Milei vs Villarruel: pase de facturas en plena crisis

Esta madrugada estaba previsto que el presidente Javier Milei aterrizase en el aeropuerto de Ezeiza tras su viaje a Italia, durante el cual se potenciaron de tal forma las diferencias con la vicepresidenta Victoria Villarruel, que la relación quedó a un paso del quiebre definitivo.

Es que la expulsión de Edgardo Kueider del Senado terminó agregándole más nafta al “fuego” entre ambos. De hecho, el mandatario cuestionó severamente lo realizado por la Vice y llegó a acusarla de violentar la división de poderes.

“En el momento en que yo entro de viaje, automáticamente se produce la acefalía, entonces queda a cargo del Ejecutivo la Vicepresidenta. Si preside la sesión del Congreso, está trabajando en el Legislativo, pero al mismo tiempo es Presidente de la Nación interina”, argumentó Milei. Y aseveró: “Eso violenta la división de poderes”.

“La sesión es inválida”, dijo con vehemencia y para que sus dichos contra la vicepresidenta no fueran tomados como defensa al ahora ex Senador, sostuvo: “Igual se podría hacer nuevamente (la sesión) porque dados los números está claro que todos queremos a los Kueider afuera”.

“Estaba informada 48 horas antes de la sesión. La Escribanía General de la Nación interactuó con la secretaria de Villarruel así que también fue notificada la secretaria”, insistió el mandatario ante quienes intentaron exponer que la Vicepresidenta no estaba al tanto de su viaje a Italia.

Más tensión

Ante esto, desde el círculo más cercano del Presidente optaron por tensar aún más la cuerda, al exponer chats privados en los que evidenciaban que la titular del Senado había sido notificada del viaje al exterior que emprendería el mandatario, maniobra que generó ruido hacia el interior del Ejecutivo.

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“Hasta que no me traspasan el poder, soy vicepresidente, y eso se hace informándomelo el escribano de Presidencia. Firmé el acta dando el conforme a las 19:00”, explicó por su parte Villarruel, quien presidió la sesión del Senado pasado el mediodía y si bien aún no había firmado el acta, el Presidente ya estaba rumbo a Roma. De ser así, existió un vació de poder de al menos cinco horas en el país.

En ese sentido, desde Italia, Milei aprovechó su exposición en el festival Atreju 2024 para enviarle un claro mensaje: “En nuestro gobierno somos implacables. El que viene con agendas propias y no acata la línea del partido es expulsado. Voy a tomar una frase de aquí: ‘Roma no paga traidores’”, aseveró en referencia al marcado cronograma de actividades diferenciales que lleva por su cuenta la Vicepresidenta y que le valió críticas del círculo del presidente.

Vale recordar que tiempo atrás la diputada Lilia Lemoine advirtió: “Todos la bancamos porque era la compañera de Javier en campaña y esperábamos que siguiera siéndolo. Pero ya no es así y para colmo planea su propia campaña y usa los recursos del Senado para eso”.

Villarruel había sido marginada el martes de la cadena nacional que Milei brindó como parte de la celebración por su primer año de gestión. Esa puesta en escena fue diseñada por Karina Milei. Tampoco se vio a Eduardo Serenellini, el secretario de Prensa, a pesar de que tiene rango de ministro. Serenellini no goza de la simpatía de Karina.

El malestar de Macri

En este contexto de malestares, broncas y demás, un “aliado” del Gobierno también dijo lo suyo. Mauricio Macri volvió al ruedo público para avisar que se siente sorprendido por el “destrato permanente” del partido gobernante. El expresidente dio a entender que condicionará futuros apoyos.

A esos ruidos, a Milei se le suma otro. El diputado del PRO que más respeta, Cristian Ritondo, acaba de quedar en el ojo de la tormenta por un trabajo periodístico que reveló un entramado de sociedades offshore, departamentos en Estados Unidos, y complejas estructuras financieras que conducen a la abogada Romina Aldana Diago, su esposa.