Carnaval toda la vida, para los jubilados que tienen su comparsa

“Arco Iris” es de Punta Indio y está integrada por personas de entre 60 y 90 años. La clave, vencer los miedos y prejuicios

En cada presentación contagian alegría y motivan a grandes y chicos: “todo se puede”. Eso genera “Arco Iris”, una comparsa de adultos mayores de Punta Indio, que hace más de una década desfilan con en los carnavales de la localidad y sus alrededores.

La integran más de 50 mujeres y hombres cuyas edades van de los 60 a los 90 años. María, a quien apodan “la Reina de la comparsa”, es todo un ejemplo, dentro y fuera de la formación, ya que su edad y su silla de ruedas están lejos de representar un obstáculo para ser parte de la actividad.  

La comparsa se originó en la colonia de vacaciones de adultos mayores, en la que participó una batucada. “Salieron a bailar y ese mismo día se propuso armar algo propio”, contó Patricia Amaya, integrante del grupo de coordinación.

Ese fue el puntapié inicial, hace 12 años. Pocas semanas después, se concretó la primera presentación oficial, en el aniversario de Verónica, ciudad cabecera de Punta Indio, de donde son oriundos gran parte de sus integrantes.

A partir de ahí, se creó un taller de comparsa, en el cual se trabaja durante todo el año en la confección de los trajes, que los comparseros realizan con sus propias manos, bajo la supervisión de un equipo que les enseña a coser y a bordar. “Los apliques, bordados, lentejuelas y brillos, lo hacen todo ellos. El que no sabe aprende”, indicó Patricia.

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Además, cada año se elige una  temática, a partir de la cual surge el diseño de los trajes. Una de las últimas fue “Arco Iris”, justamente, nombre que se le dió a la comparsa.

Al respecto, Mariela May, que el año pasado se hizo cargo de la coordinación general de la comparsa contó que “`Arco Iris´ simboliza la calma, la esperanza y la estabilidad después de la lluvia y la tormenta. Para nosotros también: el amor, la unión, el encuentro, el respeto, la solidaridad, la lucha y la vida. Cada color y los siete juntos nos alegra el alma y nos dan la fuerza y la felicidad para enfrentar cada día”.

La actividad no solo les permitió socializar, compartir y mantenerse activos. También los enfrentó a su propios miedos y los animó a vencer los prejuicios.

Margarita Camacho tiene 70 años y contó a este diario que al principio “me daba vergüenza por la edad, pero después me entusiasmé y empecé a sacar a la gente a bailar. Además, no sabía coser, bordar y aprendí. En la pandemia estuve depresiva y esto me levantó”.

Mónica Giuliodori también tiene 70 años y comparte la experiencia junto a su esposo Néstor Dippolito de 73. Ingresó a la comparsa hace 10 años para hacer un reemplazo “y no me fui más. Te atrapa, el carnaval”, comentó.

Al graficar la experiencia destacó: “A mi me encanta. Empieza la música y todo el mundo se olvida de la artrosis, de los dolores y lo que nos gusta es que la gente y los chicos participen. Hay mucha alegría e intercambio. Es lo que tratamos de transmitir”.

“Es mi cable a tierra. Nos mantiene entretenidos, con la cabeza ocupada y aprendiendo cosas nuevas. A veces llegan abuelos achacados, con poca energía, para ver si pueden participar, y al cabo de unos meses son otra persona, porque salimos y charlamos”, añadió.

María Emma Colares con sus 83 años es parte de la comparsa desde su inicio y se dirigió a la gente mayor con un mensaje para que se sumen a este tipo de actividades. “Que se animen, es lindo. Algunos se arrepienten de no haber empezado antes. Hay compañerismo y se comparte mucho”, recalcó.

Mariela, la coordinadora, concluyó: “Aquel que sienta que no puede, que tome esta comparsa como ejemplo. Con sus años desafiaron sus prejuicios y hoy llenan su propia alma de alegría y diversión”. El 9 de febrero “Arco Iris” arranca el cronograma de presentaciones en el corso de Bavio, contaron.