Lady Di: los vestidos más preciados y una colección íntima de la princesa

La nostalgia y el glamour se entrelazaron en una subasta que promete ser histórica. La casa Julien’s Auctions ofreció la mayor colección de objetos de la princesa Diana desde 1997, año en el que la propia Lady Di vendió decenas de sus trajes para la caridad. Esta vez, dos vestidos destacaron en una colección de cerca de cincuenta piezas que incluyó vestidos, zapatos, carteras, sombreros y memorabilia de la carismática princesa.

El evento, titulado “La elegancia de la princesa Diana y una colección real”, reunió creaciones de algunos de los diseñadores favoritos de Diana, como Victor Edelstein, Murray Arbeid y Catherine Walker. Entre los artículos más preciados de la subasta se encontraba un vestido de gala azul medianoche con estrellas de diamante, diseñado por Arbeid, que Diana lució en 1986 para el estreno de “El fantasma de la ópera” en Londres. Otro tesoro es un vestido de encaje color magenta, creación de Edelstein, que la princesa usó en dos ocasiones. Ambas piezas están valoradas entre 200.000 y 400.000 dólares.

Los zapatos y bolsos de la princesa / AFP

“Estamos celebrando la elegancia de la princesa Diana”, expresó Gabriela Schwarz, directora de modas y relaciones con los talentos de Julien’s Auctions. “Tenemos algunas piezas realmente excepcionales (...), piezas realmente icónicas que Diana llevaba con mucho orgullo y que son realmente emblemáticas de su estilo”.

Schwarz destacó la fascinación que sigue generando Diana, quien falleció en 1997 en un trágico accidente automovilístico en París. “Uno de sus vestidos recaudó en diciembre la suma récord de 1,14 millones de dólares en otra puja de nuestra casa de subastas”, recordó. Y sumó: “Ella realmente disfrutaba la moda. Tenía intuición para la moda. Era muy intencional y deliberada con las piezas y los diseñadores que vestía. Es la princesa del pueblo y también el sueño de un diseñador de moda”.

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La colección, que ha sido exhibida en varios países antes de llegar a Beverly Hills, incluyó no solo vestidos y accesorios, sino también zapatos de marcas prestigiosas como Salvatore Ferragamo, Kurt Geiger y Rayne. Además, se subastaron cartas de puño y letra de Diana, añadiendo un toque personal e íntimo a la colección.

El vestido azul medianoche de 1986 / AFP

La subasta estuvo disponible para ofertas en la página web de Julien’s Auctions y también incluyó objetos pertenecientes a otros miembros de la realeza británica, aumentando aún más el atractivo de este evento único.

Diana de Gales, conocida por su sentido de la moda y su habilidad para conectar con el público, sigue siendo una figura emblemática a más de dos décadas de su fallecimiento. Su estilo y su legado continúan fascinando y resonando en todo el mundo, y esta subasta es un testimonio de su impacto duradero.

UN VIAJE A TRAVÉS DE LA MODA Y LA HISTORIA

La subasta no solo ofreció una oportunidad única para adquirir piezas de la historia de Diana, sino que también permitió a los coleccionistas y admiradores explorar la evolución del estilo de la princesa a lo largo de los años. Cada pieza en la colección fue presentada con una historia detrás: desde los días de su compromiso con el príncipe Carlos hasta sus últimos años como defensora de causas humanitarias.

El vestido de gala azul medianoche con estrellas de diamante fue una de las piezas más emblemáticas de la colección. Diseñado por Murray Arbeid, ese vestido fue usado por Diana en 1986 para el estreno de “El fantasma de la ópera” en Londres. En efecto, la pieza no solo se destaca por su elegancia y sofisticación, sino también por la confianza y el carisma que Diana irradiaba al llevarlo. Este evento marcó uno de los muchos momentos en los que la princesa capturó la atención del mundo con su estilo impecable.

Por otro lado, el vestido de encaje color magenta, diseñado por Victor Edelstein, es otro ejemplo del gusto refinado de Diana. Usado en dos ocasiones, este vestido refleja su amor por la moda y su capacidad para elegir piezas que complementaran su figura y personalidad. Edelstein, quien también diseñó el famoso vestido de terciopelo azul que Diana usó en una cena en la Casa Blanca, es recordado como uno de los diseñadores que mejor entendió el estilo y la elegancia de la princesa.

Además de estos vestidos, la colección incluyó una variedad de zapatos que Diana usó en diversas ocasiones. Entre ellos se encuentran pares de Salvatore Ferragamo, conocidos por su comodidad y estilo, así como zapatos de Kurt Geiger y Rayne, que reflejan la versatilidad y el gusto ecléctico de la princesa. Cada par de zapatos cuenta una historia, desde eventos formales hasta ocasiones más casuales, y todos ellos muestran el compromiso de Diana con la moda y la elegancia.

El traje de falda amarillo y azul marino de la gira real de Hong Kong de 1989 / AFP

CARTAS PERSONALES Y MEMORABILIA

Una de las características más conmovedoras de la colección fue la inclusión de cartas de puño y letra de Diana. Estas cartas ofrecieron una visión íntima de la vida de la princesa, mostrando su lado más personal y humano. Escribiendo a amigos y familiares, Diana reveló sus pensamientos y sentimientos sobre una variedad de temas, desde su papel como madre hasta sus preocupaciones por la salud y el bienestar de los demás. Estas cartas fueron un recordatorio de la persona detrás de la imagen pública, una mujer que, a pesar de su estatus real, siempre se preocupó profundamente por los demás.

Además de las cartas, la subasta incluyó una serie de artículos de memorabilia que celebran la vida y el legado de Diana. Entre ellos se encuentran programas de eventos, fotografías y otros objetos que documentan momentos significativos en su vida. Estos artículos no solo son valiosos para los coleccionistas, sino que también ofrecen una mirada única a la vida de una de las figuras más queridas y admiradas del siglo XX.

UN EVENTO ESPERADO A NIVEL MUNDIAL

La subasta de la colección de Diana generó un gran interés a nivel mundial, atrayendo la atención de coleccionistas, admiradores y medios de comunicación de todo el mundo. Julien’s Auctions, conocida por sus subastas de alto perfil, ha organizado un evento que promete ser uno de los más importantes del año. Con la posibilidad de pujar en línea, la subasta ofreció una oportunidad única para que personas de todo el mundo participen y tengan la oportunidad de adquirir una pieza de la historia de Diana.

“Es increíble ver el interés y la emoción que esta subasta ha generado”, comentó Gabriela Schwarz. “La respuesta ha sido abrumadora y estamos encantados de poder ofrecer estas piezas al público. Es una oportunidad única para poseer un pedazo de la historia de Diana y celebrar su legado”.

La subasta también incluyó objetos de otros miembros de la realeza británica, lo que añadió un atractivo adicional al evento. Entre estos objetos se encuentran artículos de la reina Isabel II, el príncipe Carlos y otros miembros de la familia real, lo que hizo de esta subasta una celebración de la historia y la tradición de la realeza británica.

UNA INFLUENCIA DURADERA

La fascinación por la princesa Diana no ha disminuido desde su trágica muerte en 1997. Su impacto en la moda, la cultura y las causas humanitarias sigue siendo profundo y duradero. Diana fue más que una princesa; fue un ícono de estilo, una madre devota y una defensora incansable de los desfavorecidos. Su legado continúa inspirando a personas de todo el mundo, y la subasta de sus objetos es un recordatorio de su influencia perdurable.

El vestido de noche magenta de seda y encaje de 1987 / AFP

A través de sus elecciones de moda, Diana comunicó mensajes de confianza, compasión y fortaleza. Sus trajes no solo eran prendas de vestir, sino expresiones de su personalidad y valores. Al elegir cuidadosamente sus atuendos, Diana utilizaba la moda como una forma de comunicación, enviando mensajes de apoyo y solidaridad en eventos públicos y privados.

La subasta no fue solo una oportunidad para adquirir objetos de valor histórico y emocional, sino también una celebración de la vida y el legado de una mujer que dejó una huella indeleble en el mundo. La elegancia y el estilo de Diana siguen vivos en estas piezas, y su espíritu continúa inspirando a generaciones futuras.

En resumen, esta subasta fue un homenaje a la princesa del pueblo, una celebración de su estilo y una oportunidad para recordar y honrar su legado.