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Policiales |Ambos están acusados de estafar a comerciantes de la ciudad. La comisaría segunda, en el foco

Un cobrador y el “bala de goma”, la punta del iceberg de una artimaña

Además del falso custodio, quedó detenido otro implicado. Ahora investigan quién manejaba los hilos. El comisario ya fue liberado

Un cobrador y el “bala de goma”, la punta del iceberg de una artimaña

Comisaría segunda, en la mira de la justicia /Demian Alday

23 de Abril de 2022 | 04:36
Edición impresa

Continúa la investigación por el montaje de un sistema de recaudación paralelo a los servicios adicionales de custodia (horas Polad) en la que quedaron involucrados el titular de la comisaría segunda de La Plata, y otros dos sujetos acusados de ser el cobrador y un falso custodio.

“Es la punta del iceberg”, sostuvo una fuente judicial al mencionar que estas detenciones son sólo el comienzo de una investigación que avanzará con el correr de los días.

La operatoria, que ya derivó en otras causas penales por corrupción contra policías, esta vez tenía una ingeniosa modalidad para concretar la maniobra ilegal.

Según surge de la investigación judicial, un sujeto se “disfrazaba” de policía para custodiar comercios. El hombre utilizaba un supuesto chaleco antibalas, que estaba relleno con goma espuma y una pistola con balas de cebita. Parecía un agente de la fuerza de seguridad provincial.

Todo comenzó a raíz de la denuncia del dueño de un supermercado, en donde acusó al comisario por cobrarle dinero por supuestas horas Polad, un adicional que la policía percibe por tareas de custodia en comercios, empresas o edificios públicos. Sin embargo, los pesquisas determinaron que en vez de enviar a un efectivo policial, el comisario mandaba al comercio a un civil que portaba un arma de juguete y que llevaba un chaleco similar a los que utilizan los policías, pero que en realidad estaba rellenado con goma espuma.

Tras una serie de allanamientos realizados el miércoles pasado, el titular de la dependencia ubicada en 38, entre 9 y Plaza Olazábal, Diego Bálsamo, quedó demorado y se secuestraron documentos de interés para la investigación.

La fiscal Cecilia Corfield, de la UFI Nº 15, además de solicitar la aprehensión del policía, detuvo al civil que actuaba en connivencia para el cobro de los adicionales.

Al día siguiente, ordenó la detención de otro sospechoso de integrar la banda de estafadores, y liberó comisario, aunque quedó vinculado a la causa e imputado por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

En tanto, la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense ya inició una investigación administrativa y dispuso el pase a disponibilidad.

¿Cómo actuaba el “bala de goma”?

Vestido de oscuro, con un chaleco y un arma, lo identificaron y descubrieron que no era un policía, pese a que varios testigos señalaron que se hacía pasar como tal.

Como informó este diario en su edición anterior, y para sorpresa de los funcionarios de la AGAI, el chaleco protector no estaba relleno de kevlar, sino de goma espuma, y el arma no cargaba municiones nueve milímetros: “Era a cebita”, comentaron con asombro.

A la fiscal Corfield también le llamó la atención, pero profundizó la pesquisa y dio con el presunto recaudador. Un hombre con un frondoso prontuario penal, cuyos movimientos estaban filmados. Estas dos personas continúan privadas de la libertad, el falso custodio o “bala de goma”, como le dicen en la jerga policial, en calidad de detenido y el sindicado cobrador.

A ambos les imputan los delitos de “estafa y usurpación de títulos y honores”, con conocimiento del juzgado de garantías de Marcela Garmendia. Ahora, lo que se intenta determinar es si tenían línea directa con el comisario o alguno de los miembros del servicio de calle de la dependencia.

El día del allanamiento, la fiscal Corfield se llevó todos sus teléfonos celulares, con el objetivo de que sean peritados. “Cuando los abran y vean su contenido, se tendrá acceso a datos que se consideran clave para el curso de la investigación”, expresó un allegado.

Según una versión, el comisario Bálsamo, que hacía poco más de un mes que estaba en la seccional de barrio Norte, después de un paso por otras dependencias como las de City Bell (décima), La Loma (cuarta) y Melchor Romero (decimocuarta), negó todo los cargos y aseguró que no conoce ni tuvo contacto alguno con los otros mencionados en la causa. De todas formas, para la fiscal Corfield, en la hipótesis de mínima, no podría desconocer que había un servicio de custodia ilegal dentro de la jurisdicción a su cargo.

La figura típica, regulada en el artículo 249 del Código Penal, se consuma con el mero incumplimiento del mandato de acción que surge de la condición especial del autor.

La consumación se dará cuando la ley debía ser ejecutada sin que ello sucediera. Se trata de la omisión de inspección del funcionario público encargado de fiscalizar el cumplimiento de las normas específicas de la actividad. Por todo esto, al margen de la cuestión judicial, Bálsamo quedó desafectado de servicio y con un sumario administrativo en su contra. Su lugar será ahora ocupado por el comisario Edgardo Oviedo, que actuaba como segundo jefe de la comisaría.

¿Cuánto se cobra por las horas polad?

La causa en cuestión habla de un servicio de custodia que es muy utilizado en comercios, empresas o edificios públicos. Su valor hoy en día es de entre 370 y 550 pesos por hora, según quien lo contrate y de acuerdo con el riesgo de “peligrosidad, riesgo u otros factores debidamente justificados”, según consigna la resolución del ministerio de Seguridad de la Provincia.

Los uniformados tienen permiso para hacer hasta 240 mensuales. Representa, para muchos casi un salario extra. Por eso muchos pretenden acceder al “reparto” de horas Polad (Policía Adicional), como se las conoce en la jerga policial.

Lo administra el jefe de la comisaría y lo debe cargar en una planilla para que el ministerio después remira el dinero que se le debe entregar en su totalidad al agente que cumplió con la hora extra.

Antecedentes

El manejo de las horas que los agentes bonaerenses realizan en dependencias y comercios ya provocaron otros escándalos en la fuerza. En diciembre de 2017, el ministerio de Seguridad bonaerense desplazó a 20 policías -entre ellos un comisario inspector- involucrados en maniobras ilegales con la realización de horas extras para el control de hospitales de La Plata y Ensenada.

Esa vez, Asuntos Internos, a partir de una investigación que se hizo por más de un año, determinó que había en los centros asistenciales un verdadero “festival” de irregularidades con las horas Polad.

Por este servicio, la cartera pagaba entre 10 y 12 millones de pesos mensuales, pero se supone que el 50 por ciento de ese dinero se desviaba hacia los bolsillos de los responsables de realizar este manejo ilícito del servicio.

Vestido de oscuro, con un chaleco y un arma de juguete, descubrieron que no era policía

 

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