La delincuencia, sin descanso: en un feroz asalto se llevan hasta un saxo

Un grupo de al menos cinco ladrones portando pasamontañas y guantes perpetró ayer por la madrugada un feroz golpe en la vivienda de un vecino de Ringuelet. Los sujetos, que sorprendieron al damnificado mientras descansaba, no escatimaron en violencia y castigaron duramente al dueño de casa.

Sin preámbulos, apenas ingresaron a la finca los delincuentes se dirigieron a los aposentos del hombre y pese a hallarse en un total estado de indefensión, le propinaron una feroz golpiza.

Al retirarse de la casa, los sujetos lo dejaron atado de pies y manos por debajo de la cama

Esto les permitió quebrar la voluntad del damnificado y obtener de forma exprés la información sobre el lugar en el que tenía guardados sus ahorros.

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Al igual que la mayoría de los casos ocurridos en las últimas semanas, este clan delictivo usó a su favor la oscuridad y el escaso movimiento nocturno para evitar dejar rastros que pudieran conducir a los investigadores a identificarlos.

El hecho tuvo lugar en una propiedad emplazada en 519 entre 8 y 9, hasta donde llegaron los cinco intrusos, cuyas edades no pudieron ser precisadas por un lado, a raíz de que tenían el rostro cubierto con pasamontañas y, por otro, debido a la crisis nerviosa en la que sucumbió la víctima, luego de que lo golpearan, ataran y amenazaran con quitarle la vida.

Sobre cómo lograron vulnerar la seguridad del domicilio, por las marcas halladas en la escena todo apunta a que uno de los sujetos, probablemente un menor de edad, entró por la ventana del baño y luego abrió la puerta a sus secuaces.

No se sabe si actuaron de forma sigilosa o si el dueño de casa se encontraba profundamente dormido. Lo cierto es que la víctima recién se dio cuenta de la presencia de extraños en la intimidad de su alcoba luego de una feroz seguidilla de golpes y patadas.

Fuentes del caso indicaron que el asalto se registró poco antes de las 4.30 de la madrugada, cuando el dueño estaba dormido.

No hubo ni un gramo de piedad con este hombre. Poco les importó el hecho de que lo superaban en número y en fuerza. Mucho menos que estaba durmiendo.

Los delincuentes pusieron toda su violencia al servicio del atraco con la intención de “ablandar” al hombre antes de que siquiera pudiera intentar resistirse.

Luego de pegarle una trompada en la cara y una patada en la espalda, expusieron sus intenciones mientras le ataban las manos con un cable y los pies con una ropa vieja. “Te vamos a matar”, fue la frase que repitieron una y otra vez y que muy probablemente tardará mucho tiempo en erradicarse de su mente.

Presa del terror, al hombre no le quedó otra opción que resignarse a ver cómo los delincuentes arremetían contra su intimidad revisando cajoneras, placares y cada recoveco de la finca.

Como suele suceder en estos episodios, buscaban dinero en efectivo, especialmente dólares, joyas y otras pertenencias de valor.

Al principio un sujeto se quedó custodiándolo. Pero como se “necesitaban más manos para registrar la morada” lo arrojaron al suelo boca abajo y lo terminaron empujando hasta que quedó ubicado debajo de la cama.

Fue al cabo de permanecer un buen rato en el lugar que, de acuerdo al reporte oficial, lograron apoderarse de una cantidad de plata cuyo monto asciende a 300 mil pesos, una tablet, una notebook, dos televisores, un parlante de música, un teléfono celular y un saxo.

Luego, con la desolación en las calles y la oscuridad reinante en el barrio como aliadas, emprendieron la retirada.

Para los investigadores, todo apunta a que, para retirar el botín, debieron emplear un vehículo capaz de trasladar una carga de esta envergadura y le dan poco crédito a la posibilidad de que se haya tratado de un robo del tipo “hormiga”.

Un calco: este brutal hecho ocurrió un día después del asalto a un estudiante de la carrera de Medicina

Posteriormente, como pudo el hombre salió de la cama y sin poder desatarse se dirigió a la casa de una vecina en donde le brindaron auxilio.

Durante la jornada de ayer, se indicó, efectivos de calle de la comisaría de la jurisdicción se presentaron en la cuadra del asalto para hacer un relevamiento de las imágenes captadas por las cámaras de la zona.

Se aguarda ahora que alguno de esos dispositivos haya filmado a alguno de los tres ladrones para intentar identificarlos y orientar su búsqueda.

La inseguridad se encuentra en pleno auge en este sector de la Ciudad. Prueba de ello es el episodio ocurrido 24 horas antes.

Se trató de un calco de este hecho.

Un estudiante de medicina, cuya vivienda se encuentra en 118 entre 523 y 524, fue sorprendido a eso de las 4.30 por varios sujetos que lo despojaron hasta de sus apuntes.