Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Espectáculos |En la Sala Ginastera

“Giselle” vuelve al Argentino, y Julieta Paul a Giselle

La bailarina regresa por cuarta vez al personaje con el que debutó como protagonista. El emblemático ballet romántico se verá en el Teatro desde hoy hasta el domingo, con entrada gratuita

“Giselle” vuelve al Argentino, y Julieta Paul a Giselle

Julieta Paul, en uno de los ensayos de la puesta de “Giselle” que se verá desde esta noche en el Teatro

Pedro Garay

Pedro Garay
pgaray@eldia.com

8 de Septiembre de 2023 | 05:31
Edición impresa

Cuando Julieta Paul suba esta noche a la sala Ginastera para protagonizar “Giselle”, el ballet con música de Adolphe Adam y coreografía de Lilian Giovine que se presentará durante el fin de semana en el Teatro Argentino, cerrará un círculo: la obra más emblemática del romanticismo fue, en 2006, su primer protagónico en el Argentino, que desde entonces ha sido su segundo hogar.

Nacida en Paraná, Paul llegó a La Plata en 2005 luego de trabajar junto a Julio Bocca en el Ballet Argentino y girar por todo el mundo. Hizo de Giselle, protagonizó puestas de “La Bella Durmiente”, “La Bayadera”, “El Cascanueces” y “El Lago de los Cisnes”. Y también le tocó atravesar como primera bailarina del Teatro los años de salas cerradas, sin poder bailar.

“Fueron años muy difíciles. El cierre de la Ginastera fue en 2017, y el aniversario de la compañía, los 70 años, en 2018, se celebraron en el Coliseo”, recuerda, en diálogo con EL DIA. Durante mucho tiempo, el Ballet del Teatro trabajó en la plaza seca del Teatro, “que no es un espacio para que trabaje una compañía”, comenta. “Fue difícil sostenerse durante ese tiempo. Y después, además, vino la pandemia: para un bailarín mantenerse en la casa es imposible, no hay manera de mantener el estado físico entrenando en casa”.

Para colmo, a la vuelta de la pandemia, el teatro seguía entre arreglos. Siguieron los trabajos en condiciones precarias. La moral fue bajando. Se iba gente, se jubilaban bailarines, “la compañía se iba desmantelando”, cuenta Paul. Por eso, explica, para cada puesta del Argentino, hoy, se audiciona en búsqueda de bailarines, “quedamos pocos”.

“Costó remontar todo eso”, dice. “Recién el año pasado volvimos a nuestra sala de ensayo, nuestros camarines, y eso fue algo que nos dio bastante ánimo: esa forma de trabajo de emergencia te afecta física y emocionalmente. Y la apertura de la Ginastera, este año, dio el último empujón para ponernos en órbita, pero costó muchísimo”.

Paul habla también a título personal. Con 46 años, revela, “yo pensé que no iba a volver de la pandemia”. Pero “se fue dando todo. Volví de a poco, a encarar obras más pequeñas, porque estábamos todavía en la Sala Piazzolla. Y este año se dio ‘Romeo y Julieta’: lo pensé bastante, no sabía si iba a poder encarar un rol protagónico, la última vez había sido hace 5 años. Pero por suerte lo pude hacer”.

Ahora, 17 años después de la primera vez, y mientras sigue su carrera “paso a paso, hasta que me de cuenta que no pueda hacerlo”, se cierra un círculo: vuelve a “Giselle”, que protagonizará por cuarta vez en el Teatro.

LA OBRA

“Giselle”, puesta a cargo del Ballet Estable del Teatro, que conduce Leandro Ferreira Morais, y la Orquesta Estable, dirigida en esta oportunidad por Carlos Jaimes, se presentará en la Ginastera esta noche y mañana, a las 20, y el domingo a las 17 (entrada gratuita, con reserva previa). Con protagónicos a cargo de Paul y Bautista Parada, hoy y el domingo, y Melisa Heredia y Miguel Ángel Klug, el sábado, el ballet ofrecerá una nueva versión del clásico con coreografía de Jules Perrot, Jean Coralli, estrenado en París, en 1841: la historia de la joven aldeana Giselle, romántica, inocente e ingenua, que tras sufrir un desamor desvariará hasta morir, y pasará entonces a habitar el fantástico mundo de las novias engañadas, seres alados que viven en la oscuridad de la noche, apenas iluminadas por la luna. Atraen a quienes las decepcionaron, los enloquecen y los hacen danzar hasta extenuarse y morir.

La obra, encarnación pura del más tórrido romanticismo, reverdeció en Rusia, de la mano de Marius Petipa, quien le introdujo importantes modificaciones técnicas. El regreso de la pieza a Occidente se produjo en 1910, con la compañía de Sergei Diaghilev, que ofreció la creación de Petipa repuesta por Michele Fokine. Lilian Giovine es la responsable de la versión que ahora ofrece el Teatro, basada en lo que llegó hasta nuestros días de las creaciones originales de Perrot, Coralli y Petipa y respetuosa del estilo de esta obra cumbre del romanticismo.

El ballet se compone de “dos actos totalmente antagónicos”, lo que implica, dice Paul, que la obra sea particularmente desafiante para los bailarines. El primer acto es festivo, inocente; el segundo acto da un vuelco, pasa de la inocencia al dolor y la locura, de la luz a la oscuridad. Allí, adelanta, vuelve a brillar el Ballet del Argentino: “El cuerpo de baile femenino en ese segundo acto, que para mi es lo más lindo del ballet, es sublime. El Teatro Argentino tiene un cuerpo de baile femenino que encara los actos blancos, fabuloso, y es algo que se traslada de generación en generación”.

En esa segunda parte, los personajes “tiene esa falta de corporeidad”, explica, “es como si fueran todos fantasmas, y eso requiere de un dominio físico para disociar las piernas del torso”. La técnica de baile se desconecta de lo que habitualmente tiene que hacer un bailarín. Pero el desafío, explica, va más allá de la técnica, algo que, confiesa, aprendió a lo largo de los años.

“Las coreografías siempre son diferentes, y se encaran de diferente manera, y depende del momento en la carrera en el que una está. Yo, a la cuestión técnica, le he sumado un desarrollo mayor al personaje. Es que es mucho lo que cambia en 17 años. Una trabaja al personaje desde otro punto de vista: no era tan joven hace 17 años, pero al ser mi primer protagónico estaba más centrada en lo técnico, en los pasos, por una cuestión de inmadurez, más que nada”, explica Paul. “También, el físico va cambiando: lo que uno le pedís a los 20, a los 30, no es lo que le pedís a los 40. El foco pasa a otro lado, entendiendo además que lo que emociona al público es el personaje”.

Esa, dice, es la clave: “Con el paso del tiempo, fui entendiendo por dónde pasa la importancia del ballet, qué es lo que el público percibe, qué le queda. Y se enfoca más en los personajes. Sin dejar de lado la técnica, hoy en día, le presto más atención a los personajes, que es lo que en definitiva termina emocionando al público”.

El personaje de Giselle, claro, se presta al desarrollo interpretativo del personaje: es una criatura que desde el cuerpo tiene que expresar el paso, profundo, desolador, de la ilusión a un dolor desgarrador. Del enamoramiento al desamor que, como siempre en el romanticismo, significa la muerte. El corazón literalmente roto.

Pero “si bien es una historia del romanticismo”, agrega la bailarina, “puede trasladarse a cualquier contexto histórico. Es la historia de una adolescente que se enamora, sufre un desengaño amoroso y en su fragilidad física no lo puede soportar, y sigue conmocionando porque el amor sigue siendo amor y el desengaño sigue doliendo”.

Una experiencia universal, que le permite utilizar sus propias experiencias para la danza. “La escena de la locura, al final del primer acto, para mí es una escena de dolor, ese dolor que enloquece. No es un momento aislado: se llega emocionalmente a ese punto con todo lo que ocurre en el primer acto”, cuenta Paul. “En ese momento, inevitablemente, una usa el caudal emotivo de la vida personal”.

“Giselle” es la historia de una adolescente que se enamora, sufre un desengaño amoroso y en su fragilidad física no lo puede soportar, y sigue conmocionando porque el amor sigue siendo amor y el desengaño sigue doliendo”

Julieta Paul Bailarina

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$135/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2590

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$190/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3970

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$135.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2590.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla