Michelle Salas: la historia de la hija negada de Luismi con la que volvió a cortar relación

Para que tu vida sea convertida en telenovela, necesita que haya atravesado por todo tipo de desventuras. La vida de Luis Miguel cumple con el requisito. Fama, glamour, adicciones, romances, traiciones, millones y sangre, Luismi lo tuvo todo, incluso algo que podría ser considerado un cliché para un culebrón, si no estuviera basada en hechos reales: una hija no reconocida.

La historia poco conocida de Michelle Salas, la hija de Stephanie Salas y Luismi producto de un romance joven, comenzó a hacerse masiva el domingo pasado, gracias a la serie que domingo a domingo emite Netflix: los expertos en el Sol de México conocían su pasado, y Michelle, además, se ha convertido en famosa por derecho propio desde las redes sociales, pero durante años Luismi y su equipo consiguieron controlar la narrativa y ocultar al gran público la historia de su relación con su primera hija. Porque, claro, no le convenía a su imagen que se supiera que, durante años, Luismi se negó a reconocer a Michelle y no tuvo contacto con ella.

Pero todo llega, claro, y así es como ya desde la temporada pasada la historia de Michelle comenzó a flotar en “Luis Miguel. La Serie”, como una cuenta pendiente que habría que afrontar incluso si se trata de una biografía “autorizada” del astro mexicano, que queda bien parado hasta cuando se zambulle con el auto y una fan al mar.

Así es que poco a poco la serie comenzó a contar la historia de Michelle y Luismi, aunque, claro, como anuncia un cartel antes de cada episodio, los hechos son ficcionalizados y hay varios desencuentros con la historia real…

Uno de ellos, de hecho, costó la ira de Michelle y Stephanie: en la primera temporada, se sugirió que el nacimiento de la joven influencer fue producto de un amorío fugaz y juvenil, cuando en realidad, Stephanie y Luismi llevaban saliendo años. Era una relación informal, claro, esporádica, con ambos artistas (Stephanie es cantante y actriz) involucrados en giras y vidas que los llevaban de un lado a otro del mundo.

Hace poco, Salas, parte de la dinastía Pinal, una de las más importantes familias artísticas de México, e hija de Sylvia Pasquel, contó que entendía perfectamente por aquellos años a su pareja informal, a la que conoció por amigos en común: “Siempre lo entendí porque su vida era su carrera, sus giras... En cambio, yo tenía una vida muy normal. Estudiaba la prepa, lo acompañaba a algunos de sus shows y él resolvía sus tiempos y sus estudios de otra forma. Salimos durante dos años”, aseguró a la revista Hola!

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Luismi se alejó al enterarse del embarazo de Stephanie, aunque según relató ella misma, volvió a acercarse cuando nació, a diferencia de lo que relata la serie de Netflix, para la cual el artista perdió todo contacto con su hija hasta los 5 años, cuando, instado por su manager argentino (el superhéroe de la serie y parte del entorno “bueno” de Luismi), decidió volver a conectar con Michelle. En la serie, el reencuentro es una herramienta para mostrar a un Luismi que aprende de sus errores y escucha las voces que le hacen bien, antes, claro, de su caída, reflejada en sus desventuras diez años más tarde, que lo llevan a quedar aislado e, incluso, al borde de la sordera.

En la vida real, sin embargo, Luismi conoció a Michelle días después de su nacimiento. “Tuvimos un encuentro muy bonito. Un encuentro en casa, muy agradable, muy emotivo”, recordó aquel acercamiento Stephanie, y reveló además las palabras de Luis Miguel al conocer a Michelle: “¡Cómo se parece a mí! ¡Está divina mi hija!”; a años luz de lo que había declarado apenas meses antes, en una entrevista con Verónica Castro, cuando la actriz tenía uno de los principales programas nocturnos en la televisión nacional: allí, el cantante llegó a negar la existencia de cualquier hijo, tirando que “ahora soy papá. ¡Dios mío, ya no saben qué inventar! Que yo sepa no”.

Conocer a Michelle, sin embargo, reblandeció a Lusimi, que según Salas fue parte de la vida familiar durante los primeros tres años, al menos de forma esporádica. Mientras tanto, en los medios se seguía especulando con que el hijo de Stephanie era de Luismi, pero nadie reconocía nada. Y un buen día, para colmo, por motivos no revelados, el Sol se fue de la vida de Michelle: no volvería hasta que ella, adolescente, comenzó a presionar.

Y aquí también difiere la realidad de lo que muestra la serie: fue una declaración a una revista de Michelle, cuando con 16 años ya modelaba, la que empujó a la reunión familiar. En 2005, la joven le dijo a Quién: “Ya no quiero que me compadezcan por ser la hija no reconocida de Luis Miguel, cuando él sabe que existo”, poniendo fin a años de especulaciones sobre quién era realmente su padre. Su madre, acto seguido, confirmó que Luismi era el padre.

El artista tomó nota y se acercó: comenzarían, un año más tarde, los trámites legales para reconocer a Michelle. Luismi, además, había vuelto a ser padre, del primero de sus dos hijos con Aracely Arámbula, y la paternidad habría motivado al artista a hacer las cosas bien con Michelle. Poco a poco, Luismi, de la mano de Aracely, fue acercándose a su hija. En 2011 le dio su apellido e incluso puso varias propiedades a su nombre.

Michelle, mientras tanto, se convertía en una importante figura de la escena social, a pesar de su deseo, similar al de su padre, de permanecer fuera de los tabloides. Estudió diseño de indumentaria en Nueva York, colaboró con firmas como Dolce & Gabbana, Tommy Hilfiger o Michael Kors y hasta realizó una pasantía en Carolina Herrera. Por años ejerció de blogger y colaboraba con una revista de prensa rosa, mientras construía un perfil en las redes sociales muy atractivo para las marcas.

ROMANCES

En aquellos años, la relación entre Luismi y Michelle custodiaba celosamente su intimidad. Sin embargo, tras algunos años de paz, cuando Michelle tenía solo 19 años, ocurrió un hecho que abrió un abismo entre los dos: la modelo sostuvo un breve romance con el manager y amigo de la infancia de Luismi, Alejandro Asensi. En la serie, se llama Mauricio Ambrosi, y es el manager del artista después de la muerte de Hugo López, una de las voces del bien en el entorno del artista. No es casual, sin embargo, que la serie ya mostró el acercamiento entre Ambrosi, que fue crucial para orquestar el reencuentro de padre e hija, y Michelle: la relación terminó en romance y Luismi terminó echando a Ambrosi. Curiosamente, tras salir con Ambrosi, Michelle encontró una nueva y fugaz pareja: salió algunos meses con Diego Boneta, que terminaría interpretando a su padre en la serie...

Lógicamente, la relación entre el artista y su hija volvió a enfriarse tras su romance con Ambrosi, a pesar de algunos intentos de retomar el contacto, y el enfriamiento fue profundizado por otras personas del entorno del cantante, como su ex pareja, Desiree Ortiz, que “le metió la idea de que su hija sólo quería sacarle dinero para hacer compras innecesarias, viajar y andar de fiesta, y como le creyó, la afectada fue Michelle”, según relató una fuente a la revista TV Notas.

Este tipo de ideas alejó más a Michelle, que terminó de cortar relación, al menos hasta ahora, tras la primera temporada de “Luis Miguel. La Serie”: allí retrataron el nacimiento de Michelle como producto de una aventura, lo que la molestó sobremanera. Desde entonces, padre e hija están alejados y sin posibilidad de una reconciliación, esto porque una revista mexicana publicó esta semana que “El Sol de México” bloqueó a su única hija mujer y no quiere saber más de su existencia...