Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar

La Revolución comunista

Nota I

La Revolución comunista
6 de Noviembre de 2017 | 01:52
Edición impresa

Por RICARDO SOLER
Filósofo, historiador y docente

Las obras de Carlos Marx y Federico Engels fueron abrazadas por numerosos pensadores y políticos como una base para el cambio de las estructuras sociales. Fue así como en Rusia, a principios del siglo XX, aparecieron tendencias como la leninista (bolchevique), que propiciaba la toma del poder y la posterior dictadura del proletariado, y la más evolucionista y moderada de los mencheviques y sus aliados. La primera revolución contra los zares fue la de 1905; la dinastía Romanov había gobernado Rusia durante casi tres siglos.

Durante 1905 se realizó una manifestación que el domingo 22 de enero, conocido en la historia como el domingo rojo, fue reprimida con exagerada violencia. En junio se sublevó la dotación del acorazado Potemkin y ya por esos años nacían los soviets, grupos de combate y administradores socialistas.

La corte zarista aparecía ante el pueblo con muy mala imagen, sobre todo por la influencia de Rasputin, favorito de esa corte, quien finalmente fue asesinado en 1916.

La hambruna a que se sometió el pueblo en los finales de la Primera Guerra Mundial, más la represión zarista y el accionar de su policía secreta y política, crearon el clima para el estallido de la Revolución de 1917, que en definitiva tuvo dos etapas.

El 4 de marzo de 1917, entre huelgas, atentados y la sublevación del Ejército -que regresaba derrotado de la Primera Guerra Mundial-, se instalaba el clima revolucionario que el 15 de marzo del mismo año forzaría la renuncia del zar Nicolás II -último monarca de la dinastía de los Romanov, que gobernaba Rusia desde 1613-, al igual que la de su hermano Miguel.

“Uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX tuvo lugar sin alteraciones notorias de la vida cotidiana”

Después de la renuncia zarista se instituyó un Gobierno de tipo liberal, que contó con la férrea oposición de los soviets de las administraciones locales y con el desacuerdo de la Marina y el Ejército, que incluyó la revuelta del buque de guerra Cronstat, en la que los marineros mataron a los oficiales.

Lenin llegó a Rusia el 16 de abril (había estado exiliado prácticamente desde los comienzos del siglo y realizando trabajos teóricos sobre el marxismo) y expuso ante los soviets la llamada “Tesis de abril”, en la que pide que se entreguen la tierra a los campesinos y las fábricas a los obreros.

El príncipe Lvov formó otro Gobierno el 10 de mayo. Fue así como el disciplinado y verticalista partido bolchevique, manejado por Lenin, vio acrecentado su poder en las grandes ciudades.

Lenin, asilado nuevamente, escribió en Finlandia “El Estado y la revolución”, texto en el que defiende la dictadura del proletariado con el objeto de eliminar las clases dirigentes del zarismo.

El partido bolchevique se pasó a llamar Partido Comunista y, ya siendo capital Moscú, se mantendría en el poder hasta el final de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

La familia imperial fue finalmente ejecutada el 16 de julio de 1917, como había ocurrido con la familia real de Francia durante la revolución de 1789.

La gran mayoría del pueblo campesino aprobó a los comunistas, puesto que les habían entregado la tierra mediante los sistemas de granjas colectivas y granjas del Estado. Los sucesos revolucionarios se iniciaron en la noche del 6 al 7 de noviembre y culminaron el día 8 de noviembre de 1917. Uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX tuvo lugar sin alteraciones notorias de la vida cotidiana.

LOS DÍAS DE LA REVOLUCIÓN

En la revolución de octubre, el partido bolchevique -dirigido por Vladimir Lenin- y los soldados de Petrogrado derrocaron al Gobierno provisional y se formó el Gobierno del Sovnarkom. Los bolcheviques se nombraron asimismo líderes de varios ministerios y tomaron el control del campo; crearon la Checa (policía secreta rusa) para aplastar cualquier tipo de disidencia.

Recién en 1921 se desató la guerra civil entre el partido rojo bolchevique y el partido blanco de los mencheviques y aliados, que dio como resultado la muerte de un millón doscientos trece mil soldados del ejército rojo y un millón trescientos setenta y seis mil del ejército blanco. Hubo también entre tres y cinco millones de muertos de hambre, dos millones por represiones y más de dos millones por diversas epidemias. Ciento cincuenta mil judíos murieron por pogromo (movimientos grupales violentos contra el pueblo y las instituciones judías).

La URSS se hallaba en ruinas sin ningún tipo de recursos y con una grieta de diez millones de muertos, además del problema de los exiliados, que se contaban de a miles. Lo que instauró Lenin fue una dictadura férrea, para evitar la desobediencia civil. Creía al igual que Marx que la revolución se produciría en los países desarrollados y no en un país agrícola como Rusia.

Para paliar los males aplicó la Nueva Política Económica (NPE), que propició la desaparición del asfixiante control estatal. Solamente la industria pesada, la banca y el comercio exterior quedarían en manos del Estado.

Raro destino el de Lenin, que pasó de héroe nacional a que sus estatuas fueran finalmente reducidas a chatarra por el propio pueblo y el Gobierno ruso, después de la Perestroika (del sueño revolucionario del mundo de los años 20, los historiadores contaron una verdadera pesadilla). No pongamos al marxismo fuera de la cultura, pues hay temas como la ingerencia e influencia de la economía sobre la historia, la alienación y el trabajo que terminaron instalados en la cultura superior. El error fue que daban por resuelto todos los problemas; se instaló una especie de teocracia marxista cuya teoría era poco sólida y en la que los errores demasiado frecuentes, ya que nunca es posible abarcar la totalidad.

El régimen soviético se constituyó en supervisor de todas las actividades culturales y científicas. Persiguió a músicos, pintores, escritores y científicos disidentes -como Vavilov, quien fue condenado por sus teorías mendelianas-, y muchos hombres de la cultura emprendieron el exilio o cayeron prisioneros. Todo esto terminó en un colapso sobre el final de la URSS, pues ésta fue perdiendo terreno en todos los campos salvo en la carrera armamentística, las olimpiadas y la carrera espacial, en la que finalmente también retrocedió.

Lin Piao, el hombre más poderoso de China fue tratado como si fuera una suerte de Mao Tse Tung o Buda. El hombre, a diferencia del burro, vuelve a pisar siempre la misma piedra. Es muy engañoso para la historia teorizar desde el poder (en eso fueron modelos Lenin, Trotsky y Stalin). Las teorías filosóficas y científicas deben imponerse por su propio peso y no por quien las formule.

LEA MÁS:

Parte II: Una historia de la Unión Soviética

Parte III: La experiencia de la cultura soviética (Nota III y última)

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla