Fuerte reclamo de justicia por el doble femicidio en Punta Lara

Encolumnados detrás de una bandera que pedía “basta de femicidios y justicia para Maruja Chacón y Shirley Barrientos”, representantes de la comunidad peruana en La Plata y de organizaciones sociales y de género marcharon ayer hasta las fiscalías, a la par de algunos allegados a las víctimas. Mientras tanto, el principal acusado de matarlas, Hugo Orlando Hidalgo (40), se mantiene prófugo.

Hoy se cumplen dos semanas desde que Maruja, de 50 años, y su hija de 15 fueron vistas vivas por última vez, desde aquel sábado que anunciaron que iban a la casa de un amigo en Punta Lara y se les perdió el rastro. El martes pasado sus cuerpos fueron encontrados enterrados en aquella vivienda a la que habían sido invitadas, en Almirante Brown 319, en Punta Lara.

Estaba previsto que ayer se hicieran las autopsias, pero, como EL DIA anticipó en exclusiva, ese estudio recién podrá hacerse mañana, ya que los cortes de luz por el temporal impidieron que los cuerpos recibieran el frío necesario para poder ser analizados, explicaron los investigadores. Ese estudio será clave para despejar dudas, como la mecánica de los crímenes, cuándo ocurrieron y si las víctimas fueron violadas, como se presume.

En las últimas horas llegaron al país los dos hijos mayores de Maruja, quienes viven en Perú y fueron recibidos por el cónsul de ese país en La Plata, Carlos Alberto Chocano Burga. Este diplomático ha estado en permanente contacto con los pesquisas locales, ya que sirvió de nexo entre éstos y los familiares.

A la movilización de ayer la convocó el Consejo de Consulta de Perú en La Plata, que llamó a las organizaciones y los ciudadanos de esa colectividad a concentrarse desde las 11 de la mañana frente a las fiscalías de 7 entre 56 y 57.

El objetivo fue reclamar el cese de los femicidios, justicia para las víctimas y que se profundice la búsqueda de Hidalgo. Uno de los manifestantes pidió que se aclare si está operando en la Región una red de trata de personas, sobre todo después de que se supo que el acusado estuvo preso en Paraguay por violencia familiar y proxenetismo.

Lo detuvieron el 10 de abril de 2014 en la Fracción Santa Teresa, de Paraguay, después de que su suegra lo denunció por esos delitos.

Según la información periodística del vecino país, el fiscal Samuel Valdéz acusó a Hidalgo de obligar a su esposa, con la que tuvo dos hijos, a ejercer la prostitución. A esta mujer de nacionalidad paraguaya que entonces tenía 34 años, él la conoció en Argentina y se instalaron en Paraguay a fines de 2013.

El acusado admitió que su mujer se prostituía, pero argumentó que fue “de mutuo acuerdo, porque estaban atravesando una difícil situación económica”. Cuentan las crónicas de aquel entonces que en la casa que compartían se encontraron “tarjetas personales con la fotografía de la dama ofreciendo ‘servicios privados, para hombres y mujeres, solos o grupal, a domicilio, motel o en el auto’ adjuntándose una línea telefónica que el sujeto había habilitado para los clientes”.

No está claro todavía cuándo fue que la justicia paraguaya excarceló a Hidalgo, pero los investigadores locales prestaron mucha atención a los cargos que le imputaron, ya que una de las hipótesis del doble femicidio es que el homicida habría intentado prostituir a las víctimas. Los cuerpos fueron enterrados desnudos, envueltos en bolsas y frazadas.