Creció el consumo de carne pese al alza en los precios y también hubo más faena

El consumo per cápita de carne vacuna en 2023 habría sido de 52,9 kilos por habitante en el año, lo que implicaría un crecimiento de 3,6% anual, un alza de 1,8 kilos más que en 2022. Asimismo, se registró una mejora de 4,4% con relación al promedio alcanzado en 2019 (+2,2 kg/hab/año).

Estos datos fueron difundidos por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, que reveló una suba de 25,1% en el nivel general de precios al consumidor en el Gran Buenos Aires durante el último mes del año.

En tanto, en el último mes del año, se faenaron sólo 1,082 millones de cabezas de ganado vacuno. Así, se observó una retracción de 12,8% mensual (equivalente a -6,8%, cuando se corrige la serie por el número de días laborables). Y, al comparar con diciembre de 2022, la faena disminuyó 13,0% (-161,9 mil cabezas). A lo largo de todo 2023, los 372 establecimientos que registraron actividad faenaron un total de 14,51 millones de animales y, en la comparación interanual, se observó un crecimiento de 6,9% (+932,5 mil cabezas).

Esta dinámica se dio en un contexto de ajuste, entre otras variables, del tipo de cambio oficial y de liberación de los precios en general. De esta forma, en los últimos doce meses en promedio los precios al consumidor se triplicaron. En diciembre, los frigoríficos ya no pudieron convalidar las fuertes subas de precios de la hacienda en pie ni siquiera para sostener el nivel de actividad y, luego de un salto del precio del kilo vivo observado en la segunda semana de diciembre, los valores negociados en el mercado de Cañuelas comenzaron a descender.

“Hay que tener presente que del otro lado del mostrador de las carnicerías se encuentra la capacidad de compra de los consumidores argentinos, principal comprador de la carne vacuna argentina en general y más aún por cuestiones estacionales en el cierre del año”, resalta el informe de la Cámara.

En función de todo lo expuesto, entre diciembre de 2021 y diciembre de 2023, es decir en los últimos dos años, el precio del animal en pie subió 515,8% y el precio promedio de los principales cortes vacunos aumentó 517,2%, guarismos que no estuvieron tan alejados de la variación que mostraron el nivel general del IPC (+505,4%) y el salario promedio de los trabajadores formales (+467%).

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Concretamente, el poder adquisitivo del salario en términos de carne vacuna disminuyó sólo 8,15%. Y, asimismo, en el período de tiempo considerado el valor de un sustituto como el pollo se incrementó 639%, lo que implica que en promedio los cortes vacunos se abarataron 19,7% respecto del pollo.

Todo esto es lo que permite comprender el proceso de recuperación del consumo aparente de carne vacuna que se vio a lo largo de 2023.

En cuanto a la faena de animales, y según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, fue el sexto nivel de actividad más elevado de los últimos 44 años, en tanto que, puesta en una perspectiva ‘histórica’, la faena de diciembre de 2023 se ubicó en el puesto 27º entre los últimos 44 diciembres y resultó casi 2% inferior al promedio del último mes de los años que van entre 1980 a 2022.

Pero la fuerte suba del precio de la hacienda en pie que se generó a partir del salto del tipo de cambio oficial en diciembre del año pasado se tradujo en una importante caída del número de cabezas faenadas por la industria frigorífica vacuna.

Los establecimientos con habilitación de Senasa procesaron 11,4 millones de cabezas, es decir 78,5% del total faenado en 2023. En promedio cada establecimiento faenó 81.333 cabezas en el último año, lo que arrojó un promedio por establecimiento y por mes de 6.778.

En tanto, en los restantes 232 establecimientos se faenó un total de 3,126 millones de cabezas (21,5% del total). En este grupo, el promedio por establecimiento fue equivalentes a 13.474 cabezas y el promedio por establecimiento y por mes se ubicó en 1.123 cabezas.

El alza promedio de los principales cortes vacunos fue de 334,7% anual. Es decir, en promedio los precios de los cortes vacunos más que se cuadruplicaron en los últimos doce meses. Los principales cortes vacunos registraron las siguientes subas: carne picada común (349,8%), cuadril (343,2%), paleta (330,6%), nalga (328,9%) y asado (318,5%). En el caso de la caja de hamburguesas, el incremento de precio fue de 192,2% anual. Y en el caso del precio del pollo la suba llegó a 278,0%.

Todo esto fue consecuencia de la recomposición del valor de la hacienda en pie verificada a partir del final del invierno, que llegó a 211,3% entre puntas de los cinco meses considerados (diciembre ’23 vs. julio ’23).

Este fenómeno se explica por la extraordinaria seca que provocó una gran expansión del número de cabezas faenadas entre mayo de 2022 y julio de 2023, lo que hizo que los valores de la hacienda (+71,0%) y de la carne vacuna (+78,2%) crecieran a un ritmo muy inferior al del nivel general del IPC (+143,0%) e incluso a menor ritmo que el precio de los sustitutos, como ser el pollo y los cortes porcinos (+107,5% y +101,3%).

Pero, en la medida que el ajuste del rodeo se fue completando y ante la proximidad de una primavera/verano con mayor disponibilidad de agua y alimento, el envío de animales a faena se estabilizó en la segunda parte de 2023. Concretamente, en agosto-noviembre de 2023 sólo se faenaron 97,6 mil cabezas más que en igual lapso de 2022, a medida que los valores de los animales en pie comenzaban a recomponerse de forma apreciable.

En diciembre de 2023 se produjeron sólo 245.000 toneladas res con hueso de carne vacuna, producto de la contracción de la faena de hacienda. En relación a noviembre se verificó una caída de 7,9% corregida por el número de días laborables. En tanto, en la comparación interanual, se observó una caída de 13,3%, principalmente explicada por el menor número de cabezas faenadas.

Las exportaciones de carne vacuna (excluyendo los envíos de huesos con carne a China) habrían totalizado 830.700 toneladas en 2023. Esto significaría un avance de 2,9% interanual. Por lo tanto, el consumo aparente de carne vacuna habría sido equivalente a 2,455 millones en el último año, registrando una suba de 4,8% con relación a 2022.

La extraordinaria sequía provocó una gran expansión del número de cabezas de ganado faenadas