Un rebrote de la epidemia de amenazas de bomba angustia a la comunidad del Normal 1

El colegio Normal N° 1, 14 y 51, recibió ayer dos nuevas amenazas de bomba y ya suman veinte: una fue a primera hora de la mañana y la segunda, poco después de las 11. En ambos casos, en medio de la lluvia, hubo que movilizar unos mil alumnos a lugares seguros como la Catedral y la Plaza Malvinas. En ese contexto, y en medio de la lluvia, una maestra sostuvo que “ya no sabemos a quién recurrir para que esto frene de una vez”. Por la misma razón hubo que evacuar a alumnos de dos escuelas de Tolosa.

Con cada amenaza de esas características, la comunidad educativa se altera en una secuencia que parece calcada: personal policial comunica acerca del llamado al 911, los alumnos interrumpen de manera abrupta las clases y al cabo de unos diez minutos son evacuados por las docentes, llegan los especialistas en explosivos con información precisa sobre el lugar a revisar - el llamado anónimo suele dar precisión de dónde está el artefacto explosivo con referencias del estilo “aula 4, bajo el mueble de los trabajos prácticos” -, cuando se verifica que no hay nada en ese espacio, se recorre el establecimiento para descartar cualquier riesgo y finalmente se da el visto bueno para el retorno de los chicos a las aulas. Con celeridad la inspección no demora menos de 50 minutos.

Mientras todo eso pasa intramuros, en el exterior los alumnos deben desplazarse hacia la Catedral o hacia la plaza Malvinas, algo que ayer ocurrió bajo las inclemencias de una copiosa lluvia.

“El 5 de marzo, en el primer día de clases, ya hubo una amenaza de bomba y antes de las vacaciones de invierno se descubrió que en el lapso de 24 horas dos alumnos de la escuela habían hecho las llamados, después se dio con otro chico y como padres nos preguntamos que pasa que no se sabe quién hizo el resto de las llamadas, pensamos que tal vez no se quiera investigar”, sostuvo Carmen, mamá de una nena de jardín.

Los dos llamados intimidatorios que se registraron provocaron una gran indignación entre los padres y las docentes que coincidieron en que en cualquier momento se puede desencadenar un accidente durante la evacuación de los alumnos, ya que por mas cuidado y atención que se tenga en la tarea, se trata del control de mil alumnos que deben caminar durante varias cuadras.

“Por ejemplo a las 8 de la mañana hubo que sacar a los nenes de jardín y llevarlos a la Plaza Malvinas, al rato volvieron, pero con otra amenaza hubo que volver a evacuarlos a las 11; el lunes a la tarde la maestra de mi hijo pisó las raíces de un árbol que está en la rambla y terminó con un esguince de tobillos, algo que no hubiera pasado si estaba en clases”, contó una madre que ayer se concentró frente al edificio para pedir que la justicia avance en la investigación.

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Como se sabe, el colegio brinda educación en los niveles inicial, primario y secundario y frente las constantes amenazas existe especial preocupación por la situación de los niños del jardín de infantes y los chiquitos de los primeros años de la primaria, quienes ante cada protocolo de seguridad deben ser llevados hasta la plaza Islas Malvinas.

En medio del hartazgo otra madre señaló “es tremendo tener a los chicos a cada rato en la calle; los nenes del jardín caminan hasta la plaza Malvinas con el peligro que significa para ellos hacer esas cuadras”.

Las nuevas intimidaciones a la institución de 14 y 51 se produjeron tras la reunión que mantuvieron el martes pasado los padres con el fiscal de Estado bonaerense, ámbito en el que se reclamó que se investigue.

“Las causas caen en fiscalías diferentes cuando lo ideal sería que recayeran siempre en la fiscalía de Virginia Bravo, por eso gestionamos una entrevista para que nos reciba”, sostuvo una de las personas que participó de ese encuentro. Mientras eso ocurría en el establecimiento se recibía otra amenaza, “fue como si supieran que nos íbamos a reunir con las autoridades y nos dijeran que no les importa nada de nada”.

Otras amenazas

Dos escuelas de Tolosa, una Nuestra Señora del Carmen -531 y 115 - y la otra la Escuela Secundaria 92 - 3 entre 527 y 528 - también sufrieron la amenazas de bombas y tuvieron que interrumpir sus clases para descartar la existencia de artefactos explosivos en esos inmuebles. “Estamos indignados, es la segunda vez en la semana que hay que sacar a los alumnos de los edificios y todos terminan en la plaza del Carmen, algunos padres directamente los retiran y se pierden días de clases”, sostuvo un padre preocupado por la situación.