Vidal apuntala al Presidente en un momento complicado

El paso del presidente Macri por La Matanza no fue inocuo, ni un acto más, porque tuvo diversas lecturas tanto dentro de la interna oficialista como de la oposición. La primera de ellas es la que resulta más evidente por estos días: el mandatario busca frenar la caída de su imagen en el Gran Buenos Aires, donde se desplomó cinco puntos sólo este mes, de acuerdo a los especialistas.

Para cauterizar esa herida, que se abrió en particular por el tarifazo y en general por las malas noticias que depara la economía, al Presidente no le alcanza sólo con salir de recorrida por el Conurbano, sino que debe hacerlo en compañía de María Eugenia Vidal. La Gobernadora mantiene el respaldo intacto de los bonaerenses y apuntala a Macri en su momento más complicado.

De hecho, ayer fue Vidal la que se encargó de dejar el mensaje más áspero hacia el kirchnerismo -afincado en el distrito bajo el paraguas de Fernando Espinoza-, mientras que a Macri le quedaron los conceptos menos confrontativos. “La Argentina no termina en la General Paz”, sostuvo para demostrar cercanía con los habitantes del lugar, que siempre miraron de reojo a la capital federal.

La Gobernadora, en cambio, fue más tajante: “La Matanza no es del Presidente, no es mía, no es de la intendenta, es de sus vecinos. La Provincia es de los vecinos, no de los políticos”, advirtió Vidal frente a Espinoza, que preside el PJ bonaerense, y a la intendenta local Verónica Magario. Ambos encarnan una férrea oposición a Cambiemos, aunque tendrían diferencias internas.

LA INTERNA DEL PJ

Según trascendió, en el entorno de Magario buscarían acotar la influencia de Espinoza en el gobierno municipal. De todos modos, el aval oficialista a los proyectos para dividir el distrito en cuatro municipios provoca que, hacia afuera, la dupla Espinoza-Magario aparezca unida en el rechazo a esa iniciativa. “No es momento para dividir sino para unir”, dijo ayer la jefa comunal, quien además borró de su cuenta de twitter dos fotografías en las que aparecía junto a Macri y a la gobernadora Vidal.

Tras la incursión de ayer en La Matanza, Macri volverá a encabezar hoy un acto en el primer cordón del Conurbano, aunque esta vez pegado a la avenida General Paz, en el límite con la capital.

El Presidente presentará en el predio de Tecnópolis –situado en la divisoria entre Vicente López y San Martín- un compromiso federal de lucha contra el narcotráfico, con el cual iniciará una etapa más proclive a los acuerdos multisectoriales, algo a lo que hasta el momento se venía negando.

DIALOGUISTA

Macri se mostrará rodeado de gobernadores, figuras de la oposición dialoguista y miembros del Poder Judicial, como los jueces de la Corte, con lo que buscará ponerse a la cabeza de una política de Estado, que trasciende las fronteras partidarias.

La movida posibilitará que el Presidente retome iniciativa para intentar dejar atrás la agenda más negativa para su imagen.

Esto es, las implicancias del aumento de tarifas que sigue en veremos y el parate de la economía. Sobre esos asuntos habló el domingo Macri en su quinta Los Abrojos con la diputada Elisa Carrió, en una conversación que comenzó tensa pero que con los minutos se fue relajando y que terminó en una paz necesaria para dos de las principales figuras de la alianza gubernamental Cambiemos.

Sin embargo, Carrió ratificó ayer que es una socia incómoda para el Presidente, al presentar un proyecto que elimina la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que sigue funcionando con la estructura de la ex SIDE. Otro motivo de discusión podría ser el futuro electoral de “Lilita”: ella quiere ser candidata en la Provincia, pero en el PRO piensan que sería más útil en la capital federal.

VIDAL, LA GRAN ELECTORA

Tanto en la Casa Rosada como en la Gobernación aseguran que en territorio bonaerense el candidato será “el equipo”. Para aclarar ese concepto, el macrismo entiende que teniendo a Vidal con una aceptación cercana al 70%, la candidata será ella aunque formalmente no lo sea. Es decir, la mandataria se pondría la campaña al hombro para engrosar las chances del oficialismo.

La popularidad de Vidal, definida por el asesor Durán Barba como la dirigente “más carismática” del PRO, provoca algún recelo en la Casa Rosada, aunque eso no genera la desconfianza que se profesaban Cristina Kirchner y Scioli cuando les tocó gobernar en tándem el país y la Provincia. Como en aquel entonces, no obstante, la comparación de las gestiones se hará inevitable.