Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Alejandro Castañeda
Por: Alejandro Castañeda
El programa de Tinelli supo sacarle provecho a la mezcla de erotismo y solidaridad. Las lindas chicas que trepaban por el caño para ir socorrer a una escuelita de Formosa, fueron el punto de partida de una televisión vernácula que ganó puntaje al combinar ayuda pública con siluetas vendedoras. No fue el primero ni será el último. El cuerpo de la mujer es un argumento en sí mismo que no necesita argumentos extras para poder manifestarse y acaparar atención. La anatomía bien presentada siempre puede recaudar y halagar la mirada. Aquel caño era un anzuelo que primero encandilaba y después tenía la misión subsidiaria de llevar insumos a hospitales lejanos. Algo que ahora también se promueve desde distintos lugares y con extrema urgencia.
Mientras algunos médicos y médicas de aquí piden menos aplausos y más reconocimiento material, doctoras muy presentables de Alemania y Francia se desnudaron para conseguir insumos. “Por favor, cuando lleguen las 21, no aplaudan más”, señala la campaña vernácula que se ha venido viralizando por la red. “No hay nada que festejar. En algunos lugares cobran el 60 por ciento de su sueldo, les abonan las facturas con hasta 120 días de atraso y trabajan en muchos casos sin protección”, agregaron los profesionales criollos.
Cuando las señoras juiciosas se muestran con todo al aire, su búsqueda es ofrenda o recordatorio
Y hay doctoras europeas que tampoco se conforman con los aplausos. Como quieren cubrirse de la pandemia, decidieron tirar el ambo al piso y descubrirse. No para atender sino para quejarse. El desnudo público nunca se agota en la pura contemplación. Siempre parece reclamar algo más. Y en La Plata, las andanzas del stripper Juan Antonio Vazquez, es todo un clásico: sus apariciones lo muestran como un vecino que escapa de la ducha y sale en bolas a encarrilar un mundo que se fue a pique por culpa de los bien vestidos. Pero lo más frecuente es lo que vemos en distintas ciudades del planeta: la irrupción de grupos de mujeres, unidas tras un objetivo edificante (un plan de lucha, un oficio, una demanda puntual) que salen en cueros desde el puro anonimato para traer un mensaje que seduce más por su estuche que por su contenido. Es cierto que el desnudo se ha democratizado tanto que su exhibición cada vez hace menos ruido. Pero, aunque internet lo ponga a tiro de cualquiera y aunque la intimidad haya ido perdiendo secretos, el nudismo femenino envuelto en quejas tiene el buen gusto de traernos las mujeres menos pensadas en situaciones menos imaginadas. Cuando las señoras más juiciosas se animan a salir a la calle con todo al aire, su plan es convertirse en ofrenda o recordatorio. Ahora, odontólogas y médicas de Alemania y Francia se desnudaron. Pero nada de exhibicionismo, han dicho. Su objetivo es mostrarse sin ropas para denunciar la falta de insumos protectores frente a un virus que desnudó al mundo. Son dos profesiones muy expuestas y de absoluta cercanía. Y han hecho saber que necesitan mucho más que guantes y barbijos para andar escarbando dolencias tan próximas. Sus fotos llamaron la atención, aunque ellas se animaron a posar, según dijeron, porque consideran que la única forma de darle visibilidad a su pedido es lograr que lo sexy patrocine estas protestas. “Nada más profundo que la piel”, decía Paul Valery. Como para avisarnos que hay que saber apreciar el afuera para poder intuir el adentro.
Para poner en marcha una campaña como esta, se necesita contar con una dotación de quejosas de buena presencia, algo que la medicina y la odontología tienen de sobra. La idea es que la buena presencia prevalezca por encima de cualquier vulgaridad y que la piel no tape la militancia. Estas doctoras, sin querer reviven en clave epidémica los ruegos de las chicas del caño, que ofrecían su cuerpo para hacer colectas edificantes. Más de un paciente de aquellas latitudes se habrá reconfortado al poder ver a su doctora como la imaginaba, sin ambo ni termómetros ni anestesias. Todo un tributo del cuerpo ahora que estamos viviendo una época donde la coquetería ha claudicado y la única moda es taparse todo, mantenerse alejadas y ocultas bajo vestuarios protectores y apelar religiosamente a la fragancia más cautivante de estos días: alcohol en gel.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Básico Promocional
$135/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2590
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Full Promocional
$190/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3970
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2024 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro D.N.D.A Nº RL-2019-04027819-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí