El delito no se toma vacaciones: balearon a un policía y hasta robaron una Pelopincho

Dos policías heridos en una persecución de madrugada; un jubilado corriendo a gritos a los ladrones que quisieron meterse en su casa de Arturo Seguí tirando abajo la puerta con un ariete; y delincuentes que no dudaron en romper las instalaciones de una escuela de Altos de San Lorenzo ni llevarse la pileta pelopincho en la que los pibes del barrio disfrutaban -hasta ayer- de las tardes calurosas del verano, son apenas tres historias de una ciudad en la que la inseguridad no afloja.

El primero de los hechos ocurrió a la madrugada, cuando la policía quiso detener la marcha de una moto con dos ocupantes y estos decidieron escapar. Comenzó así una larga persecución que arrancó en la zona de 161 y 520 y se extendió hasta 520 y 25, donde los jóvenes dejaron su vehículo para intentar una fuga a pie.

Fuentes oficiales confirmaron que en ese lugar hubo un intercambio de disparos que terminó con uno de los oficiales, de 31 años, baleado en el empeine derecho, mientras que otra agente, de 24 años, recibió un fuerte golpe en la cabeza por el impacto de uno de los muchos objetos contundentes que arrojaron los muchachos para eludir la captura, según la versión oficial.

Con los refuerzos que fueron llegando convocados por los primeros efectivos -incluido personal de la policía Local- se detuvo a un menor de edad, mientras que su amigo logró escapar y cayó en 528 y 23. Tiene 30 años.

Le secuestraron la moto Mondial 150 cc en la que se movilizaban, pero no encontraron el arma, aclararon los voceros.

En la comisaría Undécima se abrió una causa por “abuso de arma y lesiones”, mientras que los policías fueron derivados a distintos hospitales para su atención. Según se aclaró, los dos están fuera de peligro.

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El segundo caso anticipado antes sucedió a las 22.30 del martes en una casa de 144 entre 410 y 411, donde Luis Sosa, de 80 años, miraba televisión con su mujer.

“Nos llevamos un susto bárbaro, porque escuchamos golpes fuertes, uno atrás de otro, en la puerta de madera de entrada”, recordó en una charla con este diario.

Pese al miedo, el hombre se acercó a la puerta para que los intrusos supieran que la casa no estaba vacía. La maniobra, por suerte, le salió bien. “Les grité y ellos se escaparon”, confirmó el jubilado, que encontró tirado en el frente de la finca un ariete de 80 centímetros de largo (herramienta que usa la Policía para tumbar los accesos en los allanamientos), “con el que hacían fuerza para poder entrar y dañaron bastante la puerta”, reveló.

Sosa llegó a ver “la figura de uno de los pibes, que claramente era menor de edad, aunque no pude distinguirlo demasiado entre la oscuridad y el apuro con el que se fue junto al resto”, explicó.

Ayer a la tarde, y con la ayuda de un conocido, el hombre reparaba la abertura que dañaron los ladrones. “Tengo decidido instalar también una reja protectora”, apuntó este hombre, quien ya radicó la denuncia y está resuelto a poner un botón antipánico en su celular, como ya tienen otros vecinos. El vecino que lo acompañaba mencionó que los robos en la zona recrudecieron en los últimos años y recordó un episodio grave que ocurrió el 24 de diciembre pasado: “En plena Nochebuena le pusieron un revólver en la cabeza a una nena de 8 años para robarle el celular en la calle”.

Luis, en tanto, dijo que vive en esa casa desde 1992, pero es la primera vez que sufre un episodio como el de antenoche. “Siempre fue un barrio muy tranquilo y eso es lo que uno siempre buscó como lugar para vivir”, concluyó.

El último incidente tuvo como escenario la Escuela 45 de Altos de San Lorenzo, donde delincuentes causaron daños y se robaron la pileta de lona para los chicos que participaban del programa Escuelas Abiertas de Verano, informaron desde la Municipalidad.

La escuela funciona en 85 y 23 bis, con secundaria y jardín de infantes. Personal de la institución que llegó ayer a la mañana a abrir las puertas del edificio, como todos los días, encontraron los vidrios de algunas ventanas rotos y los muebles dañados.

Luego observaron que faltaba la pileta que habían instalado para los chicos del barrio. Voceros oficiales aseguraron que “se dispuso la asistencia a los directivos del lugar a través de la Subsecretaría de Coordinación Municipal y se informó que se trabajará junto a la provincia para poder retomar el normal funcionamiento de las actividades”.

“Es lamentable este tipo de episodios”, dijo el Subsecretario comunal, Martiniano Ferrer Picado, antes de destacar “el aporte educativo y de contención social que hoy brindan las escuelas durante el verano”, con talleres de seguridad vial y diversos cursos para los chicos, tanto de RCP como robótica, entre otros.