerse con una buena suma de dinero en efectivo e intimidaron a todos los presentes para conseguirlo. Mientras tanto, la pandilla no sabía que un testigo había dado aviso a las autoridades. Un llamado al 911 alertó a la Policía y personal Gabinete Técnico Operativo de la comisaría y móviles de apoyo Comando de Patrullas La Plata arribaron a la escena minutos después de que los maleantes escaparan.

Lo hicieron a bordo de una Ford EcoSport blanca que abandonaron en 528 entre 18 y 19. La misma tiene un pedido de secuestro activo en jurisdicción de Lomas de Zamora con fecha del 5 de abril de este año. Según pudieron determinar los investigadores, la fuga continuó en otro rodado del mismo color. Sin embargo, el modelo del mismo no había sido determinado. En ese sentido, los voceros remarcaron que será clave el aporte de testigos oculares y de las cámaras instaladas en la zona.

En tanto, de los hechos mencionados al principio de la crónica, dos en particular tuvieron mucha repercusión por la modalidad con la que se cometieron.

El primero tuvo lugar en 7 y 41, donde los ladrones ingresaron tras forzar una puerta y se llevaron un auto atravesando uno de los paneles vidriados que da a la calle 41. Según precisaron fuentes policiales, el hecho ocurrió cerca de las 5 de la mañana, y el rodado era un Volkswagen Polo color gris. Con el pie en el acelerador, escaparon hacia calle 6 en contramano.

Dos días después se vivió una situación casi calcada en 532 entre 8 y 9. El dueño del negocio llegó, como cada mañana, a las 7:30 en punto y antes de empezar a mover los vehículos en el salón de ventas y sobre la vereda para exhibirlos, descubrió que la puerta de vidrio estaba destrozada. Tras un rápido vistazo hacia el interior, vio algo más grave. Faltaba una de las joyas más preciadas de los autos que tenía en venta, un BMW 118 de color negro al que se lo llevaron de la misma forma que en el incidente anterior: a través del ventanal.