
Provincia: desde el entorno de Kicillof no descartaron ir a la elección con listas separadas
Provincia: desde el entorno de Kicillof no descartaron ir a la elección con listas separadas
Cada vez más platenses quieren aprender a disparar y tramitar el permiso de armas
Polarización en marcha, el plan 70/30 para sumar al PRO y las tensiones que no ceden
Dolo eventual: la figura penal que se popularizó con casos mediáticos
La economía platense rebotó, pero no recupera lo que perdió en 2024
En la Sexta, 11 diputados en juego y un desafío central en Bahía Blanca
Rosario define su pulseada entre libertarios, peronistas y un oficialismo debilitado
Los jóvenes sin iniciativa: entre el exceso de distracción y la baja autoestima
Tener citas estando en pareja: aplicaciones que tientan a los casados a buscar aventuras
Julio desde el sillón: Menem, acción, fantasía y jóvenes en problemas, entre lo nuevo de la tevé
“Na-nana-nana...”: la historia de la pegajosa canción del Mundial
La boda de Jeff Bezos: el gran ausente y una traición imperdonable
Provincias contra el Gobierno por la suba en las retenciones
En el Oeste está el agite: las avenidas 32, 137 y 143 se visten con vidrieras y viviendas
Cristina disparó con munición gruesa contra el modelo de Milei
El oficialismo no logra recuperar la agenda parlamentaria en Diputados
Investigadores platenses desarrollan una vacuna contra la tos convulsa de tercera generación
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Se estrenó en Disney+ la película sobre la primera mujer en cruzar el Canal de la Mancha, Trudy Ederle, quien, para lograrlo, tuvo que nadar contra la marea del océano y también contra la de la sociedad
Daisey Ridley, de “Star Wars” a nadar en aguas abiertas en “La joven y el mar”
Hay una pizca de locura en la mente de los nadadores de aguas abiertas: voluntariamente, nadan durante horas en aguas con corrientes fuertes, a veces heladas, aguas malhumoradas, cambiantes, comiendo mientras patalean, combatiendo criaturas marinas. Pero Trudy Ederle tenía más que una pizca: imaginen ese combate contra las fuerzas de la naturaleza, pero en 1926, cuando no había neoprene que protegiera el cuerpo, ni GPS, ni suplementos. Y cuando a las mujeres no les permitían nadar en buena parte del mundo.
Una mujer contra la marea: esa es la historia que se cuenta en “La joven y el mar”, película estrenada ayer en Disney+, protagonizada por Daisey Ridley, la figura central de la última trilogía de “Star Wars”, que aquí cambia los sables laser por trajes de baño antiguos, hechos de lana y que cubrían todo el cuerpo de las mujeres porque nadar era considerado una actividad impúdica, y las chicas el sexo débil.
El director Joachim Rønning trabajó particularmente la recreación de la época, un tiempo icónico para Estados Unidos: los años 20 eran especiales por la irrupción del jazz y la noche iluminada, aunque la familia de Ederle no vivía esa parte glamorosa. Su padre era carnicero, un inmigrante curtido por las privaciones de su vieja patria y por la dureza de la persecución del sueño americano. Desde ya, no quería que su hija nadara: buscaba que se casara con algún muchacho de su patria que tuviera un negocio propio, y poco más.
Pero Trudy desafió todas las convenciones de su época: su épica tiene, en ese sentido, todos los condimentos. De niña contrajo una enfermedad que la dejó con una leve pérdida de la audición. Cuando se enamoró de la natación, tuvo que enfrentar a su obstinado papá alemán, también a una entrenadora que no confiaba demasiado en sus habilidades. Arrancó, batió récords mundiales y fue a competir a París, a los Juegos Olímpicos de 1924, pero no la dejaron entrenar durante el largo trayecto en barco para que no tuviera contacto con los atletas varones, y no obtuvo los resultados esperados. Cuando parecía el fin de su carrera, la rendición al destino que le planteaba su padre, apareció un nuevo sueño: convertirse en la primera mujer en cruzar el Canal de la Mancha, algo que solo un puñado de hombres había conseguido.
Rønning narra estas desventuras con pulso del cine clásico y por lo tanto no sorprende que haya decidido filmar en el mar, de verdad: nada de pantallas verdes. La aventura del cine: es algo que le gusta, claro, teniendo en cuenta que ya rodó en el mar en “Piratas del Caribe: La venganza de Salazar” y “Un viaje fantástico”.
Pero el viaje al mar implicó un durísimo entrenamiento para Daisey Ridley. Para la actriz, después de estar varios años enfrascada en la franquicia “Star Wars” (que le dio úlceras por los nervios) “todo proyecto es un descubrimiento, un nuevo desafío”, al punto de que cuando recibió el guión, se entusiasmó tanto que decidió ser productora de la película.
LE PUEDE INTERESAR
Novedades de la semana para ver “on demand”
LE PUEDE INTERESAR
“La magia de ser uno mismo”: un Mozart para los chicos
Ridley “sabía nadar, por supuesto”, cuenta el director, “pero tenía que aprender a nadar en aguas abiertas muy frías y todas las complicaciones que eso acarreaba. También tenía que adaptar su estilo de natación para que fuera fiel a la época, ya que el deporte cambió mucho desde la época de Trudy”.
Para lograrlo, Ridley entrenó con un equipo que incluía a la nadadora olímpica Siobhan O’Connor, ganadora de la medalla de plata en los juegos de Río de Janeiro de 2016. “Entrené durante tres meses antes de comenzar el rodaje, y luego seguí entrenando durante la filmación. Mi estilo de natación mejoró muchísimo. En el último plano que hice, nadé probablemente 150 metros en el mar, luchando contra la corriente y manteniendo la velocidad del bote de cámara”, relata Ridley.
“Estoy muy orgullosa de lo que hice físicamente, pero no necesito volver a nadar nunca más”, se ríe la actriz, que además pasó de entrenar con las mallas del siglo XXI a vestir un traje completo, de lana, en la primera parte del filme, y luego una especie de bikini que inventaron las hermanas Ederle para un nado más cómodo. Era mejor que la lana, pero utilizarla en el mar casi la congela: cuenta Rønning que, durante el rodaje, el equipo debía sacar a la actriz del agua helada después de cada toma para calentarla. “Tenía los labios morados, pero siempre estaba más que dispuesta a volver al agua. Me impresionó muchísimo su vigor”.
“Estoy muy orgullosa de lo que hice físicamente, pero no necesito volver a nadar nunca más”
Daisey Ridley, protagonista de “La joven y el mar”
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$650/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$500/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí