Armani salvó a River de una derrota mayor al 1-0

Vélez quedó un gol por encima de River al completarse en Liniers el primero de los dos partidos que definirán la serie correspondientes a los octavos de final de la Copa Libertadores. Lucas Janson, de penal, a los 15 minutos, marcó la distancia entre dos equipos que el miércoles de la semana que viene definirán el pasaje a los cuartos de final en el Monumental de Nuñez. El ganador tendrá como próximo rival a quien se adjudique la llave que Talleres-Colón iniciaron anoche en Córdoba con un empate 1-1.

La derrota por 1-0 terminó siendo un buen resultado para River, porque poniendo en una balanza las características del partido, Vélez hizo méritos más que suficientes como para aumentar. No lo hizo por las buenas respuestas de Franco Armani, lejos, el jugador más valioso de la cancha.

Con Gustavo Bou como socio de Pratto en el ataque y Leonardo Burián sentado en el banco de los suplentes, porque el arco le correspondió a Hoyos, Vélez adoptó una postura de equipo protagonista, que se hizo cargo del juego, y lo sorprendió a River, sin De La Cruz en la línea de medios, porque no se recuperó del golpe recibido en el partido anterior frente a Lanús, por la Liga Profesional.

Las buenas intenciones le dieron luz verde a un trámite ágil, intenso, de ida y vuelta. No habían llegado todavía con ataques a fondo cuando David Martínez le entró fuerte a Janson dentro del área, y el penal casi no mereció reclamos. El propio Janson se hizo cargo del remate desde los 12 pasos, y con remate a la izquierda del arquero estableció el 1-0 al cumplirse el primer cuarto de hora.

No encontró el modo River de imponer condiciones, y por el contrario, como respuesta a sus jugadas de ataque sin precisión a medida que ganaba metros en el terreno, se repitieron errores en defensa que dejaron mal parados en particular a los marcadores centrales, quienes particularmente sufrieron los pelotazos largos a sus espaldas.

Recién en los últimos minutos de la etapa inicial consiguió River disponer al fin de la pelota, y si bien no alcanzó a elaborar jugadas en esa proporción, estuvo cerca cuando Paradela sorprendió llegando por la derecha para asistir a Julián Álvarez, quien llegando por el medio definió bajo pero al alcance del arquero.

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En respuesta al bajo nivel exhibido por su equipo Marcelo Gallardo dispuso el ingreso de Juan Fernando Quintero en lugar de Barco, que no había tenido participación en el juego. Con esta variante, el trámite mantuvo la tendencia favorable a los Millonarios en lo que tiene que ver con el control de la pelota. Pero... De contra, Vélez fue el primero que llegó a fondo y no aumentó la distancia en el resultado porque Pratto definió a cualquier parte luego de recibir de Orellano, libre, desde posición favorable.

La intensidad continuó siendo alta, pero en un marco de declinación física, consecuencia del desgaste realizado, el conjunto de Liniers continuó siendo el más profundo, con un par de llegadas a fondo que fueron resueltas por Armani en un par de tapadas que levaron su sello. Una, abajo del arco, sobre la línea, a Julián Fernández; otra, achicándole el ángulo al delantero que llegaba, Abiel Osorio.

No apareció la magia de “JuanFer”, tampoco la reacción que se buscó a partir de las entradas de Lucas Beltrán, Rodrigo Aliendro y Andrés Herrera... River siguió “peleado” con la pelota, sin argumentos para elaborar jugadas a partir de la mitad de la cancha, y a la vuelta, las réplicas, eran poco menos que “medio gol”, porque la defensa siempre apareció mal parada.

De ninguna forma encontró River el camino para llegar hasta el arco de enfrente, porque Quintero no fue el jugador esperaba y tampoco Julián Álvarez estuvo iluminado. El segundo de Vélez continuó latente y en tiempo de descuento, cuando Aliendro ya había sido reemplazado por las consecuencias de un golpe, una corrida de Osorio finalizó con un pelotazo en el travesaño.