Polémica por la liberación del violador que salió antes y atacó a cuatro mujeres

En medio del fuerte debate que se registra en el país por la liberación anticipada de condenados por abuso sexual, a partir del trágico caso que tuvo como víctima a Micaela García en la ciudad de Gualeguay, Entre Ríos, otro hecho ocurrido por estas horas en La Plata no hizo más que potenciar la polémica.

Como este diario adelantó en su edición anterior, un joven de 27 años, que cumplía una pena de nueve años de prisión por una violación, logró la libertad antes de purgar la totalidad de esa sanción y concretó otros cuatro ataques sexuales, todos en cercanías de su domicilio de Olmos.

Se trata de Osvaldo Oscar Sequeira (27), quien, de acuerdo a fuentes policiales, “terminaba la condena en 2019”. Sin embargo, desde septiembre de 2016, estaba en la calle.

Los voceros consultados por EL DIA indicaron que la jueza de Ejecución Penal platense, Claudia Marengo, le otorgó en esa fecha salidas transitorias, al amparo de los informes positivos del Servicio Penitenciario provincial.

Sequeira, de acuerdo a la documentación que consta en el expediente, “tenía una conducta ejemplar 10. No tenía problemas con los demás internos, no mostraba alteraciones senso-perceptivas, tampoco productividad psicótica, trabajaba dentro del penal, contaba con contención familiar, quería alejarse de las drogas y estaba incluido en el sistema educativo”, expresó un informante.

Sin embargo, por una cuestión técnica, la fiscalía de instrucción apeló la decisión de Marengo, ya que “el artículo 100 de la Ley de Ejecución Penal (12.256), impide las salidas transitorias a los penados por delitos sexuales”.

Con ese argumento, en la Sala IV de la Cámara, que integran Carlos Ariel Argüero y María Riusech, le dieron la razón al instructor y revocaron la medida, que fue recurrida por la defensa de Sequeira al tribunal de Casación.

Pendiente aún el trámite de resolución, le solicitaron a la jueza Marengo la libertad condicional de Sequeira, con la postura de que había cumplido las dos terceras partes de la condena de 9 años de cárcel. Pero la magistrada la rechazó, según conjeturaron las fuentes, “porque la Cámara le había denegado las salidas transitorias. Si no le dan lo menos, tampoco tendrían que darle lo más”.

Fue ahí que el incidente retornó por la vía recursiva a la Sala IV, que desoyó el dictamen de la jueza de Ejecución y, previo cómputo del tiempo que el condenado llevaba tras las rejas, le concedió la libertad condicional.

De todas formas, según advirtió un vocero en diálogo con este medio, “todo este derrotero judicial se produjo con Sequeira en libertad desde septiembre de 2016, bajo un régimen de salidas transitorias, con retorno a la unidad carcelaria cada 48 horas, pese a que el beneficio fue impugnado por la Sala IV y ahora debe ser definido por Casación”.

“Era un primario sin antecedentes y durante seis meses cumplió todo a rajatablas”, agregaron.

Claro que, según denunciaron los vecinos de Olmos, que empapelaron el barrio donde vive el acusado, con una foto suya y sus últimos ataques, “es un peligro. No puede estar suelto nunca más”, gritaron al unísono.

De ahí la reacción y los intentos por quemarle la vivienda (ver aparte).

EL PATRONATO DE LIBERADOS

Por su parte, dentro de la polémica que encierra este caso, también se incluye el funcionamiento del Patronato de Liberados, que depende del Ministerio de Justicia bonaerense y debe monitorear a los condenados con libertad condicional.

“Si Sequeira estaba yendo a firmar o si cumplía con los requisitos de no tomar alcohol, estupefacientes o no cometer nuevos delitos, debería ser motivo de una profunda investigación”, precisó un vocero.

El martes pasado, una comitiva de la DDI local, lo ubicó en su casa de 183 entre 36 bis y 37, donde no solamente se lo llevó preso, sino que además secuestró distintas prendas de vestir y un cuchillo de hoja lisa con mango de manera. forrado con una manguera, que habrían sido empleadas en los ataques.