El triste regreso a casa: hubo varios robos en La Plata durante el fin de semana XXL

El delito está ahí, agazapado, esperando cualquier oportunidad para dar el golpe. Como pasó en estas últimas horas en varios puntos de la Ciudad, en medio del fin de semana extra largo.

Como es un clásico, los feriados representan la oportunidad ideal para esos viajes cortos, de pocos días, que permiten descansar y cortar la tediosa rutina.

El problema es que la salida de cualquier familia de su hogar, también representa un riesgo en estos tiempos de inseguridad creciente. Y en La Plata se conocieron varios casos de viviendas violentadas, cuyos dueños estaban a varios kilómetros de distancia.

Por eso el regreso a casa, con la inesperada y siempre perturbadora noticia del saqueo, pone a las víctimas en una terrible disyuntiva: ¿Ya no podrán vacacionar más por el peligro de sufrir un robo?. ¿La realidad les ha quitado ese derecho?

Aunque cueste creerlo, son algunas de las preguntas que muchos se formulan. También se cruza la opción de turnar los viajes, salir por tandas, si es que no aparece alguien que pueda quedarse a cuidar la propiedad, ya que no alcanzan con las alarmas, las rejas y los perros.

Por ejemplo, una familia del barrio El Mondongo denunció que el domingo pasado, a las tres y media de la madrugada, en momentos en que se encontraba en Sierra de la Ventana, recibió un mensaje a través del grupo vecinal de WhatsApp, donde se informaba que habían visto gente caminando por los techos de su domicilio, que está situado en 121 entre 68 y 69.

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En medio de una desesperación creciente, pudieron comunicarse con una persona de su círculo cercano, quien pasó por la finca y comprobó un tétrico panorama.

La puerta del frente había sido violentada y el desorden era el común denominador en cada uno de los ambientes.

Qué decir o imaginar de ese viaje de regreso, de esos más de 500 kilómetros o siete horas, que duró la vuelta a la Ciudad.

La angustia, la desazón, la bronca y tantas otras sensaciones, todas negativas, ante la creciente ola delictiva que atraviesa cada barrio platense.

Salir de viaje y, dejar la casa sola, es todo un peligro en estos tiempos de delito y violencia en La Plata

Fue a las seis de la tarde del pasado lunes que los damnificados arribaron a La Plata y, al ingresar a la vivienda, no podían dar crédito a lo que veían con sus propios ojos: el desorden era extremo, con gran cantidad de objetos desparramados en el suelo; los placares abiertos; la alarma hecha pedazos; las tapitas de la luz desencastradas; el techo de los muebles desmontados y hasta la reja de la ventana de un dormitorio arrancada.

Entre los faltantes, en medio de sollozos, descubrieron una cámara fotográfica con dos lentes y un televisor de 42 pulgadas. El resto de los elementos robados, iban a ser descubiertos y detallados, una vez que finalizaran las pericias por parte de los expertos de Policía Científica y durante las tareas de reacomodamiento.

LOS HORNOS

Otra de las familias afectadas por la inseguridad, en este período del feriado puente, es de Los Hornos.

De acuerdo a los voceros consultados, su casa de 66 entre 134 y 135 fue blanco de un robo mientras estaba en Mar del Plata. En una ironía del destino, la llamada “Ciudad Feliz”.

Las mismas fuentes detallaron que, después de cuatro días de ausencia, al llegar el lunes a las tres de la tarde a ese domicilio, se toparon con un completo desorden.

Los delincuentes, siempre en base al relato de los informantes, se metieron por las ventanas de un patio trasero, ubicado en la planta alta.

Cuando le preguntaron en la comisaría tercera qué le habían robado, las víctimas apuntaron 400 dólares; 1.200 reales; tres mil pesos y alhajas varias, entre ellas tres relojes de oro.

Como dato para destacar, aunque no tiene pruebas de la autoría, mencionaron que cerca de su casa vieron a un grupo de albañiles realizando una refacción.

En Los Hornos hubo otro caso sobre la calle 67 entre 131 y 132. En ese lugar funciona un taller de chapa y pintura, cuyo dueño decir tomarse unos días de descanso.

Por eso, cuando el hermano lo llamó ayer por la tarde para contarle que una vecina le había dicho que el comercio estaba abierto, “se le vino el mundo abajo”. Mucho más cuando le contaron las consecuencias del golpe.

En ese sentido, el hermano, que terminó yendo al taller, le mencionó que la persiana metálica de la entrada estaba levantada un metro aproximado del suelo y que había daños en la gaveta de gas.

A partir de ese reconocimiento del terreno y, la denuncia correspondiente, se empezó a investigar a la llamada “banda de la cabina”, que si bien en los últimos días tuvo a cuatro de sus miembros detenidos, no se sabe si recuperaron la libertad y, volvieron a delinquir bajo la misma modalidad, o se trata de secuaces o otros ladrones con idéntico método.

A simple vista, el hermano del mecánico comprobó el robo de dos pulidoras; de dos atornilladoras inalámbricas; dos computadoras integradas; un monitor de 24 pulgadas y una campera de color negra.

El local, trascendió, contaba con un circuito de monitoreo interno, gracias al cual se comprobó que ayer, a las cuatro y media de la madrugada, tres sujetos a bordo de una moto frenaron frente al taller, uno rompió la cabina de gas y se metió en el inmueble.

Acto seguido, detrás de él, ingresó un segundo delincuente, mientras el tercero se quedó haciendo de campana.

En la presentación en sede policial, indicaron además que los ladrones revisaron los vehículos que estaban en el predio, como una camioneta Ford Ranger, a la que le dañaron el apoya matafuego, y una camioneta Peugeot Partner.

Por si fuera poco, una hora más tarde, cayeron otros dos delincuentes al taller y se mandaron por el boquete de la cabina de gas.

Se supo que los primeros robaron las herramientas y los segundos los elementos de informática.