Zárate: mujer policía mató a balazos a su novio frente a su familia

Una mujer policía mató a balazos a su novio en un camping en Zárate en medio de unas vacaciones con el papá de la víctima y un amigo y, por el hecho, la joven de 22 años quedó detenida acusada del delito de “Homicidio agravado por el vínculo”.

La víctima fue identificada como Alejandro Rodrigo Barreto y el homicidio tuvo lugar el viernes por la noche, pero el caso recién se dio a conocer en las últimas horas. Sucedió en un camping ubicado en las islas del delta del río Paraná, Zárate, cuando la pareja comenzó a discutir y, en un momento dado, hasta que la pelea se tornó aún más violenta cuando empezaron a golpearse.

Allí, el suegro de Milagros Ayelén Ortiz, quien prestaba servicio en la UTOI de Lanús, intervino para separarlos. Sin embargo, la joven se fue hasta el auto Peugeot con el que habían ido al camping, tomó su arma reglamentaria y le disparó dos veces a su novio.

De forma inmediata, la policía y los dos hombres trasladaron a Barreto hasta un puesto de Gendarmería Nacional Argentina (GNA), ubicado en la Ruta Nacional 12. La ambulancia llegó minutos después pero, pese a que los médicos le realizaron RCP, al llegar al hospital constataron su fallecimiento.

Mientras eso ocurría, Ortiz le contó lo que pasó al personal de Gendarmería, entregó su arma y quedó detenida por el crimen de su pareja. La causa quedó en manos del titular de la UFI 7, Alberto Gutiérrez, y la instrucción la realizó Fabián Ramírez que dispuso actuaciones por "homicidio agravado por el vínculo".

Amenazas reiteradas

La hermana de la víctima fatal reveló que las peleas entre ellos eran constantes y que la policía se tornaba cada vez más violenta: “Cuando empezaba una pelea, había que separarlos”.

La hermana del joven vive a la vuelta de donde vivían ellos. “Una vez tuve que ir porque ella le pegó muy mal. Fue una de las últimas, a finales de junio. Me metí porque le pegó muy fuerte y él no hacía nada”, contó.

“Siempre lo defendíamos a Ale cuando esta chica lo maltrataba en casa o, cuando se iba de las manos la discusión, enseguida nos metíamos. Ella siempre desenfundaba el arma, siempre. Era muy posesiva, no le permitía que hablara con nosotros”, agregó.