Cómo es la atención en espacios cerrados de los gimnasios y los restaurantes

La semana que viene quedarán habilitadas formalmente en La Plata gran parte de las actividades que, de hecho, vienen funcionando, aunque no estén todavía permitidas. Esta nueva “apertura” incluye a los espacios cerrados de los gimnasios, los salones de bares, cervecerías y restaurantes, el fútbol 5 y la autorización a trabajar del personal doméstico. Todo será bajo estrictos protocolos y siempre y cuando la Ciudad se mantenga en niveles bajos de contagios de COVID-19.

Esta vuelta, ya dentro de un marco legal, fue confirmada por la habitual conferencia de prensa semanal del jefe de Gabinete de la Provincia, Carlos Bianco. Y es que con el avance de la fase de aislamiento a la de distanciamiento social, en La Plata y el AMBA desde el martes próximo se abrirán al público, ya autorizados, los espacios de fútbol 5 (abiertos y cerrados); y los locales dedicados a la actividad física en la medida que cuenten con ventilación natural (no se permiten equipos de aire acondicionados ni ventiladores).

Además, el personal doméstico, que en una segunda etapa del aislamiento social sólo pudo trabajar en una sola casa de familia, a partir de la semana próxima podrá cumplir con sus tareas en más de un domicilio.

Los servicios gastronómicos con recepción de público podrán atender en el interior del local con un aforo de hasta el 30 por ciento de la capacidad que fue habilitada oportunamente (antes de la pandemia) y, al igual que los gimnasios, siempre que cuenten con ventilación natural.

Los protocolos

Como se dijo, la mayoría de esos rubros funcionan dentro de sus instalaciones desde hace semanas, y reanudaron la actividad ya con los protocolos aprobados por el Municipio. Tal es el caso de un “gym” que comenzó a trabajar en las plazas (Alsina y Olazábal, las dos cercanas a su local de 2 entre 41 y 42) no bien se le permitió esa modalidad de servicio al sector, siguió con la oferta en un patio semicubierto y en una tercera etapa reabrió hace ya unos días el salón bajo techo.

“Se trata de una casa antigua, con una sala muy amplia y ventilada, con muchas ventanas, que da toda a un patio. Eso nos viene muy bien porque no podemos utilizar ningún equipo de ventilación mecánica”, explicó uno de los socios del gimnasio, Gonzalo Uranga.

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Las medidas de bioseguridad que adoptaron en ese gimnasio son las siguientes: todas las personas deben ingresar con tapaboca-nariz, sanitizar el calzado con amonio cuaternario y las manos con alcohol al 70-30; en la recepción se les toma la temperatura con el equipo digital. El salón se divide en estaciones de trabajo donde sólo están el cliente y el instructor, con rutinas especialmente diseñadas para que en ese mismo lugar se realicen tres o cuatro ejercicios diferentes y así evitar el exceso de circulación.

Los pasillos están demarcados con flechas que señalan el sentido de circulación, y cada vez que un cliente finaliza con el trabajo en una estación tiene que higienizar los aparatos que fueron utilizados antes de retirarse.

“Ese protocolo es para las rutinas aeróbicas y de musculación que se practican en el salón; las clases grupales, como las localizadas y las funcionales, se siguen dictando en las plazas”, aclaró Uranga.

Lejos todavía se está de la afluencia de clientes pre virus. “Empiezan a venir de a poco; algunos más temerosos que otros, cuidándose más”, concluyó Uranga a la vez que estimó en un 30 por ciento de lo que era lo habitual la actual cartera de clientes.

Presidente de la cámara Pulpa, Carlos Leuzzi celebró el anuncio de Bianco. “Ahora entramos en una situación buenísima, porque si bien de hecho estábamos funcionando esto nos pone dentro de la ley”, dijo el empresario gastronómico.

En el caso de los locales de atención de comensales los protocolos para la prevención de contagios también son estrictos, ya que, según remarcó el dirigente, los salones sólo pueden tener ventilación natural, distribuir el espacio con una distancia física de más de dos metros, mesas ocupadas con un máximo de cuatro personas, el personal de contacto con barbijo, desinfección permanente de los sanitarios y alcohol en gel a disposición.

“La situación epidemiológica de la Ciudad mejoró -puntualizó Leuzzi-, después de seis meses muy bravos. Ahora, mucho depende de nuestra responsabilidad individual”.