A pesar del plan de desarme, cada vez más gente elige vivir armada

A casi un año de que finalizara el Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego y mientras se espera para los próximos días la reactivación de la segunda etapa del programa, desde las asociaciones civiles que colaboran con el proyecto se reconoce que el desarme civil aún no logró resultados muy alentadores: si bien la campaña llegó a varios puntos del país, se estima que en uno de cada tres hogares de nuestra provincia hay un arma de fuego y que la mitad de ellas está cargada y lista para ser usada.

"El plan tuvo señales positivas pero todavía no alcanza", opina Diego Fleitas, presidente de la Asociación para Políticas Públicas y miembro de la Red Argentina para el Desarme. Con esta visión, los ideólogos del desarme voluntario esperan ahora que el plan se reactive antes de fin de año y pueda ejecutarse otra vez durante todo el 2010.

"Todavía no hay conciencia en la sociedad de lo importante que es el desarme -sostiene Fleitas-. Y eso genera que, por temor o por ignorancia, muchas familias elijan vivir armadas. Es necesario reactivar cuanto antes el plan porque vemos que son muchos los que eligen tener un arma en su casa sin saber que esa decisión, en realidad, potencia el peligro que en teoría quieren evitar".

Como probablemente se recuerde, a partir de la muerte de Alfredo Marcenac y el inicio de la causa contra Martín Ríos, el llamado "tirador" de Belgrano, el padre de la víctima y distintas organizaciones civiles impulsaron la aprobación de una ley que estimule la entrega voluntaria de armamento. Fue así que entre el 10 de julio de 2007 y el 11 de diciembre del año pasado se entregaron más de cien mil armas en el marco del Plan nacional de desarme impulsado por la ley 26.216. En ese lapso, y a cambio de dinero, los ciudadanos entregaron 104.782 armas y cerca de 747 mil municiones.

El plan ya cumplió su primera etapa. Pero como la cantidad de armas entregadas no desciende, está planteado que se reactive para antes de fin de año y continúe durante todo el 2010. Las 100 mil armas que se recolectaron hasta ahora equivalen al 8% de las que hay legales en manos de civiles (1.200.000). Pero lo más destacado es cómo influye sobre el circuito ilegal. Porque el 55% de las armas entregadas durante el plan nunca fueron registradas, con lo cual el mercado ilegal perdió desde mediados del año pasado unas 55 mil armas.

"Ahora necesitamos que se continúe con la segunda parte del plan, que en teoría debería ser más intensa que la del año pasado para que las cifras bajen significativamente. La ley para reactivar la campaña acaba de ser promulgada, por lo que esperamos que este mes pueda ponerse en práctica", apunta Fleitas, para quien, si bien la primera etapa del plan tuvo sus logros, "para que el proyecto funcione se tiene que ir a fondo y en todo el país".

En la Argentina, según los últimos datos difundidos por las organizaciones que tratan el tema, hay algo más de 3 millones de armas en manos de civiles, de las cuales cerca de 900 mil no están registradas en ningún sitio. Estos datos, en realidad, provienen de un arduo trabajo de recolección sobre la información oficial que manejan organismos estatales como el RENAR (Registro Nacional de Armas) y el INDEC.

Desde Red Solidaria, una ONG que trabaja sobre el plan de desarme, advierten que en uno de cada tres hogares argentinos sigue habiendo al menos un arma y que la mitad de ellas están cargadas. Con este parámetro, se infiere que un millón y medio de adolescentes viven con un arma en su propia casa.

Entre las conclusiones a las que llegaron las distintas asociaciones luego de analizar la información, salta a la vista una en particular: el 90 por ciento de las muertes por armas se produce en peleas, accidentes y suicidios, mientras que sólo el 10% de los fallecimientos ocurre durante asaltos.

Esto significa que cada seis horas muere un argentino por un disparo y que una persona pierde la vida por un arma de fuego cada dos días en Argentina durante una simple discusión. Además, es bueno remarcar, si bien la mayoría de las personas dice tener un arma por miedo a la inseguridad, al defenderse en un asalto con un revolver aumenta en un 300% la posibilidad de morir en ese hecho.

La campaña de Red Solidaria explica que en cada manzana de los barrios y de las ciudades de Argentina hay por lo menos siete familias que poseen armas, es decir, dos millones de grupos familiares argentinos.

Una de las zonas que más se ve afectada por la cantidad de armas que hay en ella es la provincia de Buenos Aires, donde de 1997 a 2007 se produjeron 123 muertes accidentales por armas de fuego. En nuestra ciudad, los accidentes fatales con armas se llevaron en ese mismo lapso la vida de tres personas, en tanto que 486 platenses utilizaron un arma para suicidarse en esa década.