Altos de San Lorenzo: terror por un falso procedimiento policial

Un estruendo alteró el sueño de una familia en una vivienda de Altos de San Lorenzo y mucho peor se puso la situación cuando se escuchó “Policía, es un allanamiento”.

Las personas que estaban dentro de la propiedad, situada en la calle 25 entre 75 y 76, no entendían absolutamente nada.

Según el reporte de las fuentes consultadas por este diario, en ese lugar se encontraban los dueños, una amiga y varias menores de edad.

Todo pasó en la madrugada del sábado, cerca de las cuatro, cuando un golpe seco, como se dijo, fue el preludio del terror en su máxima expresión.

Tres hombres, uno de ellos con un arma de color oscura, se colaron en el domicilio y sin orden judicial.

De hecho, ni siquiera estaban vestidos como hombres de la fuerza.

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Se trató, entonces, de un asalto, que se quiso enmascarar para, tal vez, evitar complicaciones con los vecinos.

Igual, los damnificados sabían que era lo que estaba sucediendo, ya que no habían tenido problema legal alguno.

Los voceros explicaron que los ladrones rompieron la puerta de entrada y, en segundos, se pusieron cara a cara con las víctimas.

No hubo reportes de golpes ni heridos. Solo de objetos desapoderados, aunque sin mayores precisiones.

Así, con los asaltantes en plena fuga, se dio aviso a la Policía, aunque, al arribo de los móviles, de los responsables del ataque no había rastros.

Sí se convocó a un equipo de la División Científica a los efectos de determinar si pudieron quedar huelas aptas para cotejo.

Lo que viene ahora es lo ya conocido: personal de la comisaría octava deberá salir a recorrer la zona a la búsqueda de alguna cámara de seguridad, que haya captado el paso de la banda. O tal vez algún testigo.

En el caso, tomó conocimiento la UFI Departamental N° 9 de Autores Ignorados, que coordinará todas las diligencias en procura de recabar prueba de cargo.

EN LA MIRA

La zona de Altos de San Lorenzo, como todos los barrios de la Ciudad, se encuentra bajo el asedio de grupos armados.

No hace muchos días, a pocos metros de la casa que acaban de asaltar, hubo otro episodio de inseguridad.

Fue en 76 entre 23 y 24, donde, la habitual rutina de sacar un vehículo del garaje terminó con la situación más temida: una entradera cometida por delincuentes que portaban armas de fuego y estaban encapuchados.

Sucedió una hora y cuarto después del asalto sufrido por una jubilada de 82 años a unas 10 cuadras de allí, en 73 y 14. Y de acuerdo a los relatos efectuados a este diario en ambos domicilios, existen algunas similitudes en el “modus operandi” de quienes cometieron esos atracos.

Por eso, los investigadores sospechan que pudo haber actuado la misma banda.

“En los dos asaltos, participaron una similar cantidad de delincuentes, estaban encapuchados y con guantes, encañonaron a sus víctimas, curiosamente no les robaron celulares y además los dos hechos ocurrieron con poco tiempo de diferencia y dentro de una misma zona”, detalló uno de los detectives.

“LA HICIERON TIRAR AL PISO”

La hermana y cuñada, respectivamente, del dueño de esa finca, de 39 años, y su esposa, de 38, habló con este diario después del hecho y comentó que “pasó a las siete y media de la mañana, cuando mi hermano sacaba el vehículo del garaje y justo pasaron cuatro ladrones en dos motos. Vieron la ocasión de entrar a robarle y aprovecharon para hacerlo”.

Enseguida citó: “Mi hermano pensó que lo que querían eran llevarle el coche, pero le dijeron que se metiera adentro de la casa con ellos”.

En el interior de la vivienda, su mujer y su hija de 10 años quedaron atónitas y aterradas al observar a los maleantes.

“A mi hermano le pusieron un revólver en la cabeza y a mi cuñada la obligaron a tirarse al piso. Pero mi sobrina se puso a llorar, impresionada por la imagen de su padre siendo apuntado con un arma de fuego. Entonces, mi cuñada les pidió de encerrarse con la nena en el baño y por suerte la dejaron”, reveló la mujer.

En cuanto a lo sustraído por la banda, indicó que “sólo se llevaron dinero y el coche”, que después dejaron abandonado.