Entre sacarle agua a las piedras y hacer limonada

Por WALTER EPISCOPO
BALANCE

El colombiano Francisco Maturana no tuvo un paso feliz por Gimnasia, pero graficó un momento, un instante, y la foto de ese período de 2007 que sacó Pacho fue: “Cuando uno tiene limones, hace limonada”, dejando en claro el poco material que tenía. Y en aquel momento además el DT colombiano señalaba por ejemplo, “el fútbol es trabajo y pasa por los futbolistas. Si tenés buenos jugadores, hacés un buen equipo. Si tenés jugadores normales, hacés un equipo normal. Aquí faltan jugadores de calidad. Hay buenos futbolistas, pero falta calidad”.

Si estas declaraciones hoy las hiciera Troglio, tendría razón también. La clave es el trabajo, un cuerpo técnico trabaja en la semana, en defensa, en ataque, repasa movimientos, hace fútbol, pelota parada, muestra videos del rival y también propios analizando lo bueno y lo malo, pero no entra a jugar. Hasta ahí llega lo suyo, después depende del jugador y también qué jugadores hay.

Troglio armó un equipo a su imagen y semejanza y ascendió sin problemas, varias fechas antes incluso. Y ese mismo grupo que se armó para jugar en la B Nacional, logró un poco más, dio un plus, que fue clasificar a una Copa internacional y pelear un título. Sin dudas dio más de lo que se esperaba, y ahí fue su techo.

Por citar un ejemplo, una parte del equipo, con una defensa que se armó para jugar en la B Nacional en junio de 2012, sigue jugando en Primera División tres años después. ¡Y qué más se le puede pedir al jugador! Nada, ya dio todo. Por eso, que en junio de 2014 llegara a la última fecha del torneo con chances matemáticas de título, entrar a una Copa y sacar más puntos que lo esperado, fue “el” logro. Troglio ahí le sacó agua a las piedras, porque sacando lo mejor de cada jugador logró formar un equipo, al que no le sobraba nada, pero era un equipo sólido.

Después, los refuerzos que fueron llegando para mantener la estructura o dar un aire fresco, renovar al grupo, nunca se destacaron. No hubo un solo nombre de renombre, de jerarquía, que se banque las presiones y ahí empieza el juego de la diferencia con otros equipos. Troglio administra futbolísticamente, pobreza. Con dos pesos, puede traer un delantero de dos pesos, no a Santiago Silva o Lucas Albertengo, por ejemplo. Hoy al club sólo le da para traer futbolistas suplentes de otros equipos o de una categoría inferior. Eso es administrar pobreza, puede gastar dos pesos, no millones de dólares, pero debe competir con los que gastan millones. Y en la cancha esa diferencia suele notarse.

Y para el técnico empezó otra vez la rueda, aquello de hacer limonada y tratar de sacarle agua a las piedras. Entre tanto, la gente que pierde la paciencia y es lógico. El hincha, el socio, quiere ganar cada fin de semana, no le importa otra cosa, quiere que los jugadores que se ponen la camiseta que aman, se comprometan y si tiene que trabar una pelota con la cabeza, lo haga.

Gimnasia arrancó mal, solo dos puntos de 12, perdió el clásico en su cancha, y viene de empatar con un equipo suplente de Huracán al que debió haberle ganado. Y acá ya no hay mala suerte. En el clásico de verano tampoco la hubo. Mala suerte es cuando la pelota pega en el palo, no cuando la tirás por arriba del travesaño. Por eso, hoy el Lobo debe reinventarse, algo que ya ha hecho tiempo atrás. Técnico y jugadores son responsables de esto, por eso deberán arremangarse y redoblar esfuerzos por que son los únicos que pueden cambiar el rumbo, y porque aquella vez Maturana también dijo: “Cuando digo lo de la limonada, yo no digo que los limones sean malos eh...”.

Por eso, aún no se tocó fondo, esto es largo pero es urgente empezar a demostrar que hay respuesta y urgente es el sábado ante Chicago. Es más, urgente era el viernes ganarle a Huracán. De lo contrario, este proceso empezará a transitar indefectiblemente hacia el final, y habrá que ver si vendrá alguien a hacerse cargo de esto, que tenga ganas de hacer limonada o tratar de sacarle agua a las piedras.