Una patota atacó a golpes a un joven electricista en pleno centro de la Ciudad

De nuevo, la violencia en la calle y a la madrugada se hizo realidad. Ya no sorprende que el escenario haya sido la esquina de 7 y 50, la más céntrica de la ciudad por antonomasia.

Mezcla de ataque cobarde y de intento de robo, el domingo a la madrugada un joven de 25 años fue atacado por detrás por un adolescente diez años menor.

El agresor iba acompañado por una docena de jóvenes. Todos tenían entre 15 y 20, explicó un policía que fue testigo de la secuencia, que se dio aproximadamente a las 5.30 de anteayer, en la antesala de los festejos por el cumpleaños platense.

El electricista al que agredieron estaba por cruzar la calle, esperando a que cambiara el semáforo, señalaron las fuentes del caso.

En ese momento fue atacado de un golpe -presuntamente una trompada- en la cabeza, que lo hizo tumbarse al suelo. El ataque aparentemente siguió, teniendo en cuenta cómo le quedó la cara al muchacho agredido.

En el relato del testigo no se dijo que los demás adolescentes hayan colaborado en el ataque, aunque desde luego ninguno lo defendió ni intentó frenar a su compañero.

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“Cuando la víctima estaba en el piso, el otro le revisó los bolsillos, para robarle lo que tuviera”, indicó un policía de la Local que divisó el ataque, según quedó asentado en un acta oficial.

El agente que vio toda la secuencia se bajó de su auto y le dio la voz de alto, que fue obedecida, siempre a decir de ese documento al que accedió este medio.

El agresor quedó reducido por el agente que pidió refuerzos a sus colegas. Cuando lo revisaron, no le encontraron armas. Nada se dijo de sus acompañantes: lo más probable es que se hayan escapado tan rápido como las piernas se lo permitieran.

Aunque el oficial había pedido una ambulancia, “por la demora que tenía y porque el joven herido empezaba a recuperarse”, decidieron llevarlo a la comisaría para que hiciera la denuncia.

El agresor, inimputable por su edad, recuperó la libertad rápidamente.

Esta nueva secuencia volvió a dejar en claro el nivel de violencia que caracteriza a la manera de vivir de hoy.