Indignación de la familia con la fiscal y varios puntos oscuros en la investigación

“No sabe ni donde está parada, no supo nunca, ni desde un principio”, se quejó ayer Ricardo Fulles, el padre de Araceli, refiriéndose a la fiscal que investigó la causa, Graciela López Pereyra. De ella dijo “está peor que yo” y sentenció: “No se hizo lo que se tenía que hacer de entrada”.

Fulles afirmó que “hasta cierto punto” estuvieron “solos” durante la búsqueda de su hija, y remarcó que los efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) local fueron “los únicos que estuvieron al servicio” de la familia. Respecto de los sospechosos del crimen, Fulles aseguró que no conoce a ninguno de los siete.

“La fiscal trabajó mal desde el principio. Ella pensó que era una película. No me llamó luego de que apareciera el cuerpo”, contó Fulles. Y lamentó: “A mi hija la agarró una banda de degenerados. Si no fuera por nosotros, por lo que nos movimos, no la hubieran encontrado”.

Al ser consultado sobre qué le diría a Darío Badaracco, presunto autor del crimen, dijo: “Por qué se ensañó así con una mujer, por qué no lo hace con un hombre. La madre debe ser una basura como él”.

Anoche trascendió que en la casa de Badaracco secuestraron prendas que serían de Araceli. Concretamente, un par de zapatillas rosas y una remera con estrellas.

QUIEN ES BADARACCO

Darío Badaracco declaró haber mantenido relaciones sexuales con Araceli la última noche que se la vio viva, residía hasta el jueves en la misma vivienda en la que se encontró el cuerpo enterrado bajo una losa de cemento. Esa propiedad está situada a pocas cuadras de la casa de la víctima, en la localidad de José León Suárez, trabajaba de camionero en un corralón de la zona y tenía antecedentes por tres causas penales.

Una es del año 2012 por el delito de tentativa de robo agravado, ocurrido en San Martín; otra es de 2013, por encubrimiento, y la tercera es de 2014 por el delito de robo, también en San Martín.

Según figura en la red social Facebook, Badaracco dice estar casado desde septiembre de 2013 y su última publicación fue el 17 de abril, cuando subió una foto en la que se ven dos platos con comida con la leyenda: “Hoy se cena en la cama” y está compartida con su esposa.

Para esa fecha, según la data de muerte que manejan los peritos, Araceli ya había sido asesinada y probablemente enterrada en el lugar en el que fue encontrado su cuerpo. En muchas de las fotografías que publicó el ahora prófugo en Facebook, se lo ve junto a su esposa y a sus dos hijas.

También en la red social, Baradacco escribió ser un “revolucionario”, fanático de “El Che”, Maradona y Gardel y al referirse a sí mismo escribió: “Vivo para hacer lo que los demás dicen que no soy capaz”.

El hombre, que declaró tres veces ante la fiscal del caso, durante el tiempo en el que Araceli estaba desaparecida, subió fotos en las que se lo ve en el camión en el que trabajaba para el corralón.

Ese camión fue peritado en las últimas horas y los peritos encontraron cabellos que pertenecían a Araceli. La casa de Badaracco ya había sido rastrillada con perros, pero en ese momento no se encontró nada de interés. ¿El acusado se relajó? ¿el cuerpo no estaba y fue trasladado después? ¿O el procedimiento fue incorrecto?

Los investigadores barajan varias posibilidades. Ahora avanzan en esclarecer los puntos oscuros de esta terrible historia: el rol que jugaron los otros seis detenidos (todos serán indagados hoy en San Martín), la mecánica y data del crimen y, sobre todo, el escenario.