Denuncia del grupo Clarín por un diario trucho que repartió La Cámpora

El Grupo Clarín denunció ayer públicamente a La Cámpora por haber usado “ilegalmente” la marca, el diseño y el nombre de sus periodistas para “atacar” a varios dirigentes políticos y “al propio diario”, a partir de “un Clarín trucho” que la agrupación “liderada por el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner” hizo circular ayer a la mañana como un “panfleto” fechado el 11 de diciembre de 2015.

“La costosa movida incluyó el trabajo de redacción y diseño, la impresión de decenas de miles de ejemplares y el reparto en varios puntos de la ciudad y del interior del país, desviando dinero de todos los argentinos para el escrache y la persecución a través de herramientas ilegales, pues violan la ley de marcas y la de propiedad intelectual, entre otras”, señaló el Grupo Clarín en su Newsletter semanal.

El ejemplar de ocho páginas se entregó con varias portadas, todas con titulares similares referidos a un supuesto primer acto de gobierno del sucesor de Cristina Fernández: “Fin de la crisis con los holdouts. El Presidente (Macri, Cobos, Massa) le paga todo a los buitres”, reflejó la publicación.

Clarín también dijo que “en la misma sintonía del grotesco”, se lo intentó vincular “con una desestabilización, en este caso económica” y se refirió a los tuits que el miércoles dio a conocer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner basándose en “declaraciones del prófugo de la justicia norteamericana, Hernán Arbizu, quien aseguró que el Banco Mariva tiene un porcentaje de Clarín”.

La publicación insistió en que estos conceptos los hizo conocer la Presidenta “un día después de que ella misma denunciara públicamente a varios bancos, entre ellos el Mariva, de querer desestabilizar la economía del país”.

Al respecto, Clarín insistió que “ni el Banco Mariva tiene participación o porcentaje alguno en el Grupo Clarín, ni el Grupo Clarín tiene participación o porcentaje alguno en el Banco Mariva” y “para confirmarlo” remitió a la información pública que obra en poder de la Comisión Nacional de Valores (CNV) y otros organismos del Estado.

“La necesidad del kirchnerismo de culpar a la prensa no adicta de cualquier situación negativa que atraviese el Gobierno, lo lleva a inventar conspiraciones burdas y canallescas”, añadió la Newsletter.

“En síntesis, un Clarín ‘trucho’ y nuevos disparates que sólo se explican en el tosco intento por desviar el eje de las noticias y amedrentar a quienes las cuentan”, finalizó la publicación.