Crossfit Kids: una disciplina que aterrizó en los gimnasios y ya despierta polémica

Levantar pesas, hacer flexiones, tirarse al suelo, hacer lagartijas, levantarse, volver a tirarse, hacer cuerdas, colgarse, resistir. El Crossfit, esa disciplina creada para entrenar a fuerzas militares y que alguna vez ya causó polémica por la intensidad física que exige su práctica, ahora vuelve a estar bajo la lupa por una variante acaso inesperada: en muchos gimnasios la disciplina comenzó a ofrecerse para chicos de 5 años en adelante. Y aunque desde los centros en cuestión aseguran que el entrenamiento es recreativo y no alcanza la exigencia que tiene en los adultos, algunos especialistas aseguran que lo mejor es tener a los chicos bien lejos de entrenamientos que apunten a reforzar los músculos

“Hay confusión y se generan temores infundados”, asegura Emiliano, uno de los responsables de Tuluka, uno de los centros platenses donde el crossfit gana cada día más adeptos. “Nuestras sucursales en Buenos Aires ya trabajan con nenes a partir de los cinco años -dice-, pero acá todavía las clases no empezaron. La idea es hacerlo, pero siempre con un fin recreativo, como si fuese una clase de educación física escolar. No hay uso de fuerzas ni se aplican barras como en la práctica adulta. Son movimientos estimulantes, y por supuesto no tienen la intensidad que la disciplina ofrece a los más grandes”.

El crossfit, que fue creado en tierras norteamericanas a mediados de los noventa para entrenar a tropas de elite y deportistas de alto rendimiento, se realiza en salones equipados con ruedas de tractor y camión, martillos, cuerdas, barras, sogas y anillas. Basado en técnicas de levantamiento olímpico, esta disciplina -cuya clase dura unos 40 minutos- busca desarrollar todas las capacidades físicas de una persona: desde la fuerza, la resistencia muscular y la velocidad hasta la capacidad respiratoria, el equilibrio, la coordinación, la precisión y la flexibilidad. En nuestra ciudad ya hay más de quince centros donde puede practicarse. Y, según estimaciones, lo siguen en todo el mundo unos tres millones de adultos en más de 2 mil gimnasios.

“El crossfit kids es entretenido y no pone en riesgo el físico de los menores -se asegura desde Tuluka-al contrario, los chicos trabajan sólo con su propio peso y hacen ejercicios que combinan la coordinación y la fuerza, pero en los que cada uno tiene su propio ritmo”.

Sin hacer referencia a esta disciplina puntual, sin embargo, el médico deportólogo Vicente Paús admite que en este último tiempo “se observa que la exigencia física reservada al mundo de los adultos se está trasladando a los chicos. En la clínica me ha tocado ver una ruptura de ligamento cruzado en un nene de 9 años, y todo debido a la carga física a la que se somete un cuerpo que, por una cuestión cronológica y de maduración, no está preparado para eso” (ver aparte).

El Crossfit Kids, hay que decir, no es una moda local sino una tendencia que no para de sumar fanáticos en todo el mundo. Un articulo reciente publicado por The New York Times, por caso, se hizo eco del fenómeno en Estados Unidos y detalló que el año pasado hubo en ese país 460 mil chicos menores de 13 años ejercitando con personal trainers, más del triple que en 2009. La pediatra Lee Beers, citada en ese artículo, apunta que una de sus preocupaciones tiene que ver con el entorno donde los menores practican crossfit: “Si un chico observa los comportamientos que tienen los adultos en un gimnasio -por ejemplo, comparar músculos o mostrarse tranquilos mientras se levanta peso de gran escala- esto podría llevar a que tenga una imagen negativa de su propio cuerpo mientras crece”.