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Vehículos |TIENEN ALTURA Y PESO SIMILAR AL DE LAS PERSONAS, ARTICULACIONES COMO LOS HUMANOS, PIEL Y PARTES BLANDAS

Con maniquíes “casi” humanos: pruebas de colisión cada vez más realistas

Una nueva versión es capaz de simular posibles lesiones internas, algo de gran utilidad para que las compañías que fabrican vehículos puedan mejorar las condiciones de seguridad para quienes viajen en ellos

Con maniquíes “casi” humanos: pruebas de colisión cada vez más realistas

Un maniquí para pruebas de colisión con medidas estándar: 1,78 metros de altura y 78 kilos / Finn Danker / crashtest-service.com GmbH / DPA

4 de Febrero de 2022 | 05:05
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Desde hace años, los maniquíes para pruebas de colisión, también llamados “dummies”, forman parte integral en las pruebas de accidentes por impacto que tienen que pasar los coches para aumentar la seguridad de los vehículos. Una nueva variante del maniquí puede simular ahora también posibles lesiones internas.

Hace más de 20 años, el investigador de accidentes berlinés Michael Weyde constató que no podía utilizar maniquíes convencionales para realizar pruebas forenses para los casos judiciales. “Para los accidentes de tránsito con peatones o ciclistas, los maniquíes convencionales eran demasiado rígidos. Los daños de los vehículos no coincidían con los de la realidad”, señala. Se rompían los paragolpes, pero no los huesos; solo los parabrisas y los techos rotos correspondían con la realidad.

LESIONES

Por este motivo, Weyde decidió optimizar los maniquíes estándar. En un principio, quería utilizarlos para evaluar los daños del vehículo, pero pronto se percató de que con los muñecos también se podían representar lesiones realistas. En 2010, Michael Weyde ya había logrado diseñar su propio modelo “Biofidel”. Se trataba de un maniquí antropomórfico que se aproxima al físico humano y con cuya ayuda se pueden evaluar mucho mejor las lesiones.

En lugar de unir las distintas partes del cuerpo con articulaciones de horquilla de la ingeniería mecánica, Weyde incorporó articulaciones de encastre como las de los humanos, lo que daba como resultado una réplica mucho más realista. Para representar los huesos, utilizó inicialmente diferentes tipos de madera, como el abeto o el roble.

Junto con estudiantes de las universidades técnicas de Dresde y Berlín, Weyde continuó optimizando el maniquí con huesos moldeados a partir de sustancias y materiales que simulaban mejor la resistencia al desgarro, compresión y flexión del material óseo.

Un auto destruido tras el choque frontal. El maniquí mostró qué lesiones puede ocasionar esta colisión / Tobias Kleinschmidt / DPA

PIEL

A continuación, llegó la tercera generación del maniquí Biofidel: una silicona especial reproducía en él los tejidos blandos, los músculos y la grasa, asemejándose a los homólogos humanos en términos de deformación. Además, incorporó un nuevo tipo de piel a partir de una mezcla de látex.

Para la producción de maniquíes comparables, el experto encontró un socio que en la actualidad vende el maniquí Biofidel en todo el mundo. Esto significa que ahora se pueden realizar muchas pruebas de choque que antes no eran posibles. “Nos dimos cuenta de que las piernas y las costillas se rompen en ciertas colisiones”, asevera Michael Weyde. Además, se constató que el maniquí sale despedido contra el techo ya en caso de un impacto a 30 kilómetros por hora.

El “dummy” siempre tiene el mismo aspecto: mide 1,78 metros y pesa 78 kilos. Estas medidas se corresponden exactamente con el percentil 50 del hombre europeo. Esto significa que la mitad de los hombres europeos tienen medidas que superan estos valores, mientras que la otra mitad presenta dimensiones que están por debajo de ellos. El maniquí no representa a los niños, las mujeres o los hombres muy altos u obesos. Según Weyde, esto podría cambiar en los próximos años.

Desde principios de los años 80, el automóvil club alemán ADAC también utiliza maniquíes en las pruebas de choque. Desde 1999, estas tienen lugar en su propio centro tecnológico de pruebas. Cada año, el club realiza entre 80 y 100 pruebas de choque de vehículos, además de entre 500 y 600 pruebas de impacto con trineo, estas últimas principalmente para las pruebas de funcionalidad de asientos infantiles. En la actualidad, los tests siguen realizándose con maniquíes estándar con tecnología de medición integrada.

Sin embargo, Volker Sandner, responsable de seguridad de vehículos e investigación de accidentes en el centro técnico del ADAC, tiene previsto utilizar maniquíes Biofidel en el futuro. “Con el modelo queremos investigar mejor las zonas periféricas, por ejemplo, en los accidentes con peatones, ciclistas y usuarios de patinetes eléctricos o autoequilibrados”, señala el experto.

Un “dummy” Biofidel: sus articulaciones y partes blandas se asemejan a las de los humanos / Finn Danker / crashtest-service.com GmbH / DPA

A diferencia del maniquí estándar, el muñeco Biofidel puede mantenerse en pie como un ser humano. En caso de ser atropellado por un coche, el patrón de lesiones se acerca a la realidad. “Basándonos en las lesiones del maniquí, podemos sacar conclusiones sobre dónde hay que mejorar la seguridad”, afirma Volker Sandner.

En cambio, para las pruebas de choque estándar, sigue viendo ventajas en el maniquí convencional: la tecnología de medición registra todos los datos con precisión y las pruebas son comparables. “Con el maniquí Biofidel habría que realizar una autopsia después de cada prueba, lo que llevaría mucho tiempo”, objeta, y aclara que, con la próxima generación de maniquíes Biofidel con tecnología de medición integrada, la situación podría cambiar.

El organismo alemán de Pruebas de Armas también utiliza maniquíes Biofidel desde 2021 para investigar la resistencia de los vehículos blindados a los ataques armados o a las cargas explosivas. “A partir de los daños encontrados en el maniquí, como en la ropa, la piel o las extremidades, se pueden sacar conclusiones sobre la penetración de astillas u otros componentes en el interior del vehículo”, afirma el jefe de departamento Peter Häussler.

Si no hay daños visibles en el maniquí, el vehículo probado puede recibir una calificación de hasta tres estrellas. Una fuerte explosión, un vigoroso impacto y la deformación de la chapa deberían afectar a los maniquíes tan poco como a las personas reales.

 

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