Otro brutal asesinato que provocó gran conmoción en La Plata

El 13 de marzo del año 2000 los vecinos de La Plata se conmovieron con el caso de una joven cuyo cuerpo apareció mutilado debajo de un puente de un camino vecinal de la zona de Los Hornos. Y sus brazos y cabeza fueron hallados, dos días después, en Punta Lara.
Si bien aquella historia no tiene ningún tipo de vinculación con el drama descubierto ayer en el Paseo del Bosque -el anterior fue por un tema de prostitución y el último, aparentemente, por un conflicto pasional-, ambos crímenes presentan un punto en común: las mujeres fueron asesinadas de la misma forma -con golpes- y los cuerpos fueron descuartizados.
La víctima fue identificada por la policía como Roxana Dos Santos, de 22 años. Según pudieron establecer los investigadores, la joven estaba embarazada cuando la mataron en un departamento de los monoblocks de La Favela y sus restos mutilados fueron arrojados en distintos lugares.
El único sospechoso del brutal crimen es Miguel Fernández, ex pareja de la joven que habría sido el dueño de varios locales nocturnos de La Plata. Tras varias idas y vueltas en la causa, fue localizado y detenido por la policía.
Dos Santos fue hallada asesinada de 18 puñaladas, sin cabeza ni brazos. Todavía no se sabe por qué la mataron.
El caso de la joven descuartizada se ventilará este año en una audiencia oral y pública en los tribunales platenses. Miguel Fernández (38), detenido con prisión preventiva bajo sospecha de haber asesinado y mutilado a Dos Santos debe ser juzgado junto a otro imputado en la causa que fue excarcelado, Luis Zanabria, según se desprende del dictamen que fue elevado por la fiscalía al juez de garantías.
En la causa figura el testimonio de treinta y dos mujeres, que habían sido traídas desde Paraguay para trabajar como prostitutas en La Plata, Mar del Plata y San Miguel. Ellas declararon que habían sido amenazadas de muerte para que no dejaran la actividad, y comentaron que Dos Santos fue asesinada porque quiso abandonar la organización.
Esto complicó aún más la situación de Fernández, de quien se cree que integraba una supuesta red de proxenetas que explotaba a mujeres que eran traídas mediante engaños desde el Paraguay.
La Unidad Funcional de Investigaciones (UFI) número 4 de La Plata, a cargo del fiscal Víctor Violini, consideró que en la causa se reunieron elementos probatorios suficientes para que los imputados sean juzgados por un tribunal oral en lo criminal.