Adrián Toledo: “Con el consumo estamos en una muy buena actualidad”

@pabloamado1

El enólogo Adrián Toledo hizo un balance sobre la vendimia 2022. También se refirió a los desafíos que tiene hoy la industria por delante y a los consumidores argentinos.

¿Cómo fue la vendimia 2022 para la bodega Sottano?

La cosecha 2022 como todas las vendimias tuvo sus características que la hace única e irrepetible. La calidad general de la uva fue excelente logramos vinos expresivos de buen color y taninos redondos, cualidades que nos permiten pronosticar que la 2022 va a dar que hablar.

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¿Qué varietales se destacan este año?

Entre los blancos el Sauvignon Blanc y Chardonnay me gustaron mucho, frescos de buena acidez natural y volumen en boca. Y entre los tintos los Malbec son los que mejor se adaptaron al clima de esta vendimia dando vinos intensos y frutados con buena elegancia y taninos vibrantes.

¿Cómo sería tu vino perfecto?

El vino perfecto para mi debe enamorar los sentidos, el color debe ser intenso con tintes violáceos y brillantes. De nariz compleja algo frutada pero no predominante con elegancia y sutileza entre los aromas típicos de la uva y los generados en la crianza en bodega y la botella.

En boca debe ser arrollador, potente en cuanto a volumen con taninos redondos y agradables, sin aristas. Elegancia y equilibrio deben ser las características distintivas

¿Con quién compartirías una copa de vino?

Tengo varios desde cualquier Prócer Argentino como San Martin o Belgrano hasta grandes personajes como Cesar Milstein ganador del premio nobel de medicina.

¿Tenés alguna cepa preferida tinta y blanca?

Si debo elegir entre todas las cepas que trabajo me quedo con el Cabernet Sauvignon es una cepa noble de buena estructura mucha adaptabilidad y resistencia, sus vinos son firmes y de buena nariz. Una gran combinación de franqueza y fineza.

¿Es difícil ser enólogo en Argentina?

Si no amaramos lo que hacemos, sino ponemos gran pasión a lo que nos dedicamos te diría que sí, hay muchos factores que atentan contra nuestros planes, climatológicos, coyunturales, técnicos, etc.

Pero cuando se pone mucho amor las cosas cambian, esos factores se vuelven las variables que año a año cambian y hace nuestro trabajo más emocionante. Nunca tenemos una cosecha igual a la anterior siempre hay desafíos nuevos que afrontar y eso en definitiva es lo que nos mantiene enamorados de esta profesión

Según tu óptica, ¿cómo es la actualidad de la industria vitivinícola argentina?

Lo que tiene que ver con el consumo estamos en una muy buena actualidad, el consumo va en aumento, el consumidor exige más calidad y eso es muy bueno para la industria.

El tema coyuntural es algo que nos afecta a todos y son realidades con las que hay que jugar para poder ser competitivos en todo momento cosa que no es fácil y nos afecta directamente sobre todo en el tema de costos.

¿Qué clase de consumidores de vino somos los argentinos?

Desde hace un tiempo el consumidor se ha vuelto muy curioso, estudia, pregunta, investiga ya no toma la misma marca por años sino que todo lo contrario cambia permanentemente, esto es muy bueno para nuestra vitivinicultura donde hay una gran oferta de vinos de distintos lugares tradicionales y nuevos, distintas cepas no tradicionales y hasta de distintas técnicas enológicas que están en el mercado y son apreciados y valorizados por el consumidor, esto nos motiva a seguir mejorando, estudiando e investigando para satisfacer esa demanda generada por estos consumidores curioso ávidos de probar cosas nuevas.