Sin freno para la invasión de autos en los espacios verdes del Bosque

Convertido durante los días hábiles en una gran playa de estacionamiento a cielo abierto, el Paseo del Bosque no descansa de la invasión de vehículos ni siquiera los fines de semana. Tanto el sábado como el domingo último la escena que pudo verse en el principal pulmón de la Ciudad fue la misma: decenas de autos copando los espacios verdes, subiéndose al pasto y alterando un paisaje natural que debería preservarse en su integridad.

Quienes habitualmente visitan el Bosque aseguran que “se repite prácticamente todos los fines de semana, pero ahora que llegaron los días más cálidos se ve más gente”, como lamentó Candela Suárez, que suele ir a correr al emblemático paseo.

EN DIFERENTES SECTORES

Está claro que con la llegada de la primavera se incrementó el número de familias que se vuelcan a descansar en el Bosque los fines de semana. Pero los visitantes plantean que, ante la ausencia de controles, muchos de ellos se suben con los vehículos a las zonas en las que está prohibido hacerlo, como se veía ayer a la tarde, por caso, en las inmediaciones del Museo de Ciencias Naturales. Pero no es el único lugar: escenas similares suelen verse en torno al Anfiteatro del Lago, en las inmediaciones del Observatorio y en diferentes sectores entre 60 y la continuación de la avenida Iraola, en cercanías de Medicina, por citar algunos.

“Es una pena porque vienen a entretenerse o a pasar un día en familia pero están degradando un lugar que es de todos y deberían cuidar”, planteó Ramiro, estudiante de Educación Física que ayer descansaba a metros de la “invasión” de autos sobre el pasto, y que degradan con su contaminación el principal pulmón de la Ciudad.

Lo singular es que el descuido de los visitantes durante los fines de semana se da en un contexto que dista de ser el del colapso vehicular que suele mostrar el Bosque los días hábiles. “Durante la semana es tanta la cantidad de autos que llegan para estacionar en la zona de avenida 52, desde el zoológico hasta 120, que explota, y muchos dejan el auto donde pueden. Pero los fines de semana ni siquiera tienen esa excusa porque hay otros lugares para dejar el auto y a lo sumo caminar unos metros”, agregó el estudiante.

UN PROBLEMA CRÓNICO

Como se sabe, es un problema de larga data, aunque se agudiza ante la falta de controles: no se ven cuidadores y es nula la presencia de policías y patrulleros.

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Sin ir más lejos, semanas atrás este diario dio cuenta de la desaparición de gran parte de los mojones que se levantaron en algunas calles para evitar el avance del tránsito vehicular.

Desde entonces, son cada vez más frecuentes los reclamos de quienes van a esa área verde para disfrutar del aire libre y la práctica de alguna actividad deportiva y que se ven automóviles en calles por las que no tendrían que pasar.

Se detectó la falta los mojones colocados en los alrededores del circuito aeróbico y algunos de los que se pusieron con dirección a la calle 60. También en torno al monumento que está frente a la cancha de Gimnasia, donde tiraron algunos mojones y los autos pasan como si nada.

Otra queja frecuente de los visitantes al Paseo del Bosque es la escasez de carteles que señalicen el tránsito vehicular y marquen por dónde deben ir las bicicletas.

En reiteradas ocasiones desde la Comuna se ha asegurado que se hacen “controles vehiculares a diario en las inmediaciones del Paseo del Bosque a fin de detectar y sancionar aquellos autos que se encuentren en infracción”, de los que participan móviles y motos, los cuales realizan recorridos para regular los vehículos estacionados indebidamente en la zona.