En Medicina quieren más clases y más estudiantes llegando al título

De los debates por las dificultades que impone el régimen de estudios, al reclamo de más clases, más actividad y una mejor organización, con más docentes y aulas para evitar los bochazos y la pérdida de 9 de cada 10 estudiantes que llegan a la Facultad de Medicina con el sueño de transformarse en profesional de la salud. En ese punto parece hoy la discusión en esa comunidad académica, que pasó de sumar unos 300 estudiantes en la era del examen de ingreso a los alrededor de 8 mil en tiempos actuales, de ingreso libre. El cuadro volvió a exponerse ayer, en una jornada de reclamo donde se eligió dar clases sobre temas de la anatomía o técnicas médicas como muestra de la necesidad de que las autoridades universitarias refuercen el trabajo.

La protesta “a la japonesa”, como se comentó en forma irónica cerca de esas aulas (en alusión a la técnica asiática de manifestar disconformidad produciendo más), fue organizada por la agrupación estudiantil Unite (condujo el claustro durante más de una década, hasta hace pocos años), luego de los repetidos bochazos en cursadas de la carrera de Medicina, tanto de primer año como de cursos avanzados. Desde finales del primer semestre, se expusieron listas de reprobados que llegarían al 80 y 90 por ciento en asignaturas como Anatomía e Infectología. A la vez, según quejas de estudiantes, se produjeron dificultades con exámenes en Obstetricia y Nutrición, otras dos carreras de esa facultad.

El cuadro derivó en una resolución del consejo directivo orientada a poner la lupa en esos números y los exámenes que los generan. Junto con los diagnósticos sobre las dificultades del estudiantado para dar el tono con el nivel mínimo, aparecieron quejas por el empleo de las clases virtuales (a través de video conferencia o plataformas en la web) en lugar de los clásicos intercambios en el aula y en las salas de hospital donde se aprende revisando pacientes.

Eso se cortó con las restricciones por la pandemia, pero aún con la “nueva normalidad” en el resto de las facultades, Medicina sigue con las pantallas. Al menos así lo reclaman desde Unite: “Nos falta presencialidad, no tenemos las prácticas. No podemos prepararnos por Zoom”, indicó una dirigente estudiantil en la mañana de ayer, en medio de la jornada de reclamo.

En Unite se sostiene que el porcentaje de presencialidad “es muy bajo”. Por medio de un comunicado, se expresó que “las autoridades” de la Facultad “tomaron la determinación de no volver a la presencialidad plena” tras el período de aislamiento y que “se ató a un proyecto de mala formación y restricciones”.

Unos días atrás, luego de un bochazo en Anatomía, desde esa agrupación se señaló que “el 95 por ciento de los estudiantes no llega al final de la carrera”. Ayer se reforzó la posición indicando que “muchos dejaron o los bocharon porque no tienen las herramientas necesarias para estudiar”.

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La Facultad pasó de unos 3 mil estudiantes hasta mediados de la década pasada, a 33 mil. El impulso lo dio la anulación del examen de ingreso eliminatorio, en 2015, al que se señalaba por exigencias desmedidas.