Asaltaron a una familia en un country de City Bell y los vecinos están furiosos

Sentirse seguros tiene su precio. Esa es la realidad que muchos afrontan a la hora de instalarse en un barrio cerrado o cualquier otro tipo de urbanización que cuenta con fuertes medidas de protección. Los problemas aparecen cuando, pese a ese mayor costo, la inseguridad te golpea igual, aunque sea de cerca. Como pasó ayer a la madrugada en el Club de Campo “Lomas de City Bell”, donde tres delincuentes armados asaltaron a una familia y el resto de los vecinos salió furioso a pedirle explicaciones a los administradores.

Es que, según contaron muchos en diálogo con este diario, “pagamos casi 8.000 pesos de expensas por mes y eso incluye la vigilancia”.

“Acá hay 100 cámaras de monitoreo, detectores infrarrojos y hasta un cerco electrificado, pero te roban igual. No se entiende”, agregaron preocupados.

De acuerdo al reporte oficial, el hecho sucedió pasadas las cinco de la mañana cuando los ladrones, previo desconectar sólo la alimentación de los equipos de filmación y del alambrado perimetral, hicieron un pozo y así irrumpieron en el country de las calles 148 y 476, sin levantar ninguna sospecha.

El audaz golpe lo dieron en el lote número 58, donde, siempre de acuerdo a fuentes del caso, vive -junto a su núcleo familiar- el ex medio scrum de La Plata R.C., Agustín Carrara (43), que trabaja como empleado en el Registro de la Propiedad Inmueble de la Provincia de Buenos Aires.

Los mismos voceros detallaron que, pasadas las amenazas de siempre, “metieron a todos en una habitación, para luego de unos minutos se darse a la fuga con unos 30.000 pesos y otros elementos de valor, como dos relojes y un teléfono celular”.

Si bien el informe policial refirió que las víctimas “resultaron ilesas”, los informantes consultados por EL DIA describieron una situación de “extrema angustia”, con “pistolas en la cabeza”.

En el hecho tomó intervención personal del CP Norte y de la seccional 14ª, a partir de un pedido de auxilio que emitió uno de los hijos de Carrara, con un celular que no fue descubierto por los asaltantes.

De la pesquisa, que por ahora no tiene detenidos, también participa una comitiva de la DDI local.

LOS INTERROGANTES

¿Se trató de un ataque planificado? “Parecería que sí”, explicó un investigador, fundamentalmente por todas las maniobras previas que debieron realizar para poder irrumpir en el predio.

“No cualquier tiene información sensible de un lugar así y tampoco tantos conocimientos para burlar la seguridad, como si se tratara de un juego de niños”, conjeturó.

¿Por qué a la familia Carrara? “Acá pensamos que fue al voleo. Le tocó porque le tocó?”, graficó el mismo allegado, “sin descartar claro otras hipótesis”.

¿Qué pasó con la empresa de seguridad privada? “La encargada de custodiar el country es la firma `Securitas`, la misma que tiene otra urbanización de similares características a pocas cuadras de distancia”, explicó.

“`Securitas` deberá dar las explicaciones del caso, aunque sabemos que desde el día anterior, a las cinco de la tarde, ya se había cortado la señal de teléfono y de internet. Algo que llamó mucho la atención”, detalló el informante.

Por esta situación, en la tarde de ayer se realizó una acalorada reunión entre los consorcistas y los responsables de la Administración del country, a quienes les exigieron a viva voz que se refuercen los controles y se investigue a fondo este episodio, que sensibilizó y llenó de preocupación a todos por igual.

Respecto del alambrado electrificado que existe en el club Lomas de City Bell, este diario realizó distintas consultas y las respuestas apuntaron a que se trata del sistema conocido como “offendícula o defensas predispuestas”, que sirven para evitar simplemente el ingreso a la propiedad, sin representar otro riesgo que una pequeña descarga -no letal- para quien la toque.

Barrio Las Muñecas

Ayer a la madrugada también hubo otro intento de robo en un complejo de viviendas del barrio Las Muñecas de Villa Elisa. Fue a la altura de 411 entre 20 y 22, aunque los ladrones huyeron con las manos vacías.