VIDEO. Persevera y triunfarás: la historia de Santiago Núñez, el pibe de Estudiantes que es soldado de Domínguez

El plantel acababa de almorzar un asado. Fue algo íntimo y reunió sólo a jugadores, cuerpo técnico y empleados vinculados al fútbol profesional. Fue en el sector de la concentración, luego del entrenamiento matutino. Luego, tal como había sido pactado. Santiago Núñez llegó hasta la confitería del Golf, para sentarse a charlar y contar su particular historia de superación, que tuvo a Estudiantes como su último escalón de un camino que no fue para nada sencillo y mucho menos lleno de rosas.

Núñez cumplió a finales de abril 23 años. Es juvenil pero no tanto. Será por eso su madurez a la hora de hablar. Debutó el año pasado cuando ya parecía que el tren de la Primera División se iba a ir sin él. Pero el pibe todo el tiempo creyó en sus condiciones, las perfeccionó y esperó pacientemente su momento.

“En 2019 quedé libre de Racing. Tenía edad de Quinta División. Llegué a principios del año siguiente a una prueba de jugadores. Fue un poco de manera fortuita porque Juan Colombo (exjugador de Estudiantes), que es amigo de mi papá consiguió que prueben a unos chicos de Roque Pérez y uno que iba a venir a último momento no quiso venir porque estaba de vacaciones con su familia y me lo propusieron a mí. No lo dudé”. Así arranca si diálogo con este medio y contando los primeros obstáculos y señales de buena suerte que iba a tener en lo sucesivo.

La práctica no fue tampoco sencilla: esa semana llovió mucho y las canchas del Country no estaban aptas. Se hicieron en un predio de fútbol 5 que está frente a la República de los Niños. “Pensé que a mi edad no lo iba a poder hacer, no es lo mismo en lugares tan reducidos. Es difícil ver a un jugar ahí. (Martín) Mazzucco me dijo que vuelva a la semana siguiente para un amistoso y me salió bien”.

-¿Por qué te dejaron libre de Racing?

-Me dijeron que el otro central tenía más condiciones que yo. Fue raro porque ese año había jugado todos los partidos como titular.

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-¿Pensaste en colgar todo en ese momento?

-No. Mi papá pasó una situación similar con mi hermano y me supo contener. Me habló mucho y me dio tranquilidad. Sabía que si no era acá iba a ser en otro lado.

-¿Cómo fueron esos primeros meses en el Club?

-Difíciles, porque no vivía en la Pensión y tenía que viajar todos los días desde La Plata hasta el Country en el 273, H por calle 28 o la BG desde Belgrano y caminaba (risas). Me costó entrar en el grupo porque ellos llevaban un tiempo juntos. Además tampoco esta acostumbrado a vivir solo porque en Racing estaba en la Pensión. De yapa hubo pandemia... Al año siguiente entrené con Cuarta y justo una semana se lesionaron los dos centrales de la Reserva y Pablo Quatrocchi) me llamó. Nunca había ido siquiera al banco de suplentes. Debuté contra Colón, como luego me pasaría en Primera. En ese partido me fue muy bien y no salí más.

-¿Que sabías de Estudiantes antes de llegar? Hoy se te ve aplomado como si hubieras estado toda la vida...

-Cuando nos tocaba venir a La Plata a enfrentar a Estudiantes con Racing nos preparábamos especial. “Lo que corren estos pibes”, decíamos. Era jodido porque se juega con mucha intensidad. El cambio no fue muy difícil en lo personal porque en Racing estaba muy contenido, muy parecido acá. Pero en Estudiantes es especial, el respeto al jugador, la charla con los técnicos, el clima... Es un club hermoso y me alegro de haber podido venir.

-Sos un pibe bien de pueblo y algunos chicos a veces extrañan. ¿Te pasó alguna vez?

-No, la familia lo vivió primero con mi hermano y me llevaron de otra manera. Siempre estuve contenido y muy acompañado. Lo que sí hice y está mal es que cuando no me citaban para jugar me iba el fin de semana a Roque Pérez. Eso no está bien y hoy les aconsejo a los más chicos que se queden a ver a sus compañeros. Es importante y una señal para el apoyo.

Santiago Núñez subió a Primera cuando el técnico era Ricardo Zielinski. En ese momento en su posición estaba superpoblada con Agustín Rogel, Fabián Noguera, Ezequiel Muñoz, Luciano Lollo y hasta Nehuen Paz en determinado momento. No asomaba sencilla la chance de debutar pero aún así lo logró.

“Desde el año pasado hasta hoy siempre tuve muchos compañeros en el mismo puesto. Eso no me hizo bajar los brazos para nada y seguí luchando para tener la chance de llegar a jugar en Primera. Me entrené todos los días con las mismas ganas esperando la oportunidad y demostrar que estaba preparado”, relata con seriedad y convicción, con mucha madurez pese a a sus pocos años y la escasa experiencia en el mundo del fútbol profesional.

-¿Por qué crees que te está tocando jugar a vos?

-No me siento un titular indiscutido. Hay otros chicos que se rompen el lomo entrenando y pueden saltar al equipo en cualquier momento. En este plantel hay muchos jugadores grandes que nos repiten todo el tiempo que tenemos que seguir metiéndole. A veces puede resultar chocante que te lo digan pero es fundamental para no relajarse nunca. La verdad es esa: hay que trabajar y estar listo para cuando el técnico lo decida. Me costó entenderlo pero por suerte lo aprendí y está dando sus frutos.

-¿Quién es el que más habla en el fondo de la cancha?

-Mariano (Andújar) y nos da indicaciones todo el partido. Y con el Flaco (Romero) también escuchamos mucho a Lucho (Lollo) que tiene experiencia en el puesto, jugó en clubes grandísimos y sabe los secretos del puesto. A veces nos caga a pedos pero siempre sin mandarnos al frente o para salvarse él. Eso está bueno, lo entendí y sabía que cada puteada era para darme aliento y no para hacerme sentir bien. Estamos muy bien defensivamente y eso se nota. Además de ellos dos tenemos a Mauro (Boselli) que nos habla siempre antes de cada partido, con algún consejo. Lo mismo José Sosa y (Fernando) Zuqui. Todos los grandes siempre te tiran buena onda porque tienen experiencia y quieren darte respaldo.

-¿Qué te pasó por la cabeza cuando hiciste tu primer gol, ante Tacuary, por la Copa Sudamericana?

-Se malinterpretó: no es que no les hice caso a MAriano y al Corcho (Rodríguez) que me pidieron que no vaya a cabecear. Me preguntaron cómo estaba porque me veían acalambrado. Incluso creyeron que era mejor que me quedaba, pero les pedí ir porque me tenía confinza. Y fui y tuve el premio de marcar el gol de cabeza. Me acalambré todo cuando salté, jajajja. En el momento no me di cuenta pero fue una locura haber marcado un tanto, mi primer gol, y justo en una competencia internacional con todo lo que eso significa en Estudiantes. Tanto en lo personal como mi familia se alegraron mucho. Ese día estaban todos en la cancha.

-¿A quién le diste tu primera camiseta?

A mi viejo y a mi abuela. La número 41 que tenía cuando estaba el Ruso (Zielinski).

-¿Te acordás que hiciste con tu primer sueldo?

-No, pero seguro que me lo gasté en comida, ja.

-¿Te aconsejan cómo manejarte con el dinero?

-Sí, tanto mi familia como en el Club nos hablan mucho. No hacer locuras. Lo mismo mis representantes. Tampoco soy de hacer cosas raras, pero por las dudas me lo repiten.

-¿Cuál es el secreto de este Estudiantes de Domínguez?

-El secreto es laburar y entrenar. De verdad que lo hacemos cada uno como si fuera el último que tenemos. Estamos y damos el 100 por ciento. Eduardo (Domínguez) para nosotros es un técnico que nos motiva a eso. Es verdad que el equipo tuvo un cambio pero nosotros nos entregamos del mismo modo con Zielinski y con Balbo.

-En Inferiores los equipos defienden con cuatro, ¿te costó adaptarte a esto de defender con tres hombres?

-Sí, con el Ruso lo entrenamos bastante en el segundo semestre del año pasado pero no fue fácil para nosotros, al menos al menos para mí. Por suerte tenemos a Leíto Godoy y al Vasco (Benedetti) que son dos laterales que van muy bien y siempre al ataque. Son muy rápidos y te obligan a estar muy atentos para que no nos sorprenden. Creo que con el Flaco (Romero) nos estamos acomodando bien a esos relevos. Siempre hay cosas por mejorar y aprender, pero vamos bien.

-Debe ser exigente cubrirle las espaldas a Godoy...

-Y... hay que estar muy concentrado. Pero así como nosotros con el Flaco los cubrimos a los laterales, Lollo nos tiene que cubrir a nosotros. Eso es un equipo.

-¿Tu mejor partido fue en Brasil contra Bragantino?

-No sé, puede ser. No me gusta eso de quedarme con lo bueno sino buscar los defectos y errores para mejorar. No miro qué partido estuve mejor sino que en todos tengo cosas para mejorar.

-¿Sos de mirar los partidos otra vez en tu casa?

-Sí, claramente. Al otro día en mi casa lo reviso. Nos lo pasan y adelanto o atraso jugadas para ver cómo resolví la situación.

-¿Es verdad que casi te vas a jugar a Talleres en la previa de este campeonato?

-Sí, algo hubo pero por suerte me quedé. Les dije a mis representantes que quería jugar en Estudiantes y por suerte no me equivoqué. Mi deseo era este y el del Club también.

-¿Qué defensor te gusta de la Argentina aunque no juegue en nuestra Liga?

-La Selección tiene unos centrales de terrible jerarquía. No sé si me identifico pero me encanta como juega el Cuti Romero. Es un jugador que va a todas como si fuera la última y eso me encanta. Además sale a marcar lejos del área y me gusta. No estoy a su altura pero ojalá que pueda seguir creciendo desde mi lugar.

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viene de tapa

“Roque Pérez es mi lugar en el mundo. Extraño la paz de allá, de tomar mates escuchando pajaritos”

“Después del clásico cambiamos la cara. Estamos preparados para las tres competencias”