¿La central obrera se encamina hacia una nueva fractura?

Por MARIANO SPEZZAPRIA

La vida útil del triunvirato que encabeza la CGT parece haber llegado a su fin. El detonante para la fractura de la central obrera podría ser la marcha convocada para la última semana de febrero, al calor de la pelea del jefe camionero Hugo Moyano con el presidente Mauricio Macri. Pero en rigor, las diferencias internas se vienen cocinando a fuego lento desde hace por lo menos un año.

Así lo reconoció uno de los propios triunviros, Juan Carlos Schmid, quien responde al liderazgo histórico de Moyano: “Son diferencias que estuvieron a lo largo del mandato que ha tenido el triunvirato”, precisó el titular de Dragado y Balizamiento y de la poderosa CATT, que nuclea a los gremios del transporte.

Sobre la fractura, tampoco esquivó la realidad: “Es muy probable”, dijo.

El encumbramiento del triunvirato, que también integran Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estacioneros de servicio), obedeció a un acuerdo entre Moyano, los “gordos” de los grandes sindicatos y Luis Barrionuevo. Esos tres bloques colocaron a sus delegados en la cúpula de la CGT y relegaron a otros sectores, principalmente a los involucrados con el kirchnerismo hasta 2015.

En ese lote se ubica Sergio Palazzo (La Bancaria), quien acaba de convocar a un paro nacional para el 9 de febrero y está abiertamente enfrentado a Cambiemos, en su caso no sólo a nivel nacional sino también en el ámbito bonaerense, dado el conflicto del Banco Provincia. Palazzo viene de sufrir un duro golpe: la Justicia avaló que los bancarios no afiliados dejen de aportar al gremio.

LE PUEDE INTERESAR

Quiénes son los funcionarios designados

LE PUEDE INTERESAR

Boudou volvió al Congreso para visitar a Agustín Rossi

El sindicalista de origen radical acusó al Gobierno nacional por esa medida, dada su cercanía a la senadora Cristina Kirchner.

Pero no es Palazzo, ni Hugo Yasky (CTA) o Roberto Baradel (Suteba), los que mueven la aguja al interior de la peronista CGT. Así lo admitió el propio Yasky al sostener que, en otro contexto económico, los gremios kirchneristas se quedarían “solos ladrándole a la luna”.

En ese “contexto”, Yasky ubicó a los “despidos y los aumentos de tarifas” que afectan a los asalariados, pero evitó referirse a la situación personal de algunos dirigentes sindicales que están presos por hechos de corrupción o que son investigados por la Justicia, como el propio Moyano.

De hecho, el cambio de rumbo del jerarca camionero se inició a raíz de una investigación judicial.

Moyano acusó el impacto y arremetió contra el Gobierno, enviándole un mensaje personal al presidente Macri al hablar de su padre Franco.

Sobre la división de la CGT, Juan Carlos Schmidt no esquivó la realidad: “Es muy probable”, dijo

El enfrentamiento es de tal intensidad que el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, está convencido de que la difusión del audio en el que se lo escucha insultando a una empleada doméstica fue parte de una “operación” del jefe sindical.

El origen de la batalla estuvo, según pudo saber EL DIA, en un tuit de la senadora Kirchner en el que consideraba a Pablo Moyano como un aliado para enfrentar la reforma previsional –finalmente sancionada por el Congreso en medio de violentos incidentes- y luego, si hiciera falta, la reforma laboral. Moyano padre confirmó días atrás su contundente rechazo a la reforma.

El líder de los camioneros tiene una larga historia de oposición a los cambios en la legislación laboral: el punto culminante fue cuando acusó a los senadores de cobrar coimas con “la Banelco” en el año 2000, cuando el presidente era Fernando de la Rúa. Antes, durante la década del ´90, había sido uno de los dirigentes más combativos contra la administración de Carlos Menem.

Ya con el kircherismo en el poder, fue un aliado clave de Néstor Kirchner, pero en 2011 tomó distancia de Cristina Kirchner por el armado de las listas del Frente para la Victoria, raleada de sindicalistas.

Y según dicen, por su pretensión de ser ungido como candidato a vicepresidente, frustrada por cierto.

Inició entonces un paulatino acercamiento con el alcalde porteño Macri.

Tanto, que en la campaña presidencial de 2015 se prestó a la inauguración de un monumento a Juan Perón en el Bajo capitalino, en una clara señal de que su favorito para la Casa Rosada era Macri.

En la misma línea, negoció su retirada de la CGT y bendijo la instalación del triunvirato.

El mismo que ahora corre el peligro de romperse por el nuevo posicionamiento personal de Moyano.