Harinas y aceites entre límites de compra y faltas en algunos locales

En algunos comercios de la Ciudad es complicado encontrar ciertos productos del programa Precios Cuidados, en particular harinas y aceite de girasol. EL DIA constató que en un supermercado ubicado en calle 45, entre 2 y 3, el sector de aceites que están dentro de ese programa estaba completamente vacío. Los almacenes de barrio también se refirieron a las dificultades en el abastecimiento de algunos productos y se quejaron por la constante actualización de precios.

Los comerciantes locales de barrio indicaron que no es igual la situación para los supermercados de grandes superficies que, en general, pertenecen a cadenas y negocian directamente con las empresas de alimentos.

Además son esas grandes firmas las que pactaron vender el listado de productos comprendidos en Precios Cuidados.

“Los tres mayoristas de la región están entregando harinas y aceites, aunque por momentos pueda faltar alguna determinada marca”, explicó un almacenero de barrio Mondongo.

Ricardo Cuevas, titular del Centro de Almaceneros en Berisso, expresó que las harinas no escasean, pero sí subieron un poco en las últimas semanas.

“Las de calidad 0000 están a la venta entre 95 y 100 pesos; las de 000, entre 81 a 85 y la leudante de primera marca, entre 139 a 141 pesos. Los tres mayoristas de la región no tienen problemas con el abastecimiento si es para vender a ese precio”, explicó el dirigente.

LE PUEDE INTERESAR

Denuncian la pérdida de playa en Punta Lara

LE PUEDE INTERESAR

Un colegio privado castigado por episodios de vandalismo

En relación a los aceites, sostuvo que se registró una suba de entre un 4 a un 6 por ciento. El que costaba 330 pesos se fue a 340 pesos. Todos de marcas reconocidas en el mercado.

En algunos casos se redujeron las entregas a 5 cajas por clientes, pero se explicó que un almacenero que en promedio concurre dos veces por semana al mayorista, se abastece bien con esas cantidades.

“Para un almacén o un supermercado barrial la cantidad está muy bien; solo hay una marca que desde hace 10 meses está en falta, pero se consiguen otros de calidad similar”, dijo Cuevas.

Una queja que comparten los almaceneros es el tener que actualizar los precios con mayor frecuencia de la que desearían. Es que sin la posibilidad de stockearse como las grandes cadenas, ni de obtener el descuento del 5 por ciento que consiguen esas firmas por adquirir bultos cerrados, mantener los precios quietos es casi una misión imposible.

En un supermercado cercano al Parque Alberti se indicó que no faltan los productos del programa Precios Cuidados, pero tuvieron que renunciar a márgenes de ganancias para conseguirlos.

“En los supermercados chicos los mayoristas no respetan los márgenes y estamos obligados a sacrificar porcentaje de ganancia nosotros”, dijo el empleado consultado por este medio.

Se explicó que la industria alimenticia le hace un cupo a cada empresa, pero son los mayoristas y las grandes cadenas los que se lo quedan.

“Alguna que otra marca nos pudo respetar el precio y otras, no. Las últimas dos semanas costó conseguir los productos de los formadores de precios, por ejemplo aceites y mayonesas de una firma. Supimos que paralizaron la distribución para ver qué pasaba con el mercado y ver a qué precios salían”, agregó.

En esa línea, se remarcó que aunque se trabajen todos los productos, quienes pierden margen de ganancia son los minoristas que se abastecen a través de distribuidores o mayoristas.

A los pequeños supermercados les resulta dificultoso que las grandes marcas les abran cuentas de venta directa.

“Lo conseguimos con algunos molinos con los que tenemos cuentas directas y nos respetaron el precio de dos de tres harinas”, apuntó el comerciante.

Otro es el trato comercial de las grandes empresas que son reticentes a abrirles cuenta a cadenas de supermercados más pequeñas.

“Incluso atándonos a sus condiciones de ventas, por ejemplo comprar tres camiones de determinados productos, nos responden que no abren nuevas cuentas”, afirmó el comerciante.

Eso mismo les pasó con una marca de yerba que está entre las más vendidas. La respuesta fue que no daban a basto con la producción como para comprometerse con otros supermercados interesados en pactar compras directas.

De todas maneras, se remarcó que “no faltan productos” y que si algunos días de la semana pasada hubo góndolas que se vieron más vacías fue porque se aguardaban los anuncios oficiales sobre la “guerra a la inflación”.

Precios en grandes cadenas

En una recorrida por distintos supermercados céntricos se constató que, tanto las harinas como los aceites comprendidos en el programa Precios Cuidados, tienen un cupo de venta de solo dos unidades por familia.

Una harina 000 de una primera marca se exhibía a 67,30 pesos; otra de 0000, a 88,16; una con aditivos para hacer panes caseros, 148 pesos y otra para elaborar pizzas, 148,66 pesos.

En un supermercado de 7 casi 47, el aceite de girasol por 900 ml se vendía a 165 pesos y otro de girasol y oliva por la misma cantidad a 352 pesos.

Los carteles también establecían solo dos unidades por familia.

Supermercadistas locales dijeron que pierden margen de ganancias en Precios Cuidados

Algunas empresas “retacearon” productos frente al anuncio de “guerra” a la inflación