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Espectáculos |EN LA PANTALLA CHICA

Bryan Cranston: “Evidentemente, me atraen hombres muy problemáticos y complicados”

El actor de “Breaking Bad” regresó a la televisión con “Your Honor”, una trágica exploración de la justicia, la moral y la familia que estrena el viernes su segunda temporada. En diálogo con EL DIA, el actor habló de su predilección por los personajes obsesivos, su proceso artístico, el bien y el mal

Bryan Cranston: “Evidentemente, me atraen hombres muy problemáticos y complicados”
Pedro Garay

Pedro Garay
pgaray@eldia.com

29 de Enero de 2023 | 06:14
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Bryan Cranston parece disfrutar de encarnar papeles completamente distintos. El rol que lo catapultó a la fama fue el del padre bonachón de Malcolm en “Malcolm”, y dos años después del final de la serie se ponía en la piel del recordado Walter White, maestro de química convertido en sanguinario rey del narcotráfico.

Ahora, en su último rol televisivo, “Your Honor”, que marcó en 2020 su regreso a la pantalla chica y que estrena su segunda temporada el viernes en Paramount+, encarna a un juez correcto, puntilloso, respetado, de Nueva Orleans, que, cuando su hijo atropella accidentalmente a un hombre y se da a la fuga, intenta protegerlo, entrando en una espiral de crimen y violencia de la que no hay escapatoria.

“Al elegir un rol, me fijo si es algo parecido a lo que ya he hecho”, dice, al respecto, el actor, en un encuentro con la prensa del que fue parte EL DIA. “Seguro, siempre hay similitudes, yo sigo siendo yo, el personaje va a ser un hombre blanco mayor… No puedo cambiar eso. Pero trato de que las características que lo rodean sean diversas, diferentes de un rol al próximo”, explica. Y siempre, agrega, termina eligiendo personajes complejos e imperfectos, algo perturbados. “Son los más interesantes para interpretar, para ser francos”, se ríe.

 

“Mientras un personaje intente cambiar, la audiencia reconoce esa intención en sí misma y lo abraza. Y eso es importante, conseguir que el público no sólo observe sino que se implique emocionalmente”

 

Ahora, además, incluso su personaje, el juez Michael Desiato, da un vuelco: de aquel juez desesperado al que le cambia la vida de la noche a la mañana, no queda demasiado en la segunda temporada, de diez episodios, de “Your Honor”. La serie está basada en la producción israelí “Kvodo”, creada por Ron Ninio y Shlomo Mashiach, que terminaba con el final de la primera temporada de “Your Honor”: la muerte, accidental, del hijo de Desiato. Una tragedia, en clave griega, claro: la primera parte era ante todo una indagación sobre lo que significa la justicia, sobre las consecuencias inevitables del viejo “ojo por ojo”, sobre “qué significa ser juez, juzgar: incluso la sola palabra te da una sensación de poder extremo”. La segunda temporada, sin embargo, lidia con “la depresión, la desesperación”, las consecuencias de aquella espiral de crímenes y violencia desatada en la primera parte.

Bryan Cranston en la segunda temporada de “Your Honor”, que se estrena el viernes

Y Desiato, después de haber tirado por la borda su carrera para ayudar a su hijo solo para verlo morir, ya no quiere vivir. Preso, deprimido, destruido (si vieron a Cranston en algún evento con una barba profusa, era para encarnar a este personaje), incluso, en una de las escenas más fuertes de la serie, tienen que darle de comer a la fuerza, por un tubo, porque se está dejando morir. Para Cranston fue una metamorfosis más, una encarnación completamente nueva: “Como actor, uno va de un trabajo a otro, de un personaje a otro. Y es como una pizarra: cuando se termina el trabajo, se borra el pizarrón. Y por un par de meses, vacío. No hay nada. Y después, te enterás de un nuevo trabajo y empezás a llenar el pizarrón”, lanza.

Por eso, para la segunda temporada, Cranston cuenta que comenzó leyendo “diversas cosas sobre el duelo” y “llegué a aceptar que es un proceso revuelto, confuso: cuando uno atraviesa las cinco etapas del duelo, salir del otro lado nunca es un proceso limpio. Es como caminar por el barro, todo el tiempo. Los sentimientos van y vienen, se entrecruzan el enojo, la aceptación, la frustración… Y nunca sabés cuándo se termina cada etapa”.

 

“Los hombres obsesionados son los más interesantes para interpretar, para ser francos. Si uno mira un personaje que es indiferente, al que no le importa nada demasiado, se aburre”

 

Cranston confiesa que “no había firmado para hacer una segunda temporada” pero decidió hacerla porque “me sentí impulsado a filmarla para contar cómo los mismos personajes atravesaban las consecuencias de lo que habían atravesado, para contar una historia sobre la desesperanza, la depresión, el duelo, pero de manera tal que al final de ese viaje haya algo que eleve a la audiencia”.

“Para mi fue un gran viaje, atravesar toda esa variedad de emociones, abrir mi corazón y recordar cuando en mi vida me sentí solo, desesperado, y utilizar todo eso”, dice. “Pero además espero que tenga importancia para la sociedad: espero que gente que atraviesa depresión, que tiene pensamientos suicidas, vea un producto de entretenimiento, porque una serie es eso, y piense ‘entiendo a ese sujeto’. Y que siga el viaje del personaje, y que entonces, quizás, lo ayude. Si ese es el caso, me sentiría más que feliz”.

- ¿Cómo ha sido interpretar a este personaje que está tan en el fondo al comienzo de la temporada?

- La mayoría de los personajes que interpreto tienen una complejidad, cargan pesadas e idiosincráticas mochilas a cuestas: evidentemente me atraen hombres muy problemáticos y complicados. Debe haber una razón: quizás me veo en ellos, imperfecto, con fallas, pero también veo esperanza en ellos, veo dónde quieren llegar, aunque finalmente no lleguen a su destino. Y creo que mientras un personaje intente cambiar, la audiencia reconoce esa intención en sí misma y lo abraza. Y eso es importante, conseguir que el público no sólo observe sino que se implique emocionalmente en el personaje. Cuando el público se siente relacionado a un personaje, es porque sienten que está siendo retratado honestamente, y entonces quedan atrapados por el personaje. Eso es lo que busco: que la audiencia se implique personalmente en los personajes que interpreto.

 

“La serie pregunta si es posible la redención, el perdón. En Estados Unidos, pareciera que vivimos en un mundo más duro, menos empático, más juicioso. Y se siente mal”

 

- Da la sensación de que, aunque interpretar personajes muy diversos, siempre sos “el que golpea”, un hombre obsesionado…

- Es que son los más interesantes para interpretar, para ser francos. Personajes que tienen ambición, miedos, secretos, que son muy buenos en algo y son imperfectos… Si uno mira un personaje que es indiferente, al que no le importa nada demasiado, me aburre, y creo que a la audiencia también. Entonces, esos no son los personajes que me interesan.

- Teniendo en cuenta que estos son los personajes que te interesan, ¿cómo elegís tus roles, qué mirás en las propuestas que te acercan?

- Lo primero que miro es la historia: ¿me conmovió? Luego, el personaje. Miro cinco cosas: ¿en qué es bueno, en qué es malo, cuál es su secreto, cuál es su ambición y cuál es su miedo? Ahí, ya estoy desarrollando al personaje. Es el comienzo del viaje. Luego, me encuentro con el director, escucho su visión, veo si coincide con la mía… También me fijo si es algo parecido a lo que ya he hecho. Seguro, siempre hay similitudes, yo sigo siendo yo, va a ser un hombre blanco mayor… No puedo cambiar eso. Pero trato de que las características que lo rodean sean diversas, diferentes de un rol al próximo

Cranston se convirtió en un ícono gracias a “Breaking Bad”

GRIS MORAL

Filmada en Nueva Orleans, la primera temporada de “Your Honor” se rodó en plena pandemia, con la vitalidad de la idiosincrática ciudad estadounidense enclaustrada por el virus y las restricciones. Para esta segunda temporada, sin embargo, Cranston confiesa que no ha cambiado demasiado: “Es que se ha desarrollado todo un departamento para lidiar con el COVID: hay departamentos de maquillaje, de vestuario, y también de COVID. Así que uno aprende a lidiar con eso, te testean tres veces por semana y si me da positivo me tengo que quedar encerrado, hay todo tipo de protocolos… Es diferente, es algo con lo que seguiremos lidiando. Pero hacer películas sigue siendo, en el fondo, igual hace cien años”, afirma.

 

“Como actor, uno va de un trabajo a otro, de un personaje a otro. Es como una pizarra: cuando se termina el trabajo, se borra el pizarrón. Y por un par de meses, vacío. No hay nada”

 

Aún así, Cranston no pudo evitar enamorarse de la ciudad, “un lugar de música, de comida, de espíritus tan diversos”, que se constituye en un personaje clave de la serie, que esconde debajo de su colorida diversidad un mundo de grises morales, de mafiosos, peligros, crimen y heridas abiertas. Nueva Orleans es en ese sentido ambigua, una metáfora de la relación entre el bien y el mal, entre lo moral y lo inmoral, que propone la serie.

- La primera temporada abría muchas preguntas sobre lo moral y lo inmoral. Después de interpretar a Michael Desiato, ¿han cambiado tus nociones de bien y mal?

- Cada persona tiene su propia brújula moral, dibuja esa línea en la arena que no cruzaría. Lo que es inmoral para una persona no lo es para otra. Pero siempre que pregunto ‘¿qué harías para proteger a su hijo?’ la respuesta siempre es la misma: cualquier cosa. Por eso todo el mundo responde que se convertiría en criminal si eso protegiera, de verdad, a su hijo. Creo que la tercera pregunta es la más importante: ‘¿Salvarías la vida de tu hijo incluso si eso implica herir o matar a una persona inocente?’ Ahí es cuando todo se vuelve más sucio, más complicado, más confuso. Por eso, durante la primera temporada, Michael está atrapado en una espiral, intentado volver atrás las cosas, volver las cosas a como eran. Pero no se puede. Es parte de ser humano. Por eso, la serie pregunta si es posible la redención, el perdón. En Estados Unidos, pareciera que vivimos en un mundo más duro, menos empático, más juicioso. Y se siente mal. Tuvimos un líder que pensaba que pedir perdón o aceptar el perdón es una debilidad. Y yo creo que es una fortaleza.

Cranston, en la primera parte de “Your Honor”

 

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