Verón insiste con el acuerdo pese a las señales negativas

El presidente de Estudiantes es el más interesado en firmar el acuerdo con el empresario Foster Gillett. Insiste y presiona para llegar a un buen puerto, pese a que las señales que le llegan no son buenas desde los departamentos legales de ambas partes.

Entre otras muchas cosas, no hay manera de encontrar un intermedio que le sirva a las dos actores, porque el Pincha quiere los 100 millones de dólares (más los 60 millones que irán a un fondo de inversión) pero ceder lo menos posible las ganancias del fútbol. Claro, no hay manera de encontrarle una solución porque como dijo uno de los profesionales consultados: “Es como alquilar una casa y querer usarla los fines de semana y que los inquilinos se vayan”.

Cuando las partes empezaron a charlar el norteamericano había indicado que pretendía manejar totalmente lo recaudado por el Club (desde la venta de jugadores hasta el dinero de Ruge) para que sea más pronto el reintegro de su inversión, de la que lógicamente pretende recuperar y ganar dinero. Entonces se empezaron las charlas con algunos grupos de hinchas.

Luego arrancaron las negociaciones para que Estudiantes no pierda totalmente el manejo de sus ingresos y se empezaron a poner porcentajes arriba de la mesa. Ninguno convence por completo, salvo a los que tienen un interés económico en que este acuerdo. Desde el Club aseguran que son “optimistas en firmar”.

Pero hay muchos grises y zonas frágiles como en su momento sucedió con el préstamo de China que iba a utilizarse para terminar el estadio y que nunca se hizo efectivo. El Pincha no se entregó y tuvo que recurrir a un banco con sede en Brasil para conseguir el dinero que faltaba. El estadio se terminó.

En el medio hay discusiones internas porque la mayoría de los dirigentes ya leyó el precontrato y todavía tiene sus dudas porque no lo consideran beneficioso para la institución.

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Y por último la discusión con la AFA, que ayer suspendió por dos años a Andrés Fassi para que sea el presidente de Talleres. Todo por su actitud en el partido de su equipo contra Boca con el árbitro Andrés Merlos.

No obstante, la Brujita Verón es muy optimista y le dijo a su gente que está seguro que se encontrará una solución. Es más, que el lunes podría firmarse un preacuerdo ad referendum de lo que suceda en la Asamblea Extraordnaria a la que el Club deberá llamar. Todavía queda muchísima agua por recorrer debajo del puente. Falta.