Apenas una familia salió de su casa, delincuentes entraron y se la desvalijaron por completo

La inseguridad, en una zona de la localidad platense de Melchor Romero, también golpea en forma cotidiana, según le contaron a este diario varios vecinos.

Si bien hubo coincidencia en mencionar que en la mayoría de los casos los delincuentes asaltan a sus víctimas en plena calle y a cualquier hora, en la mañana de ayer se produjo un robo importante en una vivienda.

Fue en 151 entre 521 y 522, donde vive un matrimonio con sus pequeños hijos.

Una de las víctimas de este escruche es Yanina Fabré (38). La mujer contó sobre el episodio que “todo tiene que haber ocurrido entre las 9 y las 10 de la mañana, en momentos en que mi esposo y yo habíamos ido a trabajar y nuestros chicos estaban en la escuela”.

POR LA VENTANA DEL LAVADERO

Mientras su marido y otros familiares reforzaban la seguridad del frente de la vivienda, Yanina calculó que “al parecer se metieron dos ladrones, por el terrible desorden que dejaron en los dos dormitorios y en el living, principalmente”.

“Inclusive -continuó-, hasta tiraron un placard doble, que es pesado hasta cuando está sin ropa. Y ahora estaba repleto de prendas”.

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Consultada acerca la forma en que los delincuentes pudieron ingresar a la casa, consignó que “desde una vivienda vecina accedieron al fondo de la nuestra y pudieron meterse a través de la ventana del lavadero. Y de ahí, al resto de la casa”.

Para fortuna de los ladrones, ningún habitante de esa cuadra se percató de ruidos o alguna situación que los llevara a sospechar de movimientos extraños.

Yanina, de profesión docente, detalló que “nos robaron los 1.000 dólares ahorrados desde hace mucho tiempo. También 12.000 pesos del sueldo que había cobrado el viernes”.

La mujer, de todas maneras, enseguida aclaró que no fue lo único que estos delincuentes pudieron robar, aprovechando que tenían toda la casa a su disposición. “Se llevaron un televisor de 32 pulgadas, una notebook, una play station 2 e intentaron además llevarse la bicicleta de mi esposo”.

“Por suerte justo pasaba una tía que es del barrio, lo vio al ladrón con la bicicleta y le pegó un grito. Entonces tiró la bicicleta al piso y escapó con la mochila que llevaba con muchas de las cosas que nos robaron”, reflejó después.

Asimismo, señaló que “vivimos en esta casa desde hace un año y en otra ocasión intentaron entrar a robar”.

A unos ciento cincuenta metros de allí, en 151 y 523, otra vecina, Sandra (36), denunció ante este diario que “hace cuatro años que vivo acá y desde ese momento la zona viene complicada con los robos. En 151 desde 520 a 523, por ejemplo, los robos son permanentes la calle. Hay horarios críticos, como a partir de las 5.30 de la mañana, al mediodía y después de las 17.30”, especificó.