Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Alejandro Castañeda
Alejandro Castañeda
Hace un par de semanas, la Tierra celebró (¿celebra o tiembla?) la llegada de su habitante numero 8.000 millones. Somos cada vez más. Y el pobre planeta, hecho para muchos pero no para tantos, deberá agudizar su ingenio para intentar dar abrigo, comida, amor y sueños a tantos hijos nuevos. Y a los millones que vienen en viaje.
Nacen cada vez más y mueren cada vez menos. O por lo menos mucho más adelante, lo que hace que se prolongue la convivencia, se complique más el uso del espacio familiar y alimentos, energía y paz empiecen a escasear. Los países no dan abasto y las ciudades empiecen a resultar chicas y apretadas. Falta comida. Y no sólo comida. El mundo, por un lado avanza y por el otro retrocede. Se vive más, quizá mejor, pero el progreso pasa su factura y el fantasma de la decadencia y del miedo pujan contra el avance de la ciencia y de la técnica. La peste, la guerra y la pobreza son las formas diabólicas que crea el mal para tratar de emparejar las cuentas. Pero hasta ahora, las cigüeñas le van ganando por goleada a la guadaña.
A más gente, más carencias, más demandas, más peligros. Ahora, ante el habitante ocho mil millones, la Tierra pasará lista para inventariar lo que hizo y lo que no hizo, lo que falta y lo que sobra, lo que dejamos atrás y lo que estamos esperando. Hoy se sabe que las crisis son globales, que el clima cada tanto nos viene a cobrar alguna cuenta atrasada, que las guerras no cesan, pero que hay y habrá siempre, estrellas y tormentas, sueños y pesadillas, felicidad y dolores en esta casona inmensa y redonda que nos recibió con sonrisas y nos dejará marchar con lágrimas.
Sin embargo, pese a todo, la gente pugna por llegar aquí. No eligen el viaje, los traen, pero mal o bien, cuando se acostumbran, ya no se quieren ir. Es que más allá de sinsabores y pesares, por encima de las calamidades y las carencias, cada hombre que se suma a esta concurrida fiesta con el imperativo de durar lo más posible, dejar raíces, afirmarse en el amor y en los logros y lograr que, mal o bien, nuestra fugaz pisada deje a alguna marca.
El fútbol aportó una victoria que cruzó de una punta a otra del Globo y que le regaló una explosión de alegría a un pueblo
Cada vez somos más. Hay guerra, peste y pobreza. Pero las cigüeñas le van ganando por goleada a la guadaña
LE PUEDE INTERESAR
Tránsito complicado en Camino Centenario entre City Bell y Gonnet
¿Qué dirá el planeta de este nuevo habitante que vino a redondear cifras inimaginables? Los mejores augurios para el bebé que redondeó. Y honor y gratitud para aquellos antepasados remotísimos que millones de años atrás aprendieron a domar fieras y desolaciones, que enfrentaron el hambre y las enfermedades, que deambularon entre ferocidades de todos los colores y que, de a poco, con la cuota indispensable de coraje y empeños, fueron construyendo esto que hoy terminamos compartiendo 8.000 mil millones de vecinos.
La Tierra, ajena a este conteo y a estas aventuras, sigue vagabundeando por un cielo misterioso que hasta ahora nos tiene a nosotros como únicos inquilinos, una multitud soñadora que trata de hacer lo mejor que puede con este cachito de vida que nos tocó. Sobra gente y faltan lugares. Somos muchos y a cada ratito somos más. La Tierra no alcanza. Pero el hombre no deja de nacer. El habitante número 8.000 millones acaba de hacer su entrada triunfal a un planeta desbordado que en cualquier momento va a tener que poner el dichoso cartelito: “No hay más localidades”.
La familia humana tardó 125 años en pasar de mil a dos mil millones. La especie no ha dejado de multiplicarse y cada vez lo hace más aceleradamente. Los últimos 1.000 millones adicionales de habitantes se han sumado en solo 12 años. Hablar de cifras, asombra: cada 15 segundos, se producen 65 nacimientos y 33 fallecimientos. Y en cada año 70 millones de terráqueos flamantes se suman a este banquete de risas y llantos, de dolores y dichas. Todos desean un desarrollo sostenible y justo que achique diferencias y le haga un lugarcito a los que vendrán. La Tierra se ha vuelto un paraje con muchas necesidades. Pero ayer, a la tardecita, en algunos lugares de este movido planeta, hubo un pueblo que festejó más que ninguno. En esa inmensidad indiferente y callada que es el cielo, el fútbol aportó un murmullo victorioso que enmudeció tormentas y bombas y que cruzó de una punta a otra del Globo para regalarle una explosión de alegría a un pueblo tan necesitado de goles.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Básico Promocional
$120/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Full Promocional
$160/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2024 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro D.N.D.A Nº RL-2019-04027819-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí